Todos fuimos infectados por la política tóxica: es hora de redescubrir lo mejor de nosotros

A continuación se transcribe el editorial del diario de The Washington Post sobre el atentado contra el candidato Donald Trump

Afortunadamente, se informó que Donald Trump está “bien” después del aparente intento de acabar con su vida por parte de un francotirador apostado en un techo de las inmediaciones durante un acto de campaña del expresidente en la localidad de Butler, Pensilvania. Los agentes del Servicio Secreto reaccionaron rápidamente para protegerlo y abatieron al presunto atacante.

Es muy alentador que dirigentes de todo el espectro político, incluidos algunos con quienes Trump ha chocado, hayan condenado rápida y contundentemente el ataque. “No podemos convertirnos en esto”, dijo el presidente Joe Biden, y el senador republicano Mitt Romney calificó el hecho como “monstruoso y ruin”.

Nos sumamos a esos calificativos.

Si hay algo que nos recuerdan las horas más oscuras de la historia norteamericana, o sea las ensombrecidas por la violencia política, es que la incitación al odio debe ser enfrentada siempre y que jamás debe ser tolerada. El privilegio de poder hablar libre y abiertamente, la maravilla de los actos de campaña a cielo abierto y la participación política apasionada dependen de una atmósfera sin miedo ni intimidaciones.

¿Entonces qué pensamos hacer?

En este momento, debemos reconocer que todos hemos sido afectados por la política tóxica, sin importar lo que creamos o dónde caigamos dentro del espectro político.

¿Será entonces buen momento para frenar y redescubrir lo mejor de nosotros, para escuchar nuestras voces interiores tan claramente como escuchamos esos disparos? ¿Qué pensamos hacer los estadounidenses?

Ya no es cuestión ni depende de los políticos ni de los editoriales de los medios.

La responsabilidad es nuestra, en tanto habitantes y ciudadanos.

De hecho, como dijo Benjamin Franklin, esta república solo será nuestra “si logramos conservarla”.

Empecemos hoy mismo.

(Traducción de Jaime Arrambide)