Darwin Blanch, el rival de Rafael Nadal en Madrid: creció con el método argentino, visitó la Bombonera y tiene un récord de precocidad
Rafael Nadal, con mucha incertidumbre en sus hombros, reaparecerá este jueves en el Masters 1000 de Madrid , donde ganó el título cinco veces, la última en 2017. Su rival será el adolescente estadounidense Darwin Blanch , de 16 años, número 10 del circuito junior (categoría Sub 18), pero ya con experiencia profesional. De hecho, figura en el puesto número 1028° del ranking ATP. Patrocinado por IMG, la poderosa compañía de representación de deportistas, recibió una invitación para actuar en el cuadro principal de Madrid, beneficio que ya había obtenido en marzo en Miami, en el segundo Masters 1000 de la temporada (cayó en la primera ronda con el checo Tomas Machac). La reacción de Blanch al enterarse de que se enfrentaría con la leyenda española fue muy simpática. “Chicos, juego con Nadal”, publicó, con un rostro de incredulidad, tapándose una parte del mismo.
El menor de cuatro hermanos, Darwin nació en Boca Ratón, Florida. Y en la actualidad está radicado en España. Pero también vivió en Tailandia y en la Argentina. En su momento, el papá de los Blanch, Ernesto (de Huesca, España), dejó su función como ejecutivo de Coca Cola en Bangkok para mudarse a Buenos Aires. Apasionado por el tenis, estudió las mejores opciones para que sus hijos se desarrollaran en ese deporte y se enamoró del método argentino. “Nací en Boca Ratón, pero cuando tenía una semana me mudé a Tailandia por el trabajo de mi papá. Así que entrené allí hasta los ocho años, en una cancha de tenis en mi patio trasero. Practicaba con mis hermanos. Finalmente me mudé a Buenos Aires. Entrené allí durante cuatro años y luego fui a la USTA [la Asociación de Tenis de los Estados Unidos, en Orlando] y al final a la academia de Juan Carlos Ferrero [en Alicante]. Así que ha sido un viaje salvaje”, describe hoy Darwin Blanch en atptour.com.
Ulises, el mayor de los hermanos Blanch, actualmente de 26 años y 484° del ranking individual de la ATP (236° en 2020), nació en San Juan de Puerto Rico, a los pocos días de vida se mudó a EE.UU. y luego, ya en la Argentina, fue el primero en desarrollar su tenis en el CET, el Campo de Entrenamiento de Tenis que funcionaba en el antiguo Tiro Federal, frente al estadio Monumental, dirigido por Daniel García (excapitán argentino de la Copa Davis), Claudio Menna y Roberto Graetz (también capitán en los días de Guillermo Vilas y José Luis Clerc). Dali Blanch, de 21 años, es 622° del mundo. La tercera de los hermanos es Krystal Blanch, de 19 años, top 60 como junior y ahora estudiando y jugando para la universidad Wake Forest de Winston-Salem.
“El papá de los Blanch no vino a Buenos Aires por su trabajo sino por el tenis. Hizo una evaluación de las escuelas de tenis de Francia, de Estados Unidos y le terminó gustando nuestra enseñanza. Él entendió que los argentinos tenían un plus, que se desarrollaban entre la adversidad y es un camino que destacó. Quiso esa experiencia para sus hijos”, le dice Daniel García a LA NACION.
García añade: “Cuando llegaron al país, Darwin tenia 8-9 años. Primero estuvo en el club Comercio seis meses y después vino al CET. Todos los chicos eran amantes del deporte, pero Darwin era el que más pasión tenía. Ya de chiquito miraba partidos y decía: ‘A este le puedo ganar’. Mostraba mucho deseo por jugar, que es lo más importante. Era Sub 10 pero empezó a jugar directamente en Sub 12, los que eran los torneos G3 en la zona, jugó 4-5 y los gano todos. Después jugó los Nacionales, con la camada de Romeo Arcuschin, Lucca Guercio y llegaba a las finales. Siempre jugó contra chicos dos años más grandes. Después jugó la gira Cosat, viajó un poco por Sudamérica y en Córdoba conoció a Joao Fonseca, el brasileño del que hoy todos hablan [17 años, 242°]. Y ahora coinciden los dos en el cuadro principal de Madrid [el nacido en Río de Janeiro también recibió una invitación]. Es increíble”.
Durante sus tiempos en Buenos Aires, los Blanch vivieron en un departamento sobre la Avenida del Libertador, a pocos metros del CET. En el centro de entrenamiento se les asignaban profesores particulares a los jugadores destacados y de Darwin se encargó Martín Pérez, hoy radicado en Brasil. Fue él quien lo llevó a un partido de Boca Juniors, en noviembre de 2018. “Le gustaba el fútbol. Cuando era chiquito jugábamos ahí, en modo de diversión y un sábado a la tarde se me ocurrió llevarlo de sorpresa a la Bombonera para que conociera y le gustó mucho. No sé si hoy será de Boca, pero planté una semillita. Su hermano Ulises es de River. Ahí llegué tarde, je”, rememoró Pérez en ESPN.
“Es un sueño jugar contra Nadal. Nunca pensé en poder jugar contra él. No sé cuánto le quedará a su carrera, pero es todo un honor poder jugar contra él, por todo lo que ha conseguido en este deporte. Es una experiencia que no voy a olvidar
Darwin Blanch
Con la pandemia, en 2020, la familia Blanch decidió emigrar de la Argentina. Australia y Taiwan fueron los nuevos destinos, hasta instalarse en España. Darwin, que habla en inglés, español, chino y tailandés, se mudó a Manacor para entrenarse en la academia de Nadal y, tiempo después, se trasladó a Villena, Alicante, para quedarse con el método del Mosquito Ferrero y observar de cerca a Carlos Alcaraz. “He practicado con él varias veces en la academia”, dijo Alcaraz, en atptour.com. “Sé que tiene buen tenis. Juega muy bien para su edad. Le dije que simplemente disfrutara el momento contra Nadal -amplió el actual N° 3-. Este momento será de gran ayuda para su carrera. Fue muy importante para mí cuando me enfrenté a Nadal en 2021 por primera vez. Aprendí mucho”.
Darwin es el segundo jugador más joven en conseguir un punto de ATP: fue en febrero de 2022, en Villena, tras ganar un partido de un torneo ITF US$ 15.000: tenía entonces 14 años y cinco meses.
“Verlo donde está hoy me genera un cosquilleo especial -reconoce Daniel García-. Pero no me sorprende, porque se le veía pasta. Sí me llama la atención que se le dé todo tan rápido; a veces es preferible que tengan mayor fogueo. Pero me queda la tranquilidad de que nuestro desarrollo fue bueno y le dimos todas las herramientas. Contra Nadal va a sentir mucha tensión, seguramente, pero ojalá que haga un buen papel. Me genera mucha ilusión”. Este jueves, no antes de las 12 de la Argentina, los amantes del tenis estarán fijando su atención en el estadio central de Madrid, bautizado Manolo Santana, motivados por el regreso (¿y despedida?) de Nadal. Muchos otros también estarán observándolo a Darwin, que empieza a escribir su propia historia en el deporte de las raquetas.