JENIN, Cisjordania.- Soldados israelíes disfrazados de mujeres palestinas y de personal médico asaltaron el martes un hospital en Cisjordania y mataron a tres milicianos palestinos, según la policía y el ejército de Israel, acusando a uno de ellos de planear un ataque inminente similar al del 7 de octubre y a los otros dos de estar implicados en actos de violencia recientes.

Las imágenes de las cámaras de seguridad difundidas por las redes sociales parecían mostrar en torno a una docena de soldados encubiertos, algunos vestidos de mujer, con ropas islámicas, y otros de personal médico con batas blancas, recorriendo un pasillo del hospital Ibn Sina de Jenín con fusiles de asalto. Uno con una mascarilla quirúrgica llevaba un rifle en una mano y una silla de ruedas plegada en la otra. Los agentes se veían cacheando a un hombre arrodillado contra una pared con los brazos en alto.

El ministerio de Salud de Cisjordania condenó el asalto y pidió a la comunidad internacional que presione al ejército israelí para que detenga esa clase de operaciones en hospitales.

Un vocero del centro de salud dijo que no se había producido un intercambio de disparos, lo que apuntaba a un asesinato dirigido.

Planeaban un ataque

El ejército israelí aseguró que los milicianos utilizaban el hospital como escondite, sin presentar pruebas. Afirmó que uno de los blancos del asalto era miembro del grupo terrorista Hamas y había entregado armas y municiones a otros para un ataque “inspirado en la masacre del 7 de octubre” que desencadenó la guerra en Gaza.

Los otros dos palestinos muertos en la operación del martes era un miembro de la Jihad Islámica, aliada a Hamas, y otro de un grupo violento de Jenín, según denunció el comunicado militar de Israel, que indicó que ambos habían participado en ataques recientes.

Uno de los hombres, identificado por el ejército israelí como Mohammad Jalamneh, de 27 años, era miembro de Hamas, confirmó más tarde la agrupación terrorista palestina, mientras que los otros dos, identificados como los hermanos Ghazawi formaban parte de la Jihad Islámica, declaró la Brigada Jenín, que incluye varios grupos de resistencia armada, informó Al Jazeera.

Jalamneh también era considerado uno de los voceros de Hamas, según The Times of Israel. Durante la redada se incautó una pistola del cuerpo del miliciano.

La operación, que Hamas consideró un “ataque cobarde”, se llevó adelante en conjunto entre las Fuerzas de Defensa de Israel, el Shin Bet - la agencia de seguridad general de Israel- y la policía israelí.

Según miembros del personal médico del hospital, no es la primera vez que el ejército israelí incursiona en hospitales palestinos durante la noche, “pero esta es la primera vez que entran en un centro médico civil en lo que parece haber sido una operación de asesinato selectivo y bien planificada que las autoridades palestinas califican como otra violación del derecho internacional”, dijeron al medio Al Jazeera.

Mientras tanto, los combates continuaban en la Franja de Gaza y había escasos progresos en las conversaciones sobre un cese el fuego para hacer una pausa en la guerra, iniciada cuando cientos de milicianos liderados por Hamas irrumpieron en Israel, mataron unas 1200 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a otras 240.

En represalia, Israel emprendió una dura ofensiva por tierra, aire y mar que mató a más de 26.700 personas en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamas. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes en sus cifras, pero dice que unos dos tercios de los muertos eran mujeres y niños.

El conflicto también ha arrasado amplias zonas del diminuto enclave costero, desplazado al 85% de la población y sumido en la hambruna a un cuarto de sus habitantes. Esa crisis humanitaria podría agravarse pronto, según advirtió la ONU, porque varios países han congelado su financiamiento al principal proveedor de ayuda a los palestinos en Gaza tras acusaciones israelíes de que una docena de sus trabajadores participaron en el ataque del 7 de octubre.

Israel ha sido muy criticado por la comunidad internacional por sus asaltos a hospitales en Gaza, que han atendido a decenas de miles de palestinos heridos en la guerra y servido de refugio para personas desplazadas. Las Fuerzas de Defensa aseguran que los terrorista de Hamas utilizan los centros de salud como “escudos humanos” para ocultar o preparar operaciones desde allí.

El ejército ha encontrado túneles subterráneos cerca de los hospitales y dice haber encontrado armas y vehículos utilizados en el ataque del 7 de octubre en complejos hospitalarios.

El sistema de salud de Gaza, que ya era frágil antes de la guerra, está al borde del colapso ante la carga de pacientes, falta de recursos -incluidos combustibles y material médico bloqueados por las restricciones israelíes- y los reiterados combates alrededor y dentro de los hospitales.

Operación en Cisjordania

La violencia en Cisjordania también creció desde el 7 de octubre. Israel ha estado detrás de presuntos milicianos allí y matado a más de 380 palestinos, según el Ministerio palestino de Salud. La mayoría murieron en confrontaciones con fuerzas israelíes durante redadas o protestas violentas.

El ejército israelí dice haber detenido a casi 3000 palestinos en Cisjordania en los últimos cuatro meses.

El vocero del hospital Tawfiq al-Shobaki dijo que no se había producido un cruce de disparos y que los israelíes atacaron a médicos, enfermeras y personal de seguridad del hospital durante el asalto, añadió.

“Lo que ha ocurrido es un precedente”, dijo. “Nunca había habido un asesinato dentro de un hospital. Había detenciones y asaltos, pero no un asesinato”.

El suceso ocurrió en Jenín, que es desde hace tiempo un bastión de lucha armada contra Israel y donde la Autoridad Palestina -que cuenta con respaldo internacional- y sus fuerzas tienen poca influencia. La ciudad había sido objeto de frecuentes redadas israelíes incluso antes de que comenzara la guerra. Las operaciones israelíes allí y en el populoso campo de refugiados local han dejado una amplia destrucción.

Conversaciones para el cese al fuego

Mientras tanto parecía difícil avanzar en un nuevo acuerdo entre Israel y Hamas que pudiera abrir una pausa en los combates y la liberación de docenas de rehenes que siguen retenidos en Gaza.

El máximo líder político de Hamas Ismail Haniyeh dijo que el grupo estudiaba los últimos términos propuestos, pero señaló que la prioridad era la “total retirada” de las fuerzas israelíes de Gaza, algo a lo que Israel se opone, y que cualquier acuerdo debía llevar a un cese el fuego de largo plazo.

Añadió que los líderes de Hamas habían sido invitados a El Cairo para continuar las negociaciones.

Israel ha dicho que las conversaciones de cese el fuego celebradas el domingo fueron constructivas, pero que quedaban “diferencias significativas” sobre cualquier posible acuerdo.

El primer ministro de Qatar, que ha ejercido como mediador clave con Hamas, fue más optimista y dijo que los mediadores estadounidenses y de Oriente Medio habían acordado una propuesta marco de alto el fuego y liberación de rehenes que presentar al grupo armado. En declaraciones en el Consejo Atlántico en Washington, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani dijo que los negociadores habían hecho “buenos progresos”.

Mientras tanto, las fuerzas israelíes seguían combatiendo con milicianos en el sur, el centro y el norte de Gaza, que fue duramente castigada en las primeras semanas de la guerra y donde Israel ha dicho que prácticamente ha desmantelado a Hamas. El ejército dijo haber destruido el lanzacohetes que lanzó una ronda de proyectiles al centro de Israel el lunes, los primeros dirigidos a la zona poblada en semanas.

Agencias Reuters y AP

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