La gente de Racing sigue de fiesta: disfrutó de otro triunfo con dos golazos impresionantes
Racing sigue disfrutando de su verano adelantado. A la fiesta del jueves pasado por la Copa Sudamericana le siguió un muy buen triunfo por 2 a 0 ante Instituto, como local, en una tarde de domingo en la que hasta se llegó a escuchar “ole” en el Cilindro. Pese a jugar con un equipo totalmente distinto al que eliminó a Corinthians, los de Gustavo Costas se lucieron y construyeron una victoria gracias a los golazos de Nazareno Colombo y Facundo Mura, dos defensores que resolvieron como expertos en el área de enfrente.
Que el fútbol es un estado de ánimo es una frase casi tan vieja como la pelota. Pero no pasa de moda. ¿Cómo explicar sino lo que ocurre con Racing? Apenas tres días después de la histórica victoria por 2 a 1 ante el Timao que lo puso en la final de la Sudamericana, una instancia internacional a la que no llegaba hace 32 años, la Academia salió a jugar otra vez ante su gente. Lo hizo con el equipo muleto, con Santiago Sosa como único titular repetido. La rotación no le había traído buenos resultados a Gustavo Costas hasta el momento.
El último ensayo había sido el fin de semana pasado, ante Banfield, en una actuación muy floja a la que el propio Costas resumió en tres palabras: “Fuimos un desastre”. Ese mismo equipo, siete días después, ya le ganaba a Instituto por 2 a 0 cuando apenas iban 25 minutos de juego.
Acaso los dos goles sean la mejor manera de demostrar lo suelto que salió a jugar después de la alegría copera. A los 7 minutos, Nazareno Colombo cortó con autoridad de zaguero central en la mitad de la cancha una disputa con Facundo Suárez. Abrió la pelota a la banda izquierda y se mandó al área, a esperar el centro. La bola, al final, llegó por abajo. Colombo controló en el balcón del área, se tomó un tiempo más y definió con la clase de un número 10, un derechazo suave que pasó por encima de Roffo y se metió contra el palo.
A los 25, Facundo Mura inició la acción como lateral derecho. Arrancó una secuencia de 12 pases de la que participó hasta Facundo Cambeses, siguió con la media vuelta defensiva, luego con el mediocampista Martín Barrios que cambió otra vez la dirección de la jugada con precisión y terminó con la aparición sorpresiva de Mura en el área rival. El rionegrino se animó a más: enganchó dos veces en el área y definió suave de zurda. Golazo.
No sólo fueron los goles. También hubo lujos, caños como los que se animaron a tirar Santiago Solari y Barrios, que fueron una buena pintura del estado de ánimo que atraviesa la Academia por estas horas. Más allá del desgaste físico y emocional que representó el partido ante Corinthians, y de que el miércoles otra vez Racing debe salir a la cancha para medirse con Barracas Central, la decisión de Costas de darle descanso a los habituales titulares también era una manera de ofrecerle revancha rápida a este equipo que había dejado una pálida imagen en la derrota del domingo pasado ante Banfield.
Y así la tomaron los jugadores. A excepción de Johan Carbonero, que sigue con la confianza baja, los demás futbolistas aprovecharon su chance y se llevaron al menos un aprobado en el boletín. Para algunos, como Colombo, Barrios y Juan Manuel Elordi fue una suerte de reivindicación con los hinchas.
Mientras todas las miradas racinguistas apuntan a lo que ocurra el 23 de noviembre, en Asunción, ante Cruzeiro, estos tres puntos tienen un sabor especial porque se consiguen de una manera que no había ocurrido en el año: jugando bien y con los habituales suplentes. Con el correr del segundo tiempo, ingresaron Adrián “Marvilla” Martínez, Juan Fernando Quintero y Juan Nardoni. Además de la ovación de rigor por el recuerdo fresco del partido del jueves pasado, ninguno de los tres pesó demasiado en un partido que ya estaba definido. Lo habían resuelto sus compañeros en esos primeros 25 minutos.
Lo mejor del partido
Más allá de lo simbólico, en una tabla tan apretada como la que tiene este campeonato, las tres unidades vuelven a acomodar a Racing entre los cinco de arriba y lo deja en una posición expectante en la tabla anual, para conseguir el boleto a la Libertadores 2025 sin importar lo que ocurra en la final de la Sudamericana.
Tres partidos le quedarán a la Academia por el campeonato antes de viajar a Asunción para jugar ante Cruzeiro, para encarar el partido internacional más importante de las últimas tres décadas en la historia del club. La confianza está alta. En todo el plantel. El desafío será mantener esa moral arriba por los próximos 20 días. Los triunfos siempre ayudan a eso.