Cómo empeoró Boca: de jugar la final de la Copa 2023 ¿a ni estar en la de 2025? Tres DT, 50 partidos y más de 45 futbolistas
El mundo Boca, se sabe, gira mucho más rápido que la velocidad de la Tierra. En 365 días, el Xeneize pasó de jugar la final de la Copa Libertadores a atravesar una de sus peores crisis futbolísticas de las últimas décadas. Aquel golazo de John Kennedy en el tiempo suplementario decretó el final del ciclo de Jorge Almirón e inició, a nivel resultados, el peor año deportivo en toda la era de Juan Román Riquelme. Boca tocó fondo en la derrota 1-0 contra Lanús, sumó su 11º partido sin victorias como visitante y, a falta de siete fechas, enterró gran parte de sus posibilidades de disputar nuevamente el máximo torneo continental.
Pasaron tres entrenadores, 50 partidos y más de 45 futbolistas. En el medio, Boca cayó en semifinales de la Copa de la Liga con Estudiantes, en octavos de la Sudamericana con Cruzeiro y accedió a la semifinal de la Copa Argentina vs. Vélez, el menos importante de los torneos que pasó a ser prioridad: relegado en la tabla anual (a siete puntos del último clasificado), el Xeneize está obligado a conquistar el trofeo para asegurar el boleto a la Libertadores de 2025. De no conseguir ese objetivo, Boca no jugaría la Copa por segundo año consecutivo, algo que no ocurre desde las temporadas 2010 y 2011. Más: Si hoy finalizara la Liga, Boca ingresaría nuevamente a la Copa Sudamericana, aunque está a una sola unidad de quedarse afuera de todo.
“No me gustó el equipo, no se hizo nada de lo planeado y perdimos el partido. La situación no es buena y tenemos que hacernos responsables”, asumió Fernando Gago tras la derrota 1-0 en la Fortaleza. Pintita suma dos caídas y dos empates y su Boca sigue lejos del funcionamiento deseado. Planteó cuatro esquemas distintos en igual cantidad de partidos y tendrá apenas dos prácticas para preparar el encuentro de este miércoles ante Godoy Cruz, por la 21ª fecha de la Liga Profesional.
Carlos Aimar, en 1989, había sido el último entrenador del club en no conseguir triunfos en sus primeras cuatro presentaciones (tres de ellas ante River), con dos empates y dos derrotas. Con el 0-1 en el Sur, Gago superó las rachas de Jorge Benítez (2004), Claudio Borghi (2010) y Guillermo Barros Schelotto (2016), quienes lograron sumar de a tres en su cuarto partido dirigido. El récord le pertenece a Mario Zanabria (1984), que estuvo siete partidos sin ganar hasta la victoria 5 a 0 sobre Atlanta.
Fuera de casa, para colmo, Boca sigue sin levantar cabeza. En Lanús redondeó un primer tiempo aceptable y fue netamente superado en el segundo, en el que casi no generó situaciones. Entre los ciclos de Diego Martínez, Mariano Herrón y Fernando Gago, Boca disputó 23 partidos como visitante y obtuvo apenas el 28% de los puntos: ganó cuatro, empató ocho y perdió 11. Su último triunfo fue el 19 de mayo de este año, cuando venció 4 a 2 a Central Córdoba en Santiago del Estero. Solo Luis Advíncula jugó aquella noche en el Madre de Ciudades y repitió este domingo en el Néstor Díaz Pérez.
El mal partido de Boca ante Lanús
Es el 5º peor registro de la historia de Boca, con 11 juegos sin triunfar de visitante, muy cerca de las peores marcas: 12 partidos sin éxitos en 1987; 13 en 2009/2010; y 14 en 1948/1949 y 1979/1980.
Aunque juega mal casi siempre, Boca muestra su peor cara cuando sale de la Bombonera. De hecho, perdió su cuarto partido seguido en condición de visitante (Racing, Belgrano, Tigre y Lanús), cosa que no sucedía desde junio de 2013. Aquella vez, el Boca de Carlos Bianchi hilvanó ocho encuentros sin victorias fuera de la Bombonera, desde el histórico 1-6 ante San Martín de San Juan hasta el 1-1 con Godoy Cruz de la última fecha con el que el Xeneize evitó terminar último. Riquelme era el capitán y Gago, pedido por el Virrey, se sumaría al plantel para el segundo semestre del año, en el que Boca finalizaría séptimo.
Aunque hoy es Gago quien comanda el equipo (dirigió solo el 8% de los partidos en el año), los problemas en Boca vienen de larga data, con planteles mal constituidos y entrenadores y refuerzos que no estuvieron a la altura. El Xeneize no volvió a ser campeón desde la final perdida con Fluminense y su última consagración fue diez meses antes del encuentro en el Maracaná: la Supercopa Argentina ante Patronato, el 1º de marzo de 2023. Lleva 614 días sin vueltas olímpicas, el lapso más largo desde los 1.058 días que transcurrieron entre la Copa Argentina de 2012 y el Campeonato de Primera División de 2015.
Sin títulos y con el 51% de los puntos obtenidos, el 2024 de Boca viene siendo el peor año futbolístico en la era de Juan Román Riquelme. Solo una hipotética consagración en la Copa Argentina podría maquillar una temporada irregular y plagada de frustraciones. Por más que el presente deportivo exija soluciones de fondo.