Santiago Ascacibar, un campeón con recorrido: el 5 todoterreno que Gago pidió para el Boca 2025 y que defiende tanto como ataca

Santiago Ascacíbar y una fiel imagen de cómo vive los partidos con la camiseta de Estudiantes
Santiago Ascacíbar y una fiel imagen de cómo vive los partidos con la camiseta de Estudiantes - Créditos: @Prensa Estudiantes

Santiago Ascacíbar es un mediocampista bastante completo, de esos que no abundan en el fútbol argentino. Tiene 27 años, es tenaz para la recuperación de la pelota pero también llega al gol. Es el capitán de Estudiantes campeón del Trofeo de Campeones, uno de los referentes de un equipo que logró tres títulos en 2024. Como lo llamarían en la Premier League, un volante ‘box to box’, de esos con un gran despliegue y que no se especializan sólo en la marca, sino que además aportan agresividad ofensiva. Quizás por eso está en la consideración de Fernando Gago para el Boca 2025. Y en libro de pases anteriores ya había estado bajo la lupa de Juan Román Riquelme. También sonó su nombre en River, aunque la prioridad de Marcelo Gallardo estaría en resolver lo de Enzo Pérez.

En el fútbol argentino no hay muchos futbolistas con sus características, que ofrezcan esa mixtura positiva entre defensa y ataque. Hoy también se destacan en ese rubro Christian Ordóñez (Vélez), Felipe Loyola (Independiente) y Rodrigo Echeverría (Huracán). Otros quizás no pasan por su mejor momento en la actualidad, pero responden a esa funcionalidad: Rodrigo Aliendro (River), Toto Belmonte (Boca), Elián Irala (San Lorenzo), Bruno Zuculini (Racing), Nicolás Garayalde (Gimnasia). Nicolás Fernández está lesionado en Godoy Cruz y Juan Nardoni tuvo destellos en la Copa Sudamericana que ganó Racing con aportes interesantes, pero le cuesta mantener la regularidad.

El mapa de calor de Santiago Ascacíbar en 2024: dónde tomó más veces la pelota fue, por lógica, en el círculo central, pero después aporta movimientos de área a área
El mapa de calor de Santiago Ascacíbar en 2024: dónde tomó más veces la pelota fue, por lógica, en el círculo central, pero después aporta movimientos de área a área - Créditos: @Opta Stats Perform

La final que Estudiantes le ganó a Vélez 3-0 por el Trofeo de Campeones quizás sea una buena síntesis de lo que Ascacíbar es capaz de ofrecer. En el 4-2-3-1 que suele presentar Eduardo Domínguez se ubica junto con Enzo Pérez por delante de la línea de 4 y se alternan con el exRiver para los movimientos. A veces aparece más adelantado Ascacíbar, en otras Pérez. Pero así como a los cinco minutos quiso recuperar y cometió una falta en la puerta del área, también llega con asiduidad al punto penal desde atrás (atacando el espacio) y así fue como a los 17 minutos tuvo una chance clara de gol, evitada por un cruce salvador de Valentín Gómez. “Disfruto ser capitán”, reconoce Ascacíbar. Se siente cómodo desde el liderazgo.

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Como se puede observar en el mapa de Opta Stats Perform sobre dónde toma contacto con el balón (estadísticas de toda la temporada) no deja cuadrícula sin marcar, aunque está claro que donde más se repite –por lógica- es en los carriles centrales. En el año jugó 46 partidos: 22 por la Liga Profesional, 16 en la Copa de la Liga, 5 por Copa Libertadores, uno por Copa Argentina y los restantes fueron por la Supercopa Argentina y el Trofeo de Campeones. En total anotó 6 goles y aportó una asistencia. Pero para ser un volante que está más asociado con la marca y recuperación del balón, pisa seguido el área rival: esto se ve en la cantidad de remates (65) un promedio de 1,44 por partido.

Santiago Ascacíbar, capitán de Estudiantes, va abajo para recuperar la pelota ante Pizzini en la final por el Torneo de Campeones
Santiago Ascacíbar, capitán de Estudiantes, va abajo para recuperar la pelota ante Pizzini en la final por el Torneo de Campeones

No comete muchas infracciones pero pueden ser oportunas, tácticas: según datos de Opta Stats Perform, entre todas las competencias cometió 74 faltas (un promedio de 1,64 por encuentro) y lo amonestaron 15 veces, pero también genera infracciones: a él le cometieron 56 (un promedio de 1,24 por cotejo). Una vez que recupera o se desprende en campo rival, tiene oficio para defender el balón. Generó 289 recuperaciones (6,42 por partido) y lideró el rubro dentro del plantel pincha. Además hay que sumarle un promedio de 3,46 quites con posesión. Pero no se quedó en eso, también tiene un alto porcentaje de duelos ganados (más de la mitad, con el 55,3 tomando como referencia las competencias más extensas).

“Las finales se tienen que ganar y el equipo estuvo a la altura del desafío. Esta clase de triunfos te recompensa, te llena de emociones, fue una alegría inmensa volver a Estudiantes y poder ganar tres títulos”, dijo quien regresó a La Plata luego de tener una experiencia en Stuttgart y Hertha Berlín, de Alemania, y Cremonese, de Italia.

El nombre de Ascacíbar apareció en una lista de refuerzos para 2025 que Fernando Gago le entregó a Juan Román Riquelme. Boca, justamente, sufrió en esa zona del campo de juego donde no le sobraron alternativas. Toto Belmonte había empezado a crecer en sus rendimientos, pero se lesionó; a Ignacio Miramón todavía le está costando la adaptación y la falta de rodaje con la que venía; Milton Delgado es bien valorado por el entrenador pero todavía es joven… Lo que más pretenden entre el Consejo de Fútbol xeneize y Gago es reforzar el centro del campo. Desde la personalidad y cómo traba cada pelota, Ascacíbar entraría en el ADN xeneize. Raúl Cascini ya había intentado un sondeo en 2023, pero la transferencia no se dio.

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Ser el capitán de Estudiantes además, en un plantel donde estaban Enzo Pérez, Guido Carrillo, José Sosa y Pablo Piatti es un plus. Desde las estadísticas también lo avalan dentro del grupo unas que entregó @Estudionalytics tomando sólo como referencia la Liga Profesional, siendo el jugador con más pelotas recuperadas, el primero en toques de pelota (1498), el primero en acciones defensivas (46), el primero en duelos ganados (30), el segundo en pases exitosos, hechos con eficacia (1010) y el segundo en goles (4), detrás de Guido Carrillo, que hizo 7; primero en pases en movimiento (1200), segundo en intercepciones (24), segundo en duelos aéreos ganados (55) –no es un detalle menor teniendo en cuenta que mide 1m69-, segundo en remates (39) y en chances de riesgo generadas (27).

Santiago Ascacíbar recibe indicaciones de Eduardo Domínguez; el volante elogia al entrenador
Santiago Ascacíbar recibe indicaciones de Eduardo Domínguez; el volante elogia al entrenador - Créditos: @Prensa Estudiantes

En junio pasado, Ascacíbar compartió una anécdota de sus duelos en Alemania con Thomas Müller en el programa @jaqueymateok. Así fue uno de los diálogos en pleno partido en un Beyern Munich vs. Hertha Berlín: “Yo ya hablaba en alemán. Un día, pero ya jugando para Hertha, él ya me conocía. Jugábamos, nos enfrentábamos. Es flaquito, vos decís ‘este no puede jugar a la pelota’, pero hace 35.000 goles por temporada. Encima lo que transmite en el equipo es increíble. Y yo siempre tenía amarilla, contra ellos (Bayern Munich) siempre me amonestaban. Y en la primera pelota que me llega… Vos tenés la pelota y él (Müller) te va gritando de atrás. Te grita, te grita… Y me doy vuelta y le digo: ‘vos me seguís gritando y te rompo todo. ¡Me tenés cansado!’. Y agarra y me dice: ‘Asca… Tranquilooo que te tengo en el Kicker (el Kicker es un juego como el Gran DT) No te vas a hacer amonestar…' El tipo no quería que le haga restar puntos... Un crack que además te sacaba una sonrisa así de la nada”.

Tiene contrato con Estudiantes hasta 2026 pero (justamente por no abundar futbolistas como él en el fútbol argentino) es seguido de cerca por los clubes más importantes. De todas formas, repite que está cómo en La Plata. Desde chico que se formó en la familia pincha.

Ascacíbar llegó a Estudiantes cuando tenía 8 años y desde ahí tenía mentalidad ganadora. A los pocos meses ya era capitán de su categoría. Lo fichó Omar Rulli, que ya lo conocía de verlo en el club 12 de septiembre y por eso Santiago se salteó la prueba. Fue citado directo para empezar a entrenar. Ahí fue cuando hizo propio el lema que movilizaba a ese grupo, la categoría 97: “Somos todos importantes y ninguno imprescindible”.