Una de las joyas de las artes marciales mixtas españolas dio el golpe. Una definición impactante de “El Fenómeno” español. Joel Álvarez noqueó a Drakkar Klose en el primer round y sumó su finalización número 22, un registro increíble que pocos igualan en el mundo de las MMA. El peleador asturiano tuvo un 2024 perfecto: cinco combates y cinco victorias, cuatro de ellas por KO, y un título mundial.

En el evento realizado en Tampa, Álvarez se robó toda la atención por el brutal nocaut que logró en apenas un puñado de minutos. “Soy español, joder, somos así por naturaleza”, fue la respuesta de Joel en el octágono apenas terminó el combate con Drakkar Klose, que salió con el plan de derribar al español pero no le resultó. El Fenómeno, 10 centímetros más alto, controló la distancia y evitó cualquier movimiento del estadounidense. Y cuando una oportunidad conectó una combinación que mandó a su rival conta la reja y una rodilla arriba sacó del juego a Klose.

Desde 2019, solamente una leyenda como Charles Oliveira suma más nocauts que Joel en el peso ligero. Pero el español, con siete victorias ya en UFC (su última derrota fue ante un Tsarukyan que en enero peleará por el cinturón ante Makhachev) le apunta al top 15 del peso ligero de la UFC. El éxito del español resonó con fuerza porque fue ante un rival que da espectáculo y que llegó al combate con 11 peleas en la UFC y apenas dos derrotas.

“Esta victoria para mi mujer y mi hija, que me esperan en casa. Voy para allá, chicas”, dijo Álvarez muy emocionado por la victoria y ya proyecta su próximo combate para abril o mayo e intentará medirse en welter una división que ahora domina Belal Muhammad pero que tiene peleadores como Rakhmonov, Ian Garry, Usman, Edwards.

Un combate sangriento

Colby Covingon, que llegaba como uno de los favoritos de la jornada, se presentó en la pelea estelar de UFC Tampa, en busca de la victoria sobre Joaquin Buckley, pero recibió un severo castigo y se fue con una derrota a cuestas por nocaut técnico.

Un corte en la ceja derecha que sufrió tras un potente golpe de Buckley lo dejó lejos de su mejor versión. El rival advirtió que esa lesión estaba limitando a su rival y lo castigó sobre la zona. El combate se transformó en un duelo sangriento.

En el tercer round, al saberse abajo en las tarjetas, Covington salió a buscar la victoria con un derribo, pero Buckley siguió mostrando una buena técnica de defensa y evitó la intención. El ojo derecho de Covington seguía sangrando y eso obligó al juez y los médicos a detener la pelea.