Las precarias infraestructuras de Sicilia agravan su crisis hídrica

Joan Mas Autonell

Castelvetrano (Sicilia, Italia), 13 jul (EFE).- Las camionetas con depósitos de agua para regar el campo o dar de beber al ganado son cada vez más comunes en la isla italiana de Sicilia (sur), donde se generalizan las críticas por el precario estado de sus embalses y redes de irrigación, que agrava su profunda crisis hídrica.

Debido a una sequía sin precedentes en la historia de Sicilia no hay suficiente agua y muchos se quejan de que, pese la treintena de embalses que tiene la isla, la falta de un mantenimiento adecuado les ha impedido disponer de capacidad real para acopiar grandes cantidades de un agua que, ahora que escasea, es casi un tesoro.

El Gobierno regional de Sicilia, que ha declarado el estado de emergencia, adoptó el racionamiento en las poblaciones con más escasez hídrica, mientras recauda 92 millones de euros para obras en estructuras hidráulicas claves, pero muchos creen que ya es tarde para parar el golpe.

"Sicilia no tiene infraestructuras básicas ni hídricas adecuadas", se lamenta a EFE Antonio Parrinello, jefe de Protección Civil de la provincia de Trapani, agronónomo y exdiputado del Parlamento regional.

En el oeste de la isla, pueblos como Castelvetrano son la zona zero. Esta semana un grupo de agricultores protestó ante una sede del Ejecutivo regional para exigir una solución urgente a la falta de suministro de agua que amenaza viñas, olivos y árboles frutales que imperan en un territorio centrado en la agricultura.

Alcaldes de la zona denuncian que desde hace 30 años no se toman medidas en las infraestructuras hídricas de Sicilia y achacan los fallos actuales a la falta de planificación.

El malestar del mundo rural es grande en el área de Castelvetrano. Ahí se sitúa el pantano de Trinidad, uno de los muchos de la isla construidos hace décadas y donde el agua escasea, pero aseguran que podría estar más lleno si las autoridades hubieran hecho obras, reformas y los trámites justos para garantizar la viabilidad de la infraestructura.

"Este embalse es la paradoja de la crisis hídrica", declara a EFE Andrea Vanella, viticultor y miembro del secretariado del sindicato agrícola FLAI-CGIL en la provincia de Trapani, mientras lo observa.

La presa "quizás no llega a irrigar 10% de cultivos de la zona" y si no se toman medidas, "los terrenos acabarán siendo improductivos", alerta Vanella, que acusa al Gobierno regional de "no dar respuesta a los agricultores" y de mala gestión en épocas de lluvia en el pasado, "cuando mucho del agua que llegaba al pantano acababa al mar".

Según Parrinello, el embalse Trinidad ilustra "el conjunto de problemas del agua siciliano", pues fue construido para almacenar hasta unos 20 millones de metros cúbicos de agua, cantidad que se habría podido retener con las lluvias de varios años y sería "suficiente para regar 6.000 hectáreas de cultivos por un período de cuatro o cinco años".

Sin embargo, la presa nunca se llenó por completo por motivos de seguridad, pues hay un problema técnico en los diques no resuelto.

A su vez, en los últimos años, cuando las lluvias dejaban más agua en el pantano del habitual, "las compuertas se abrían y el agua se echaba sin conservarse ni derivarse al regadío", explica Vanella.

Ahora, "el embalse está al mínimo de capacidad y ni siquiera entra agua porque hace mucho que no llueve", asegura Parrinello. Esto es similar en los otros embalses de Sicilia: "Podrían tener mucho más agua, pero casi ninguno está en buenas condiciones", agrega.

A ello se añade "el mal estado" de las redes de regadío, "obsoletas y con pérdidas enormes de hasta el 50% del agua".

"Las condiciones climáticas, la falta de lluvia y la sequía actual no tienen precedentes, pero nuestros gobiernos no supieron gestionar la situación", denuncia Gian Paolo de Vita, viticultor de la zona a cuyos viñedos casi no llega el sistema de irrigación.

"Teníamos instrumentos para resistir, los embalses. Si se hubiera hecho una buena política ahora podríamos tener agua", lamenta.

Para Parrinello, la única acción para revertir la situación actual es intervenir cuánto antes y "hacer una inversión" que refuerce la infraestructura hídrica del conjunto de Sicilia.

"Sicilia tiene que reapropiarse del agua", comenta el experto, que alerta de que se tiene que actuar con urgencia ante un proceso de desertificación de la isla que "ya es casi irreversible". EFE

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