En un partido que tuvo cinco minutos eléctricos en el último tramo, Racing se llevó un ajustado triunfo por 2 a 1 ante Unión. Son tres puntos de oro para el equipo de Gustavo Costas, que el próximo sábado visitará al puntero Huracán, con el objetivo de arrebatarle el primer puesto y ponerse por fin esa ropa de candidato con la que viene coqueteando.

Ante el Tatengue parecía que otra vez ese traje de gala quedaría en el placard por mérito del entrenador visitante, Cristian González. Cuando el 1 a 0 pintaba inamovible para la Academia, el Kily rompió el juego con el ingreso del centrodelantero Gonzalo Morales en lugar del líbero Miguel Torrén. Puso a sus tres atacantes a jugar mano a mano con la línea de tres defensores de Racing. Siete minutos después de su entrada, Morales marcó el 1 a 1 con un anticipo en el área chica. Florecieron los nervios en Avellaneda. Se desvanecieron rápido: a la jugada siguiente, después de un revuelo en el área, Agustín Almendra sacó un derechazo fuerte que venció al arquero Thiago Cardozo. Otra vez Racing en ventaja.

Tres minutos después del 2 a 1, Claudio Corvalán se fue expulsado. Pese al empuje con un hombre menos, la igualdad le quedó lejos a Unión, un equipo que demostró tener tesón. Aunque no fue una buena versión desde el juego, la Academia pudo reponerse rápido del golpe del empate, uno de los aspectos que suelen quedarle en el debe. Y también pasó pronto la página de la derrota entre semana en Junín, para seguir arriba en la tabla de posiciones.

La mayor novedad en el equipo de Costas pasaba por el regreso de Juan Fernando Quintero como titular. El colombiano, que se había reintegrado al plantel el sábado pasado, ingresó en el lugar de su compatriota Johan Carbonero. No jugaba como titular desde el 2 de mayo, en el partido por Copa Argentina, en la derrota ante Talleres de Remedios de Escalada. Aquella fatídica noche para la Academia fue el capitán del equipo. Luego le siguieron algunas molestias musculares, problemas personales que lo hicieron viajar a Colombia y la citación a la Copa América.

Apenas sumó algunos ingresos desde el banco en estos meses en los que abundaron los rumores sobre su continuidad en el club: hasta esta fecha 8 sólo había sumado 31 minutos, con ingresos en las goleadas ante Argentinos Juniors (3 a 0) y Tigre (4 a 0).

El entrenador dio sobradas muestras de confianza al zurdo. Los hinchas también lo aplaudieron en la previa cuando la voz del estadio lo anunció como titular. Duró en la cancha apenas hasta el entretiempo, cuando salió en lugar de Carbonero. Su aporte durante fue escaso. Apenas algunas pinceladas y una buena habilitación a Adrián “Maravilla” Martínez. En el tiro de esquina que abrió el partido, le dejó la ejecución a Almendra.

De ahí vino el gol del 1-0. Quien puso la cabeza fue Santiago Sosa. El bonaerense formado en River festejó su primer tanto en primera después de 50 partidos. Llegó a la Academia en enero, con perfil bajo y con el destino de adueñarse de la mitad de la cancha del equipo tras la salida de Aníbal Moreno. Costas, sin embargo, lo reinventó como líbero. Lo tuvo que convencer: Sosa no quería volver a la zaga, algo que había sufrido cuando jugó en el Millonario.

Lo mejor del partido

En esa posición se volvió una pieza clave, al punto que sólo faltó una vez (suspendido por cinco amarillas) en los 30 partidos que disputó Racing en lo que va de este 2024. Fue titular en los restantes 29, en los que incluso jugó todo el partido, a excepción de los juegos ante Belgrano y Bragantino, en los que se fue reemplazado. El número 15 fue clave en las dos áreas. En la rival con ese cabezazo que abrió el partido y en la propia, con dos cierres providenciales. En esa posición de líbero marca la diferencia con su capacidad para anticipar el juego y su buena técnica, aunque en los envíos aéreos aún le falta oficio: Gonzalo Morales aprovechó de eso para marcar la igualdad transitoria.

Esta vez quien anduvo errático fue el número 9. Maravilla tuvo dos claras dentro del área. En la primera perdió el duelo ante el arquero Cardozo. En la segunda, le tiró el sombrerito al uruguayo pero no llegó a empujarla antes de que Torren despeje la pelota. Los goles no llegaron por sus delanteros, pero igual se aferró al triunfo. Una manera distinta de ganar, pero que también suma tres puntos.