Melissa Amaya y su victoria sobre Samantha Jean-Francois que la confirma como figura en Combate Global

Melissa Amaya festejando su triunfo del sábado pasado. (Cortesía Combate Global)
Melissa Amaya festejando su triunfo del sábado pasado. (Cortesía Combate Global)

Melissa Amaya ha mantenido su sólido invicto (7-0) en Combate Global. La peleadora de 29 años derrotó a Samantha Jean-Francois, que le aventajaba en experiencia, pero se encontró ante una Mamba potente que obtuvo la victoria por nocaut técnico en el segundo asalto. Fue un triunfo tan imponente como valioso: Amaya se fracturó la mano el año pasado y tuvo que emprender un proceso de recuperación que, para su buena fortuna, se saldó de la mejor forma.

"Tenía mucha energía. La última vez que me preparaba, en octubre, me quebré la mano. Fue un sueño volver. Esta semana tuve un bajón. Llegué a mi casa y estaba todo calmado... quería más acción. Sentía que podía dar más", reflexionó Amaya en entrevista con Yahoo! Deportes. Ella quería volver y se preparó a tope para ello. No había miedo a nivel físico, tenía muchas ganas de regresar, pero realizó mucho trabajo emocional. "Cuando empecé a sentirme feliz y con confianza, sentí que iba a pasar algo bueno. Lo mental fue lo más difícil, lo físico no".

Fueron dos fracturas de mano las que superó en 2023. Antes había superado ya dos cirugías en las rodillas, que le costaron un tiempo titánico de recuperación: nueve meses para cada una. Ella nunca se dio por vencida. "Regrese más fuerte y no se nota que tenga problemas". Amaya es una apasionada de los deportes. Le gusta la acción. En los entrenamientos, disfruta ser entrenada con exigencia, pues así puede dar lo mejor de sí. Combate Global le ha dado una exposición insólita, que hoy es el orgullo de su familia.

"Mis padres no pensaban que fuera a pelear. Tengo tres hermanos y yo soy la única mujer. Creo que estuvieron un poco nerviosos, pero ahora les gusta decir: "¡mi niña pelea!", se sincera. Además, Amaya es muy ecuánime al analizar su récord invicto, un sello de calidad, sin duda, pero que no lo es todo en las MMA. "A mí no me importa. Yo sé que hay mucha presión de gente. Si dejas que entre a tu corazón, entonces sí es fácil sentirse mal. Pero siempre recuerdo que yo me metí a las MMA para ponerme retos. Tu récord no está contigo en la jaula. Para mí, cada vez que estoy en la jaula estoy 0-0. Si no te cuidas, puedes acabar en el hospital".

Mamba ha formado parte de un hito para Combate Global: una transmisión, a través de Univisión, que superó a las carteleras que presentaron esa misma noche del sábado la UFC y Top Rank Boxing. El evento atrajo a 639 mil 000 espectadores. Amaya puede presumirlo. Vivió la acción y ahora trata de encauzar sus emociones: lo hace con piano y lectura, dos de sus pasatiempos cuando no se está preparando para algún combate.

Porque cuando toca trabajo, lo da todo. Siempre pensando en ella. No le gusta obsesionarse con las tácticas de las rivales. Esa tarea queda delegada en su entrenador, que arma los mejores planes para ella y Amaya los absorbe con aprendizaje constante. Tampoco le gusta pensar a largo plazo. Sostiene que no hay nada más importa que el hoy y ahora.

"Mi única meta es disfrutar del presente, porque nunca sabes qué pueda pasar". Y da de tiempo un estimado de cinco años para finalizar su trayecto en las MMA. Quiere llegar a lo máximo que sea posible, pero sin obsesionarse con el porvenir, únicamente con la siguiente pelea como meta. Ahora le toca descansar y recuperarse. Ya vendrán nuevas noches de combate y mirada del tigre.

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