Marcelo Moretti en San Lorenzo: el presidente resiste ante los rumores de licencia por la crisis económica y futbolística del club de Boedo
La crisis de San Lorenzo promete tener más capítulos: este lunes empezaron a circular versiones en el club de Boedo que el presidente Marcelo Moretti estaría analizando la posibilidad de pedir una licencia por tiempo indeterminado. El máximo responsable de la institución venía siendo cuestionado pero había quedado en el ojo de la tormenta (como nunca antes) este último viernes, con situaciones que se dieron primero en el Polideportivo y luego en el Nuevo Gasómetro. Los dirigentes están reunidos en busca de soluciones.
Moretti evaluó la posibilidad de la licencia, pero no tiene ganas de dar ese paso. Pretende seguir buscando soluciones en un ámbito complejo. La oposición encabezada por Matías Lammens está expectante pero también el presidente tiene cierta división en el bloque oficialista: allí también hay dirigentes que le aconsejan tomarse una licencia. Si se llegara a confirmar la licencia, quien debería asumir como presidente es el vice primero, Néstor Navarro.
El 2024 del Ciclón fue muy malo, tanto en lo institucional como en lo deportivo. Finalizó 24° en la Liga Profesional y 23° en la tabla anual, muy lejos de los puestos de clasificación a las copas internacionales, con los que al menos se esperanzó al principio de la llegada de Miguel Ángel Russo, que como DT había sacado varios puntos.
Además Moretti tuvo conflictos con dos entrenadores que además son ídolos de San Lorenzo, como Rubén Darío Insua y Leandro Romagnoli. También terminó separando del cargo a Néstor Ortigoza, que estaba como presidente del Consejo de Fútbol.
“Fue un año horrible, no ganamos un clásico, estamos mal en la tabla. Son cuatro años, recién va el primero. ¿A ustedes les parece que tenemos un mal plantel? No fue fácil renovar el contrato a Braida, Luján, Hernández. A nosotros no se nos escapó ningún jugador. Estamos en una situación de violencia extrema. Es todo política”, dijo en la previa del partido con Tigre en declaraciones a radio La Red. Y agregó el viernes sobre el pedido de elecciones por parte de los hinchas, enojados por la situación del club: “Tardé 15 años en llegar a donde llegué, no me voy a ir, tenemos más fuerza que nunca, seguimos por este camino, levantando inhibiciones, saneando el club”.
Lo que había generado el malestar y la suspensión de la Asamblea de Socios para aprobar el balance 2023/24 fue la versión de las ventas de dos juveniles del club, Santiago Sosa y Agustín Hausch a Defensa y Justicia, pero esto también fue negado por Moretti: “Para pagarle a los jugadores pusimos plata los dirigentes. Son casi 2 millones de dólares. Pusimos mucho dinero los dirigentes. Hay que tener conocimiento de causa para opinar”.
El tema de las ventas de Sosa y Hausch al conjunto de Florencio Varela fueron el detonante para que los hinchas suspendieran el viernes la asamblea en el Polideportivo Lorena Alloni para mostrar un balance del club. Sin embargo, alrededor de 200 socios irrumpieron en el evento e hicieron que se suspenda. En clara alusión a los dirigentes, los hinchas cantaron “que se vayan todos”. La salida de juveniles para cubrir las deudas y salarios atrasados finalizó con los gritos: “Los pibes no se venden”. La Comisión directiva buscaba aprobar la gestión 2023-2024 -a un año de la asunción de Moretti como presidente- pero el ingreso de hinchas con cantos provocó que no pudiera continuar.
Los problemas se potenciaron esa misma noche, luego de la derrota ante Tigre, en el Nuevo Gasómetro, por la última fecha de la Liga Profesional: hubo silbidos y críticas para los jugadores y dirigentes, pero en especial insultaron a Moretti.
Leandro Goroyesky, tesorero del club, había dicho tras la derrota con Tigre por 1-0 en declaraciones a TNT Sports: “Es entendible el enojo de la gente, no se hizo el torneo que esperábamos. Tenemos que llevar un mensaje de tranquilidad, entendemos el enojo de la gente, es super entendible. De nuestro lado realizar la autocrítica pertinente siempre que los resultados no se dan, evidentemente en algo estamos fallando, en algo, nos estamos equivocando. Tendremos que cambiar, tratar de mejorar las cosas para el año que viene poder hacer una mejor campaña y mejorar las cuestiones estructurales que tiene el club que a veces hacen que se haga muy difícil poder gestionar como uno pretende”.
El dirigente dejó en claro las dificultades de la comisión directiva por las deudas y el déficit operativo del club: “San Lorenzo tiene problemas económicos estructurales que son muy profundos, vienen de muchos años no hay una receta mágica para encararlos, sí tendremos que perfilar para el año que viene sin lugar a dudas un presupuesto mucho más austero en general porque no tenemos competiciones internacionales, siempre con inteligencia, tratando de mantener un plantel competitivo, pero ser claros con esto, hay que sanear al club y a partir de ahí proyectar el posible diseño del armado de plantel y también el club en general”.