Hong Kong impone penas de cárcel para disuadir alimentación ilegal de la fauna silvestre

Hong Kong, 31 may (EFE).- Hong Kong publicó este viernes una reforma a la Ordenanza de Protección de Animales Salvajes que eleva las multas por alimentar a la fauna silvestre, como las palomas, a diez veces más que antes y contempla hasta un año de cárcel.

La nueva ley, que entrará en vigor el 1 de agosto, tiene como objetivo disuadir esta práctica dada su repercusión negativa en el medio ambiente y la salud pública.

El endurecimiento de las sanciones responde a la preocupación de las autoridades de la antigua colonia británica por los efectos adversos que puede tener la alimentación incontrolada de la fauna autóctona.

Según la actual Ordenanza de protección de los animales salvajes, está prohibido alimentar a la fauna salvaje - incluidos los cerdos, los monos y las aves - en todo el territorio con una multa máxima de 10.000 dólares hongkoneses (1.818 euros, 1.279 dólares estadounidenses).

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No obstante, las palomas asilvestradas se clasificaban como animales domésticos según el derecho consuetudinario, por lo que no se incluyeron en la definición de bestias salvajes de dicha norma.

Hasta ahora, las autoridades solo podían actuar contra la alimentación ilegal de aves como las palomas mediante disposiciones generales. Sin embargo, la modificación de la ordenanza ha cerrado esta laguna legal y permite sanciones más severas.

Para frenar la alimentación ilegal y reforzar el efecto disuasorio, el gobierno presentó en noviembre de 2023 al Consejo Legislativo una enmienda al Proyecto de Ley de Protección de Animales Salvajes, incluyendo a las palomas.

La ley aumenta la pena máxima por alimentación ilegal a una multa de 100.000 dólares hongkoneses (11.818 euros, 12.789 dólares estadounidenses) y un año de prisión, introduce una multa fija de 5.000 dólares y amplía las categorías de agentes encargados de hacer cumplir la ley.

Aunque algunos expertos han cuestionado la proporcionalidad de las nuevas penas, el gobierno defiende que son necesarias para proteger a la fauna local y argumenta que las multas tendrán un mayor efecto disuasorio.

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El gobierno de la región semiautónoma ha denunciado que alimentar a animales salvajes y palomas asilvestradas provoca superpoblación, lo que los lleva a competir con otras especies por recursos, desequilibra el ecosistema y aumenta el riesgo de enfermedades.

En Hong Kong, el contacto frecuente con humanos ha alterado su comportamiento natural. Algunos monos y jabalíes han perdido su miedo, volviéndose agresivos y robando comida de las manos de las personas, lo que ha provocado lesiones.

Por ello, las autoridades lanzaron un programa de prueba con anticonceptivos para controlar su población y reducir las molestias en lugares públicos.

Además, se organizaron exposiciones itinerantes, se instalaron puestos en las calles, se dieron charlas públicas y se crearon sitios web para explicar el impacto de alimentar a estos animales y por qué la gente lo hace.

(c) Agencia EFE