Juegos Paralímpicos: Gustavo Fernández consiguió la medalla de bronce en París y lo festejó a pura emoción

Histórico triunfo para el tenis adaptado: Gusti Fernández logró la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos
Histórico triunfo para el tenis adaptado: Gusti Fernández logró la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos - Créditos: @twuitter

Gustavo Fernández es una auténtica leyenda y supera los límites frente a cada desafío. Esta vez, consiguió la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de París 2024, su primer gran premio en una competencia de este tenor. El cordobés de 30 años se impuso en el simbólico estadio Philippe Chatrier de Roland Garros sobre el español Martín de la Puente por 6-1 y 6-2 y celebró con emoción. Un hecho histórico. Uno más.

“Es una locura. Independientemente de que hoy me voy con el premio, fue una semana en la que disfruté mucho. El objetivo era ese, disfrutar y poner el tenis que sé que puedo jugar. Venimos de hacer un trabajo muy duro para poder aislarme del contexto externo, que era mi cuarto Juego y no tener una medalla. La satisfacción de ser medallista es impagable, contó.

Gusti Fernández, impactante
Gusti Fernández, impactante - Créditos: @twuitter

Los datos ayudan a comprender la dimensión del logro. Fernández se convirtió en el primer jugador argentino, y el primer jugador del continente sudamericano, en ganar una medalla paralímpica en cualquier categoría de tenis en silla de ruedas. La Argentina es la octava nación en ganar una medalla en el juego paralímpico de tenis en silla de ruedas de París 2024, después de China, Gran Bretaña, Israel, Japón, Países Bajos, Sudáfrica y España. Sólo 16 países ganaron una medalla paralímpica en tenis en silla de ruedas desde que se convirtió en un deporte con medallas en 1992.

Su explosión, su emoción genuina que va más allá de un triunfo deportivo, tiene su explicación. Superó una durísima operación y estuvo envuelto en serios problemas de salud mental. “Cuando caí en el pozo y toqué fondo, tuve muchas manos de las que agarrarme”. Lo contó recientemente en una entrevista con La Nación: tuvo sumamente comprometida su salud en 2023 y, ahora, mientras disputaba los Juegos Paralímpicos de París 2024, en los courts de polvo de ladrillo de Roland Garros, contó que, otra vez, se sintió “pleno”.

El paratleta de 30 años, en la elite del tenis en silla de ruedas desde hace más de una década y actualmente N° 4 del ranking ITF (Federación Internacional de Tenis), consiguió en París su primera medalla paralímpica en su cuarta participación. Un infarto medular con un año y medio de vida lo dejó paralítico de la cintura para abajo, pero eso no le impidió seguir los pasos de su padre, el basquetbolista Gustavo “Lobo” Fernández, ni de su hermano Juan Manuel Fernández (también basquetbolista), y convertirse en un deportista profesional de elite, llegando a ser abanderado paralímpico argentino en Río de Janeiro 2016.

Sufrió una hemorragia interna a partir de una operación de amígdalas que estuvo cerca de costarle la vida (“Se salvó porque es joven y el corazón bombeó, pero estuvo al límite”) y que lo llevó, a finales de ese año, a sufrir ataques de pánico y padecer un severo trastorno de ansiedad generalizado.

Es a su mujer, Florencia Tagliaferro, a la primera que nombra al acordarse de todo lo que vivió. “Se quedaba conmigo a las tres de la mañana poniéndome meditaciones para que yo pudiera dormir, porque me despertaba con pánico del miedo y sin poder respirar”, explicó Fernández. Regresó, incluso, a la casa de sus padres, Nancy Fiandrino y Gustavo, “como cuando tenía 15 años”. “Me fui a dormir a mi habitación, acobijado por mis padres”.

“Fue duro, porque nosotros siempre lo vemos tan fuerte. Siempre se creyó que era un superhéroe y se dio cuenta de que es un ser humano”, explicó la mamá de Gusti, durante los primeros días en París.

Ahora mismo, todo es alegría. Y jamás olvida los duros momentos vividos. “El trabajo de lograr acomodar mi mente y mi cuerpo para ir y rendir fue muy bueno. Estoy muy orgulloso, satisfecho y feliz. No sé qué lo hace tan especial. Esta medalla, independientemente de que es la de bronce y quería la de oro, el valor que tiene es muy grande. Es algo que vengo soñando hace mucho, es algo hermoso. Esto es extraordinario. Este bronce tiene un valor muy grande por cuánto me costó llegar hasta acá”.

El cordobés, que fue número uno en 2017, nació en Río Tercero, Córdoba y tiene una asombrosa trayectoria en el deporte. Ganó como singlista Melbourne (2017 y 2019), Roland Garros (2019 y 2016) y Wimbledon (2019), además de haberse consagrado con la medalla de oro en los últimos cuatro Juegos Parapanamericanos (Santiago de Chile 2023, Lima 2019, Toronto 2015 y Guadalajara 2011). Además, consiguió otros pergaminos: Roland Garros en 2019 y Wimbledon 2015 y 2022 en la especialidad de dobles, sumados a tres medallas doradas en esa misma modalidad en los Juegos Parapanamericanos.

Las repercusiones no tardaron en llegar. Una de las más emotivas fue un posteo de Gabriela Sabatini, que publicó un sonoro: “Vamoooos”.

El lauro vale mucho más que una medalla. Gustavo es una referencia del tenis adaptado mundial en la última década y siempre anheló conseguir este premio, más allá de los grandes torneos de tenis, en el circuito tradicional. Y se dio en un contexto muy especial: en la pista central de Roland Garros, con el techo cerrado y tiempo después de una temporada de oscuridad física y mental. “Empecé de cero, otra vez. Y llegué hasta acá, con la ayuda de todos”, sostuvo.

“Poder jugar con estadios llenos y la gente involucrada y emocionada en los partidos fue algo único”, explicó. Siempre desafiante con los objetivos, siempre quiere algo más. “Me saqué un pesito de encima de poder darle este premio al país al decir, mirá, traje la medalla que me pedían, por así decirlo”, añadió, sonriente.

Su rival, el español De la Puente, suele ser un compañero de entrenamientos durante la temporada, hasta forjaron una amistad. Suelen compartir días y noches en Barcelona, siempre en sintonía con Fernando San Martín, el entrenador de su rival y quien fue indispensable en los primeros pasos del cordobés. Para Gusti, es un hito. Por eso, su explosión, sus palabras de afecto hacia Florencia Tagliaferro, su mujer y Jonathan Abadie, su entrenador. Fernández sigue haciendo historia.