Elecciones en México: Sheinbaum se perfila como un “contrapeso” de Milei en medio del distanciamiento en el vínculo bilateral

La candidata presidencial de México por el partido Morena, Claudia Sheinbaum, celebra tras los resultados de las elecciones generales en la Ciudad de México, el 3 de junio de 2024
La candidata presidencial de México por el partido Morena, Claudia Sheinbaum, celebra tras los resultados de las elecciones generales en la Ciudad de México, el 3 de junio de 2024 - Créditos: @YURI CORTEZ

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace unos meses, Marcelo Ebrard perdió la pulseada con Claudia Sheinbaum para suceder a Andrés Manuel López Obrador. Tras el rotundo triunfo del oficialismo en México, que ratificó el rumbo trazado por el obradorismo, Ebrard, quien fue canciller de López Obrador, se sumó a los festejos en el búnker oficialista y en el Zócalo, y anticipó a LA NACION en una breve charla que la futura presidenta de México será “un contrapeso” en la región al presidente Javier Milei, nuevo ícono de la derecha global.

“Es un respaldo muy fuerte a la cuarta transformación. Y, para la oposición de derechas, es el fin de un ciclo que se inició por allá en el año 2000. Ese tipo de posición, esos argumentos, esa narrativa es un fracaso monumental. Va a tener un efecto cualitativo”, dijo Ebrard, al comentar los primeros resultados en la elección presidencial de México.

“¿Qué relación puede tener Sheinbaum con el gobierno de Milei?”, preguntó LA NACION. “Va a ser un contrapeso porque el nivel de apoyo que tienes, lo que sostienes, el éxito que estás teniendo, demuestra que la izquierda es más exitosa que cualquier experiencia de derecha”, respondió el excanciller.

La relación entre México y la Argentina, muy estrecha durante el gobierno de Alberto Fernández, quien tejió una alianza con López Obrador y estuvo anoche en el búnker de Morena en la Ciudad de México, se tensó con la llegada de Milei a la Casa Rosada y el claro rechazo de López Obrador a su perfil político de derecha. Tras la elección de Milei, López Obrador, quien suele presumir de que no interfiere en los asuntos de otros países, dijo que su triunfo fue “un autogol”, y comparó a Milei con dictadores como Francisco Franco, Augusto Pinochet o Jorge Rafael Videla. López Obrador también dijo que Milei era un “facho conservador”.

El rotundo triunfo de Sheinbaum y el “contrapeso” que mencionó ahora Ebrard augura también una continuidad de la nueva época de distanciamiento entre la Casa Rosada y el Palacio Nacional en medio de la grieta global entre líderes de izquierda y de derecha. Milei no felicitó directamente a Sheinbaum. La Cancillería emitió un escueto comunicado, formal, en el que felicita a Sheinbaum y aboga “para continuar desarrollando la agenda de trabajo bilateral”.

López Obrador ha sido uno de los líderes con los que Milei chocó en más de una ocasión, una lista que también incluye a Gustavo Petro, de Colombia, o Pedro Sánchez, de España, dos mandatarios que sí felicitaron a Sheinbaum, en público y en privado. El último cruce entre Milei y López Obrador se dio hace unos meses, cuando el mandatario argentino lo llamó “ignorante”.

“Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí me enaltece”, dijo Milei en una entrevista con la cadena CNN.

López Obrador no dudó en responderle. AMLO, como se lo llama en México, estiró su confrontación con el presidente argentino y llegó a decir incluso que no entendía cómo los argentinos lo habían votado.

“Milei afirmó que soy un ‘ignorante’ porque le llamé ‘facho conservador’. Está en lo cierto: todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo y que se atrevió a acusar a su paisano Francisco de ser ‘comunista’ y ‘representante del Maligno en la tierra’, cuando se trata del Papa más cristiano y defensor de los pobres que yo haya conocido o tenido noticia”, dijo el mandatario mexicano.

La política exterior de Sheinbaum

Expertos esperan que la promesa de “continuidad con cambio” de Sheinbaum se derrame también a su política exterior, donde anticipan cambios con matices, pero sin ningún volantazo. Salvo contadas excepciones, López Obrador mostró un escaso interés por los asuntos internacionales, y fue notablemente minimalista en sus viajes al exterior, privilegiando, siempre, el recorrido por el país. Sheinbaum, se prevé, tendrá otro vínculo con el mundo, anclado en su perfil de científica y su preocupación por el medio ambiente y el desarrollo.

Sheinbaum habló brevemente sobre cuál será la política exterior de México en su discurso de victoria en el hotel Hilton en el centro de la Ciudad de México. En su mensaje, que estuvo largamente dedicado a trazar los lineamientos que tendrá su futuro gobierno en asuntos domésticos, Sheinbaum prometió mantener “relaciones de amistad” con todo el mundo, y respetar el principio de no injerencia de la constitución mexicana.

“Continuaremos con una política exterior basada en nuestros principios constitucionales de no intervención”, dijo la futura mandataria, quien fijó otros tres grandes lineamientos: cooperación internacional para el desarrollo; autodeterminación de los pueblos, y construcción de la paz.

“Con los Estados Unidos habrá una relación de amistad, respeto mutuo e igualdad como hasta ahora ha sido y siempre defenderemos a las y a los mexicanos que se encuentran del otro lado de la frontera”, anticipo. “Con el sur y el Caribe seguiremos ampliando nuestras relaciones de amistad junto con todo el mundo”, definió.

El principal vínculo será, como ha sido históricamente, con Estados Unidos. El presidente Joe Biden, que necesita al gobierno mexicano para controlar la migración a la frontera sur del país, la saludó rápidamente –López Obrador tardó 38 días en saludarlo cuando venció a Donald Trump en 2020– y dijo que espera seguir trabajando estrechamente con un “espíritu de asociación y amistad”. Sheinbaum le agradeció poco después y habló de “seguir colaborando en beneficio de nuestros pueblos y nuestras naciones, como vecinos, socios y amigos que somos”.