La selección argentina sub-23 sufrió una polémica derrota ante Marruecos durante su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024. Más de una hora y media después del abrupto final del encuentro, que había concluido 2 a 2 con un gol de Cristian Medina y se suspendió por agresiones de la afición -con bombas de estruendo y botellazos- a los jugadores, la TV oficial mostró la imagen de la jugada del gol del empate, revisada por el VAR. Acto seguido, el árbitro marcó un offside previo al tanto del jugador de Boca Juniors. El resultado fue entonces revertido a 2 a 1, se disputaron tres minutos más y el partido concluyó con victoria marroquí. Tras el controversial cierre, el capitán de la selección campeona de la Copa América 2024, Lionel Messi, expresó su malestar en redes. “Insólito”, escribió el delantero del Inter Miami en una historia de Instagram.

Messi no fue el único integrante de conjunto de Lionel Scaloni en repudiar lo sucedido esta tarde en la capital parisina. “Saliendo del circo, ¿vamos a hablar del motivo por el que se suspendió o nos vamos a seguir haciendo los boludos? Si hubiese sido al revés ni me imagino lo que estarían diciendo”, escribió Nicolás Tagliafico en X.

En la misma línea había opinado momentos antes el entrenador del conjunto argentino, Javier Mascherano: “Es el circo más grande que vi en mi vida. Ayer nos entraron a robar el predio. Hoy invadieron siete veces el campo y después nos tiraron petardos. Nos dijeron que estaba terminado 2 a 2. Lo suspendieron por razones de seguridad. Nosotros ni Marruecos quería jugarlo”. “Es un papelón histórico. Nunca pasó algo así”, acotó Nicolás Otamendi en TyC Sports.

Rodrigo De Paul, por su parte, prefirió dejar de lado la polémica y arengó también en Instagram: “¡Más que nunca con ustedes. Pueden contra todos!”. En simultáneo, Roberto Garnacho, hermano del delantero campeón de la Copa América con la Argentina, insistió en la red social X: “Después de todo lo que pasó hoy, no quiero ver ninguna publicación o posteo más en el que digan que la Argentina es siempre a la que benefician”.

El empate argentino sobre el final, ataques a los jugadores y polémica por el VAR

La acción que cambiaría el partido comenzó con una gran jugada individual por parte de Thiago Almada. El 10 gambeteó a dos rivales, cuando se jugaban 60 minutos del segundo tiempo desde izquierda hacia el medio y le pegó al arco. Luego de un primer intento que rebotó en un defensor rival, la pelota volvió a quedarle y Almada volvió a pegarle de primera. El arquero marroquí dio rebote y fue Otamendi quien disparó fuerte de primera. El guardameta africano se lució y el balón se estrelló en el travesaño; luego la pelota le quedó a Bruno Amione que cabeceó, volvió a dar en el travesaño y fue Medina quien la empujó con la cabeza. Era el 2 a 2.

Tras el festejo de los argentinos, la situación se desmadró. Primero les lanzaron todo tipo de objetos a los futbolistas de la albiceleste, y con el correr de los minutos el escenario empeoró. Se metieron muchos espectadores marroquíes al campo de juego y además, lanzaron una bomba de estruendo al banco de suplentes argentino. A raíz de los incidentes, el encuentro fue suspendido por tiempo indeterminado y muchos presumían que el empate ya estaba sellado.

Sin embargo, una hora y media del cierren, desde el VAR notaron que Bruno Amione estaba unos centímetros adelantado previo a su participación en la acción, que fue antes de cabecear al travesaño. Por este motivo, el árbitro sueco Glenn Nyeberg se acercó al monitor y luego de ver la jugada, anuló el gol del empate.

Dentro de esa misma jugada, el equipo olímpico argentino también hizo su protesta sobre esa jugada puntual. Cuando pateó Otamendi, antes de que la toque el arquero, los jugadores argentinos reclamaron una mano de un defensor . Todo anterior a la posición adelantada, pero el juez principal no dio lugar a ese reclamo.

El partido continuó y se disputaron tres minutos, en los que la Argentina fue decidida a buscar la igualdad, pero no pudo conseguirlo y Marruecos ganó el partido por 2 a 1. El equipo de Javier Mascherano jugará el próximo sábado a las 10 de la mañana (hora de la Argentina) frente a Irak, en Lyon. Allí buscará recuperarse para no tener problemas en clasificarse a los cuartos de final, instancia a la que acceden los dos primeros de cada grupo.