La final de la Copa Africana de fútbol de amputados terminó a las piñas y los muletazos

El comienzo de los incidentes en la final de la Copa Africana de Amputados entre Ghana y Marruecos
El comienzo de los incidentes en la final de la Copa Africana de Amputados entre Ghana y Marruecos

La final de la Copa Africana de fútbol de amputados jugada entre Marruecos y Ghana tuvo un desenlace insólito, con una gresca entre la mayoría de los jugadores de ambos seleccionados. En la ciudad egipcia de El Cairo se registraron esas imágenes lamentables que están dando la vuelta al mundo. Desde ya, mucho más que lo sucedido durante el tiempo suplementario, en el que las Estrellas Negras vencieron por 2-1.

Ghana se quedó con el título, después de los dos tiempos de 25 minutos y los 20 de tiempo extra tras el 1-1, y comenzó con la celebración apenas se escuchó el pitazo del árbitro. Sin embargo, el festejo enseguida se vio empañado por la violencia. Mientras algunos de los ghaneses brincaban con júbilo en pleno festejo, en otro sector del campo comenzaron a verse acciones de pelea: pechazos, golpes, piñas, muletazos, jugadores caídos que eran atendidos... La debacle total. Una seguidilla de hechos bochornosos.

Al culminar la final entre Ghana y Marruecos, los planteles quedaron involucrados en medio de una gresca inesperada.
Al culminar la final entre Ghana y Marruecos, los planteles quedaron involucrados en medio de una gresca inesperada.

El conflicto, recrearon los medios locales, se desencadenó a raíz de la manera en la que celebraron los goles del equipo vencedor, algo que generó molestias en los futbolistas de Marruecos. Por eso, la reacción increpando a sus rivales. Por momentos, sobre todo para los que estaban en el estadio, la escena era insólita: de un lado, deportistas intercambiando saludos, con caballerosidad deportiva. Del otro, adversarios a los golpes, que debían ser separados para que el caos no se extendiera. Y en el medio, la organización armaba en el centro del campo la tarima de premiación, a pocos metros del lugar en el que yacía uno de los futbolistas ghaneses golpeados.

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En ese contexto, la situación escaló rápidamente y dejó una mancha en el final del certamen. Lo que debía haber sido una celebración a la altura de una final de un torneo continental se convirtió en algo caótico, ante aficionados sorprendidos y organizadores paralizados. Se prolongaron las corridas, volaban las muletas como si fueran proyectiles, los brazos ya se utilizaban para empujar al de camiseta de otro color que se ponía por delante.

Ghana se consagró campeón y sumó un nuevo título a su historial en esa disciplina, pero lo futbolístico quedó por varios minutos empañado por los incidentes que marcaron un final inédito, inexplicable.

La batalla campal al final del partido

El conjunto marroquí se había puesto en ventaja y los ghaneses dieron vuelta el resultado con un doblete de Mohamed Mubarak, que fue, además, votado como el mejor jugador de la Copa. Determinante en el resultado del juego decisivo como lo había sido en el certamen, le dio a su seleccionado el segundo título en las últimas tres ediciones del campeonato y la clasificación para Panamá 2026.

“A pesar de los desafíos que atravesamos, lo logramos. Es una gran motivación para todos el hecho de que quizá no tengan el apoyo que necesitan, pero se puede ir más allá de las probabilidades y hacerlo realidad”, fue el mensaje que dejó el DT de los campeones, Stephen Richard Obeng.