¿Lionel Messi está para reaparecer tras la segunda lesión más importante de su carrera?

Aquellas lágrimas y el gesto compungido de Lionel Messi durante la final de la Copa América, el 14 de julio, respondían al profundo conocimiento que adquirió de su cuerpo de deportista a lo largo de tantos años en la alta competencia. Sentía el dolor y la frustración por lo inmediato, porque debía dejar al seleccionado argentino a los 20 minutos del segundo tiempo, con el partido ante Colombia aun 0-0. Y también lo atrapaba la preocupación por el mediano plazo, porque ya empezaba a intuir que la lesión en los ligamentos del tobillo derecho lo iba a alejar de las canchas por un tiempo prolongado.

Los augurios más pesimistas de Messi se cumplieron porque solo una vez en su dilatada carrera había atravesado por una inactividad más extensa que la actual a causa de una lesión, que ya transita los 59 días, con la perspectiva positiva de que la reaparición es inminente. ¿Será el próximo sábado, cuando Inter Miami recibirá a Philadelphia por la MLS?

Gerardo Martino, en las últimas conferencias de prensa, venía informando de la positiva evolución del rosarino, que progresivamente incrementó la actividad en las prácticas durante las últimas dos semanas. Pero algunas alarmas se encendieron este miércoles, cuando Messi no participó del entrenamiento. El motivo no tuvo nada que ver con el tramo final de su recuperación, sino con una irritación en la garganta y un leve estado gripal. “El guardaespaldas de Messi, Yassine Chueko, estaba allí, dando vueltas fuera del gimnasio, lo que suele ser un indicio de que Messi está en el edificio”, reportó el medio Miami Herald.

Las próximas horas arrojarán luz sobre si podrá volver a la competencia en la que por última vez jugó el 2 de junio, en un 2-2 frente a St. Louis. En la actual temporada de la MLS, Messi hizo 12 goles en igual cantidad de encuentros. La lesión lo marginó de ocho encuentros de Inter Miami y de los dos recientes del seleccionado por las eliminatorias.

Urgencias no tiene Inter Miami por volver a contar Leo cuanto antes. El equipo del Tata Martino marcha primero en la Conferencia Este, con ocho puntos de ventaja sobre el segundo, y también lidera la tabla general. Quedan ocho fechas y las Garzas ya están clasificadas para los play-offs.

Del regreso de Messi también está pendiente el seleccionado argentino para saber si Lionel Scaloni podrá convocarlo para la próxima doble fecha de las eliminatorias: Venezuela (10 de octubre, visitante) y Bolivia (15 de octubre, local).

Lo concreto es que hay ir muy atrás en el tiempo para encontrar un lapso de inactividad más extenso que el actual debido a una lesión. En noviembre de 2006, Leo, jugando para Barcelona, sufrió la fractura del quinto metatarsiano izquierdo tras un foul de Zapater (Zaragoza). Fue operado y le colocaron un tornillo para estabilizar la fractura. La rehabilitación completa le demandó 91 días hasta que volvió a jugar, período en el que quedó al margen de 18 cotejos de Barcelona y uno en el seleccionado.

La recuperación que encaró en estos dos meses la combinó con las vacaciones tras la Copa América. Una vez que pudo quitarse la bota que le inmovilizaba el tobillo y mientras completaba sesiones de kinesiología y gimnasio, en sus redes sociales y en las de Antonella Roccuzzo se lo vio disfrutar de paseos familiares en yate en Miami, algunos con su amigo Luis Suárez y la familia. También asistió como espectador a los partidos de local.

Mientras tanto, la colonia argentina de Inter Miami sigue ampliándose con la reciente incorporación del arquero Oscar Ustari, quien estableció una estrecha relación con Messi desde que compartieron los seleccionados juveniles. Ambos integraron el plantel campeón del mundo Sub 20 en 2005 y el Sub 23 que conquistó la medalla dorada en Pekín 2008. En su momento trascendió que José Pekerman incluyó a Ustari en la lista para el Mundial 2006 por su cercanía con Messi y la contención que podía darle en el que fue su primer mundial, con 19 años recién cumplidos.

Ustari, de 38 años, es el noveno argentino en el plantel de Inter Miami, que además cuenta con Messi, Tomás Avilés, Marcelo Weigandt, Federico Redondo, Facundo Farías, Nicolás Freire, Franco Negri y David Martínez. El guardavalla surgido en Independiente estuvo atajando en el primer semestre de este año en Audax Italiano, de Chile. En principio se incorpora para ser suplente de Drake Callender, ya que el segundo arquero, Carlos dos Santos, fue operado en una mano.

En su presentación, Ustari se refirió al afecto que lo une a Messi: “La máxima figura mundial es Leo. Siempre valoro cómo lleva todo, con pies de plomo, sin olvidarse de sus raíces. Conmigo siempre se comportó igual. Me pone muy feliz que con esa terquedad que tiene haya logrado todo lo que logró, se lo ganó con trabajo y esfuerzo. Hoy está en una etapa de disfrutar y yo estoy feliz de estar ahí, viéndolo disfrutar”.

Sobre su aportación a Inter Miami, Ustari comentó: “Creo que puedo ayudar de muchas maneras, tanto si juego como si no. Me gusta hablar con los otros jugadores, con los jóvenes, compartir lo que he vivido dentro y fuera del campo. He seguido muchas veces a Drake mientras veía jugar al equipo, y es un gran arquero. Me sorprendió el recibimiento que me dio, lo que demuestra el carácter que tiene como persona”.

En cuando a lo futbolístico de Inter Miami, un aspecto que se puso a consideración en los últimos días fue la disciplina en los partidos. Con 70 amonestaciones, es el tercer equipo de la MLS que recibió más tarjetas amarillas, detrás de DC United (79) y Toronto (77). Tomás Avilés, en 22 encuentros, acumuló 10 amonestaciones y dos expulsiones. “Creo que los jugadores latinoamericanos somos un poco más intensos y agresivos, no creo que la gente esté acostumbrada a eso”, se justificó el ex-Racing.

Tata Martino abordó la cuestión: “Sigo insistiendo en que, sobre todo con los jugadores jóvenes que tienen tanta calidad, lo mejor es hablar con ellos y hacerles saber que está bien que tengan ese temperamento, esa agresividad, porque eso habla bien de él (por Avilés) y de lo que le ofrece al equipo. Pero hay un punto en el que tiene que discernir cuándo y dónde cometer un error. Pero no estoy aquí para castigarlo. Al contrario. Estoy para ayudarlo a crecer de la mejor manera posible, para que pueda transformarse en el jugador que seguramente será si corrige esto, porque tiene unas cualidades enormes”.