Interna feroz en Uruguay: Bielsa quedó en una situación límite por los cuestionamientos de sus jugadores

Luis Suárez y Bielsa, una relación breve y tempestuosa
Luis Suárez y Bielsa, una relación breve y tempestuosa - Créditos: @Ernesto Ryan

“El tsunami está en curso y las consecuencias aun no fueron escritas”. La prensa uruguaya elige el fenómeno climático más virulento para reflejar el estado del seleccionado charrúa, tras las declaraciones de Luis Suárez, avaladas por algunos de sus excompañeros, contra Marcelo Bielsa y su manera de relacionarse con el plantel y empleados del predio Casa Celeste. Unos modos muy cuestionados, que el delantero Agustín Canobbio, para agregarle más leña al fuego, llegó a catalogar este martes como una “falta de respeto”. José María Giménez fue el más conciliador: “Siempre apoyando al entrenador al 100 por ciento. Yo veo una oportunidad de solución”.

La historia está abierta, el conflicto siguió sumando voces en las últimas horas y el desenlace es incierto. Uruguay, tercero en las eliminatorias, enfrentará el próximo viernes en Lima a Perú, pero la buena situación deportiva, con la holgada clasificación al Mundial que está consiguiendo en este momento, pasa a un segundo plano. ¿Puede Bielsa seguir al frente de un grupo que públicamente lo expone como un conductor insensible, con rasgos autoritarios?

Suárez y otros jugadores que se hicieron eco de sus palabras, como Federico Valverde, Nahitan Nández, Sergio Rochet y Canobbio, plantearon un escenario destituyente, si no fuera porque dejaron la puerta abierta a una reunión para acercar posiciones. Quedaron a un paso de exigir “él o nosotros”. Suárez tensó más la cuerda al develar que más de un jugador pensó en renunciar tras la Copa América. El encuentro entre Bielsa y los futbolistas -sin Suárez, que se despidió del seleccionado cuando el entrenador no le aseguró que lo seguiría convocando hasta fin de año- se produjo a partir de la concentración que este martes comenzó en Montevideo.

Valverde: “Luis no exageró, dijo la verdad”

La posición que tomará Bielsa es desconocida. Siempre fio sus proyectos a la adhesión de sus dirigidos. Considera primordial una identificación con su propuesta futbolística, si bien en este caso el cortocircuito surgió por el lado de la convivencia. Si no quieren su salida, es evidente que los futbolistas pretenden un cambio. Habrá que ver si Bielsa admite que el reclamo es legítimo y, en ese caso, rever su trato cotidiano.

PUBLICIDAD

Desde la Asociación Uruguaya de Fútbol no hubo ningún pronunciamiento. En su momento, a LA NACION le transmitieron desde la AUF una plena conformidad en lo futbolístico: “El trabajo que se está haciendo es muy bueno. Bielsa es fiel a su estilo, que es lo que esperábamos cuando se lo contrató. La selección muestra un juego dinámico, moderno. Inclusive en el partido que se perdió con Ecuador (eliminatorias), por momentos se tuvo muy buen fútbol. No tenemos dudas de que con trabajo y planificación, Uruguay podrá desplegar un nivel que lo posicione en lo más alto del fútbol mundial”.

Marcelo Bielsa grita una indicación durante un partido de las eliminatorias
Marcelo Bielsa grita una indicación durante un partido de las eliminatorias - Créditos: @FEDERICO PARRA

Un dirigente que siguió desde un comienzo la contratación de Bielsa y la evolución de los acontecimientos le reconoció a este diario la controversia, sin dejar de ser optimista: “Yo creo que Bielsa tiene su personalidad y eso lo sabía todo el mundo. Todos los técnicos tienen sus cosas, quizá Bielsa es más especial en el trato personal con todos, no hace diferencias. Creo que su forma de ser chocó con el ego de algún jugador y por eso se producen estos problemas. Entiendo que se van a componer fácilmente desde la interna”.

La opinión pública uruguaya está dividida. Algunos apoyan a Bielsa y otros a los jugadores insurgentes. Lo que es unánime es la sorpresa por las expresiones que hizo Suárez una vez retirado del seleccionado. Unas palabras que se contraponen con las que había dicho sobre el rosarino en diciembre de 2023: “Con Bielsa hay un respeto mutuo. De él hacia el jugador y del mío al entrenador. Te das cuenta de que los compañeros que estuvieron con él van aprendiendo muchas cosas y están disfrutando una linda etapa en la selección”. Nueve meses después, el Pistolero sorprendió: “(Bielsa) Ha separado a todo el grupo… me parte el alma que en el Complejo se viva así hoy”. Distanciados de Bielsa, en los últimos meses se desvincularon un médico, dos kinesiólogos, el entrenador de arqueros (Carlos Nicola) y personal de intendencia del predio de concentración.

Temporalmente, en medio de las dos manifestaciones del compañero de Lionel Messi en Inter Miami, Bielsa defendió a sus jugadores casi hasta la inmolación tras los graves incidentes en la Copa América, cuando varios jugadores se agarraron a trompadas en la platea con simpatizantes colombianos. En unas declaraciones que dieron la vuelta al mundo y lo mostraron en un estado de fuerte exaltación, Bielsa no solo dijo que los jugadores no debían ser suspendidos, sino que la Conmebol y la organización deberían pedirles perdón. Justificó que hubieran reaccionado para defender a familiares que estaban siendo agredidos en las tribunas. En todo el carrusel de expresiones de los últimos días, ningún futbolista del seleccionado charrúa agradeció que Bielsa pusiera la cara por ellos.

PUBLICIDAD

Quienes están cerca de la Celeste advierten un trasfondo de malestar entre los antiguos referentes con el recambio generacional que Bielsa llevó adelante en los hechos, ya que nunca dijo que prescindiría de Edinson Cavani, Suárez, Diego Godín y Matías Vecino, todos retirados a medida que se daban cuenta de que no serían tenidos en cuenta.

Bielsa encarna un estilo de gestión opuesto al paternalismo de Oscar Washington Tabárez, al frente del equipo charrúa durante más de 15 años, lapso lo suficientemente largo para acostumbrarse a la comodidad de un método. Exitoso en su momento (ganó la Copa América 2011 en la Argentina, cuarto puesto en Sudáfrica 2010), el Maestro debió ser cesado en las eliminatorias pasadas ante una serie de derrotas consecutivas que ponían en riesgo la clasificación al Mundial 2022. Diego Alonso remontó la cuesta y llevó al equipo charrúa a Qatar, pero también cayó en el modo de conducción jugadorista -exigencias las necesarias, complicidad en el vínculo, concesiones a los históricos- y la eliminación en la primera rueda lo eyectó del cargo.

“Mire, iguales pero distintos, leí una vez sobre Argentina y Uruguay. Por supuesto que el rechazo a lo que no es propio es legítimo, es un sentimiento que consolida la identificación de lo propio y para mí es legítimo, sobre todo en un país como Uruguay, que está futbolizado y tiene jugadores y entrenadores prestigiosos en todo sentido”, expresó, de manera premonitoria, Bielsa el día de su presentación como entrenador de la Celeste, en mayo de 2023.

Hace más de 20 años, Daniel Passarella duró solo 16 partidos en Uruguay. Bielsa va por 17.