Si tuve dengue recientemente, ¿me puedo volver a contagiar?

Una maestra le aplica repelente a los chicos en la escuela Rayito del Sol de Florida, en la zona norte del conurbano
Una maestra le aplica repelente a los chicos en la escuela Rayito del Sol de Florida, en la zona norte del conurbano - Créditos: @Alejandro Guyot

“Estoy preocupada, no consigo repelente en ningún lado y mi marido tuvo dengue hace dos semanas. Es riesgoso que se vuelva a contagiar. ¿Si alguien consigue, me avisa?”.

Fabiana Díaz publicó hace cuatro días esta frase en su estado de WhatsApp, un pedido casi cargado de angustia. Justamente, es una de las dudas que atormentan por estos días a aquellos que se contagiaron de dengue y saben que lo peligroso podría ser volver a contagiarse, por la posibilidad de desarrollar dengue grave.

Ante la necesidad de esperar varios meses hasta poder vacunarse y frente a la escasez de repelentes, muchos viven con angustia y gran preocupación el temor a un nuevo contagio. La duda es: ¿Una persona que tuvo dengue recientemente se puede volver a contagiar de inmediato, con otro tipo de dengue o queda inmunizado por un tiempo?

La respuesta de los infectólogos y especialistas puede llevar tranquilidad. Según explicaron a LA NACION, una persona que se contagió recientemente goza de una inmunidad temporaria que lo protege de nuevas infecciones por unos tres meses. Esa protección alcanza a todos los serotipos, no solo al que contrajo. Pasado ese período, cuando ya podría aplicarse la vacuna, caerá la protección contra los demás serotipos y solo permanecerá, de por vida, se cree, la protección contra el serotipo que contrajo.

“¿Puede volver a contagiarse en el corto plazo? En general no. Hay una respuesta que se llama de anticuerpo heterotípica, en la cual el individuo por un periodo que se calcula de 3 a 6 meses hace anticuerpos, no solo para el serotipo que se contagió, sino para los otros tres. Pero luego, estos anticuerpos desaparecen y queda solamente inmunizado para el serotipo que lo afectó”, explica el infectólogo y pediatra del Hospital Gutiérrez, Eduardo López.

“El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos. Existen cuatro subtipos o serotipos. Hoy sabemos que una persona puede tener, teóricamente a lo largo de la vida cuatro veces dengue, causado una vez por cada serotipo, aunque hasta ahora nunca se ha reportado más de tres infecciones en un ser humano”, explica Ramiro Heredia, especialista en medicina interna y médico del Hospital de Clínicas.

“Por ejemplo tener el serotipo dos, el más frecuente en nuestra región, aporta inmunidad permanente o de larga duración contra ese mismo serotipo e inmunidad transitoria contra los otros serotipos. Después, esa protección decae y la persona se puede reinfectar. Pensemos que el principal factor de riesgo para tener dengue grave es el haber tenido una infección previa, por distintos fenómenos inmunológicos que se producen”, detalla.

“Esta es una pregunta importante que se escucha mucho. ¿Puedo volver a contagiarme? Porque muchos pacientes, ante la escasez de repelentes tienen ese temor”, explica el infectólogo Pablo Bonvehí, especialista del CEMIC y miembro de la Comisión Nacional de Vacunas. “Esta protección transitoria hace que sea muy raro que vuelva a tener dengue en lo inmediato”, explica.

Dudas como la posibilidad de un recontagio inmediato hacen que para las familias no quede tan claro hasta cuándo pueden seguir los contagios dentro del grupo. Y en todo caso, si hay poco repelente en el hogar: ¿quién tendría la prioridad? ¿Aquel que ya tuvo, el que todavía no se contagió?

Contagios en grupo

Los especialistas explican que se puede establecer una relación de prioridades, o una especie de sistema triage, para determinar quién tiene mayor riesgo y por ende requiere la prioridad: el número uno es para la persona que tiene fiebre, el síntoma inequívoco de dengue, aun cuando solo es una sospecha. Esa persona debería embadurnarse en repelente. Eso evitará que los demás miembros de la familia se contagien. No hay que esperar a tener el diagnóstico, hay que prevenir estratégicamente. Ya que muchas veces, el diagnóstico llega cuando el paciente ya superó la etapa de contagio, incluso cuando recibió el alta.

“Para que exista la transmisión de dengue, sí o sí tiene que estar presente el mosquito Aedes aegypti, la hembra en particular. Y estos mosquitos, que nacen sanos, se infectan de los humanos que tienen dengue, y después de 8 a 12 días, transmiten infección durante toda su vida, que es de 4 a 6 semanas. El mosquito es un mosquito de hábitos diurnos, domiciliario que no vuela más de 50, 100 metros o en algunos trabajos hablan de 200 metros, por lo cual muchas veces infecta a varios miembros de la misma zona, vecindario, o del mismo domicilio. Es por eso por lo que cuando una persona tiene dengue y otra familia tiene síntomas, probablemente haya sido contagiado por los mismos mosquitos. No existe la transmisión persona a persona, por eso es tan importante que las personas que tienen dengue hagan aislamiento entomológico. ¿Qué quiere decir esto? Aislarse de los mosquitos, o sea, usar protector, repelente, renovarlos regularmente, usar dispositivos de pared, estar en su habitación, principalmente durante el periodo que tienen fiebre y que es una situación ideal para que los virus, los mosquitos, que no tienen dengue, se contagien de dengue y transmiten a otros humanos”, aporta Heredia.

“La persona enferma, durante los primeros cinco a siete días de aparición de los síntomas tiene el virus circulando en la sangre, lo que se llama viremia. Si esa persona es picada por un mosquito en ese periodo, ese mosquito se infecta y puede infectar a otra persona, unos días después. Por eso es importante, y viene bien la pregunta, que una persona que tiene síntomas de dengue, incluso si no tiene confirmación todavía, apenas empieza con síntomas, además de tomar paracetamol e hidratarse es fundamental que se ponga repelente y que esté en un ambiente con mosquiteros. Algunos dicen, bueno si ya estoy infectado, ¿para qué me voy a proteger de los mosquitos? Bueno, protegerse porque esa persona puede ser la fuente de infección”, explica Bonvehí.

Pero, ¿qué ocurre si la persona que empieza con síntomas no utiliza repelentes, no se aísla o tarda varios días hasta consultar, sobre todo por las demoras que hay en la atención en las guardias? Este periodo de diagnóstico justamente es el periodo en el que se contagia. Si uno tiene fiebre en este contexto de brote, tiene que asumir que una de las posibilidades es que tenga dengue, entonces desde ese momento tiene que extremar los cuidados y priorizar colocarse repelente para no contagiar”, apunta Bonvehí.

Pero, ¿qué pasa si no aparece fiebre pero sí otros síntomas? En los últimos días, muchas personas dan cuentan de tener dolores corporales y de cabeza intensos, pero sin fiebre. ¿Es posible que la aparición de la fiebre se demore por haber tomado analgésicos? Los especialistas recomiendan interrumpir por unas horas la toma de analgésicos para ver si aparece la fiebre.

“En general la fiebre es casi universal en el dengue, es muy raro que haya otros síntomas y no aparezca fiebre, en ese caso, es probable que sea otro cuadro”, dice Bonvehí.

Ventana de inmunidad

La ventana de inmunidad que tienen las personas que se contagiaron dengue recientemente durará unos tres meses, afirman los infectólogos. Significa que están protegidos hasta que puedan aplicarse la vacuna. En ese sentido, volviendo a la lista de prioridades para el uso de repelente ante un contexto de escasez, la persona que tuvo la enfermedad y se recuperó, pasados los 14 días, bajaría hasta los últimos puestos de la lista, ya que ya que en los próximos meses no se volvería a contagiar.

“El contagio más frecuente, que en general es el más complejo, es cuando uno recibió el dengue serotipo 1 y se reinfecta con el serotipo 2. Por eso se recomienda que se vacune pasados los tres meses para evitarlo. Se considera que de 3 a 6 meses después, ese paciente puede vacunarse, pero esto es un consenso más que una realidad”, explica López.

“Se utilizó seis meses teniendo en cuenta los datos de la vacuna de origen francés que es la vacuna anterior”, agrega López.

“No es necesario vacunarse inmediatamente, porque ese paciente está protegido de nuevos episodios de dengue por los anticuerpos que genera la infección. Es más, como uno tiene anticuerpos que recién se están produciendo, existe la posibilidad teórica de que haya alguna interferencia y que la vacuna tenga menos respuesta en esos primeros tres meses. Entonces, lo que se recomienda por los dos motivos, porque la persona está protegida y porque puede haber alguna interferencia con la respuesta de la vacuna, es esperar tres meses para darse la vacuna después de un episodio de dengue. La fase de eficacia demostraba la protección del 62% contra el dengue y en promedio del 84% para evitar hospitalización e internación”, dice Bonvehí.

Además, según explican los especialistas, para los que tuvieron dengue previo, la vacuna es más eficaz que para los que no tuvieron.

El triage del repelente

¿Quién sigue en la lista de prioridades para el uso del repelente? “Bueno, es difícil porque es una enfermedad que aún en personas jóvenes y sanas puede generar complicaciones, pero obviamente que hay que proteger a las personas con comorbilidades o adultos mayores, siempre son los que tienen un poquito más de riesgo de complicaciones”, apunta Bonvehí.

“No hay una recomendación formal sobre esto, pero analizando la situación en la cual hay escasez de repelentes, lo que debemos usar cuando salimos del domicilio y vamos a estar expuestos a lugares en el aire libre, repelente personal, porque existen repelentes de ambiente como, los espirales. Podríamos estratificar, por ejemplo, a los niños pequeños, que son los más expuestos, que están en el aire libre ya que tienen menos recursos para protegerse, o las personas que ya tuvieron dengue hace más de tres meses, porque tienen más riesgo de tener dengue grave, y después podríamos estratificarlo por factores de riesgo, como los mayores de 80 años, después de 79 a 70 años, las personas que tienen otras enfermedades crónicas o comorbilidades, que sabemos que son las personas que tienen más riesgo de tener complicaciones.”, dice Heredia.

“Si no hay repelente o hay poco repelente, los chicos menores de un año o menores de seis meses pueden utilizar el tul, que es un excelente para evitar la picadura. Segundo, uno tiene que priorizar a aquellos individuos que si se enferman por dengue, y pueden dar dengue grave. Las embarazadas, los pacientes inmunosuprimidos, y los que tienen enfermedades crónicas y los mayores de 65 años”, asegura López.