Gonzalo Montiel, Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta: los tres futbolistas que River busca repatriar a pedido de Marcelo Gallardo
River empieza a sacudir el mercado de pases. Y, una vez más, lo hace con la extensa política dirigencial de la gestión del presidente Jorge Brito: buscar ex jugadores que hayan surgido del club y que tengan el deseo de volver a vestir la banda roja. Así, mientras todavía se aguarda por las resoluciones de Enzo Pérez y Juanfer Quintero, el entrenador Marcelo Gallardo tiene tres nombres en la mira por los que ya empezó a mover fichas: Lucas Martínez Quarta, Gonzalo Montiel y Sebastián Driussi. Tres futbolistas nacidos entre 1996 y 1997, en plena vigencia y con la intención de cambiar de aires.
Según pudo saber LA NACION, la operación por Martínez Quarta está en un estado crucial: River ya avanzó hace días con el futbolista para acordar condiciones del contrato, pero espera llegar a un entendimiento con Fiorentina en los próximos días para poder quedarse con la ficha del jugador en un monto que rondaría los siete u ocho millones de euros. Con contrato hasta junio de 2028, el defensor central perdió terreno esta temporada en la consideración del entrenador Raffaele Palladino y entiende que a los 28 años es una buena alternativa volver a jugar en el Millonario.
El llamado de Gallardo fue esencial para seducir al futbolista que fue vendido en octubre de 2020 por 12,3 millones de euros brutos. Rápidamente se hizo un lugar en Italia y terminó siendo pieza clave y titular durante las últimas dos temporadas, pero en este curso ya no es tan considerado: únicamente disputó 1095 minutos entre 16 partidos (12 como titular) en todas las competencias. Suplente en la Serie A (ocho partidos, cuatro de titular y un gol), es utilizado por Palladino como inicial para los partidos de la Conference League: jugó siete de los ocho partidos del torneo, siempre de titular y con tres goles anotados.
No es la primera vez que River busca a Martínez Quarta, ya que en julio de 2023 también tuvo contactos que no se pudieron traducir en una negociación para retornar. Una situación similar a la de Gonzalo Montiel, quien estuvo entre las posibilidades el año pasado antes de pasar a préstamo a Nottingham Forest y ahora, sin lugar en Sevilla, también podría ser refuerzo. Con vínculo hasta junio de 2026, el club español necesita achicar su plantilla para adecuarse al fair play financiero y el lateral derecho de 27 años esta temporada solo acumuló 289 minutos en ocho partidos, con un gol y tres titularidades.
Montiel tiene propuestas de Brasil que por ahora no lo terminan de convencer y la presencia del Muñeco en el banco de los suplentes es una carta fuerte de seducción. Sevilla en 2021 pagó 6,5 millones de euros (más 3 por objetivos que aún no se terminaron de cumplir) por su ficha y ahora podría negociar una salida a préstamo con opción de compra. Las instituciones tienen un buen vínculo, al punto tal que hoy River tiene a préstamo a Federico Gattoni hasta junio con opción de compra.
En la delantera, uno de los apuntados es Sebastián Driussi, jugador de Austin de la MLS. A los 28 años, y después de muchas idas y vueltas, podría regresar a vestir la banda roja. Con contrato hasta diciembre de 2025 que incluye una cláusula extensible por un año más si la franquicia lo desea, River intentará quedarse con su ficha por pedido de Gallardo, quien quiere sumar un delantero de sus características.
Tras cuatro temporadas en Zenit de Rusia, hace tres años juega en Austin: en 2024 disputó 27 encuentros (26 de titular), marcó siete goles y repartió tres asistencias, pero su equipo no se clasificó a las etapas finales de la competencia. Los primeros contactos con Driussi ya se dieron y ahora resta que desde Núñez avancen con la franquicia estadounidense para negociar un traspaso que será difícil desde lo económico.
River cierra el 2024 con su conocida política de buscar la repatriación de caras conocidas: el 30% de los 29 refuerzos de la gestión del presidente Jorge Brito fueron ex jugadores y ya se produjeron 18 regresos en los últimos 10 años. Gallardo apuesta al sentido de pertenencia, al conocimiento del club y a la rápida adaptación de jugadores que conoce a la perfección desde las inferiores.