Cristian Medina: el futbolista de los US$ 15 millones sin pretemporada ni equipo donde jugar
Un futbolista, un grupo inversor, dos clubes y US$ 15.000.000 que van y vienen de una cuenta bancaria a otra. La oración anterior bien podría ser parte del resumen de un libro o una película, pero es parte de la novela que tiene como protagonistas principales a Cristian Medina, el empresario Foster Gillett, Boca y Estudiantes de La Plata.
Todo comenzó el 27 de diciembre, cuando el volante de 22 años les mandó un mail a las autoridades del club azul y oro en el que notificaba que había ejecutado la cláusula para rescindir su contrato, por lo que al club le ingresaron esos US$ 15.000.000 libres de impuestos y en un solo pago.
Pero el domingo pasado se sumó un nuevo capítulo. El departamento legal de Boca presentó una denuncia formal ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en la que aducía que el pago había sido efectuado desde una cuenta personal de Gillett, vinculado a Estudiantes de La Plata, lo cual representa una violación a las normas de FIFA.
La normativa de la entidad que preside el italiano Gianni Infantino, específicamente el Artículo 18 del reglamento de transferencias, prohíbe que terceros o particulares realicen pagos en nombre de los futbolistas. La cláusula de rescisión debe ser abonada directamente por el club contratante o el jugador.
Ante este escenario, desde Boca dejaron trascender que rechazaron la transferencia y le devolvieron el dinero a la cuenta de origen, a nombre de Gillett. Ahora bien, el paso siguiente debería ser que el empresario deposite en la cuenta de Medina el monto de la cláusula de rescisión y sea el jugador quien le gire ese dinero a las arcas del club xeneize.
Esto es algo que debió ocurrir desde el inicio del culebrón. De hecho, así activaron las cláusulas de rescisión Valentín Barco, cuando emigró al Brighton hace un año y por Ezequiel Equi Fernández, que a mitad de año hizo las valijas por esa misma vía y se fue a Al-Qadisiyah, Arabia Saudita.
La operatoria no debería ir más allá de un mero formalismo, pero en el contexto de tensión que hay entre Boca, Medina, Estudiantes y Gillett cualquier cosa puede pasar. Ocurre que el empresario, que se arrimó como inversionista al club que preside Juan Sebastián Verón, también se entrometió en las negociaciones que el Xeneize venía realizando con Alan Velasco, para intentar seducirlo y sumarlo a las filas del Pincha.
Sin embargo, según pudo saber LA NACION, el jugador surgido del semillero de Independiente dejó en claro que prefiere jugar en Boca. De hecho, también presiona a su actual club, FC Dallas de la MLS, para que el pase se concrete lo antes posible. Entonces, dadas las circunstancias, Boca busca una rápida resolución económica para concretar la desvinculación de Medina mediante la activación de su cláusula de rescisión.
Ahora el mediocampista o el club de La Plata tienen un plazo de 72 horas para realizar el depósito correspondiente de las formas que establece el reglamento. De lo contrario, si los tiempos se demoran, el Xeneize podría dejar sin efecto la operación y obligar a Medina a que se presente en el predio de Ezeiza para sumarse a la pretemporada que conduce Fernando Gago y que cumpla el contrato que firmó hasta diciembre de 2027, aun cuando no sea tenido en cuenta.
Mientras, del lado de Estudiantes esperan que todo se resuelva para poder presentar de manera oficial al mediocampista como su nuevo refuerzo (Verón ya le dio la bienvenida en sus redes sociales) y que, a esta altura lo más importante, pueda sumarse oficialmente a la pretemporada del plantel que conduce Eduardo Domínguez. Con un agregado: por diferentes compromisos con la selección argentina Sub 23 (preolímpico en enero y Juegos Olímpicos en julio), el volante se perdió las últimas dos pretemporadas.
Otro dato importante es que Medina aún se hizo la revisión médica ni firmó su contrato (sería de cuatro años), consecuencia de toda esta nebulosa en la que entró la actualidad del futbolista, que no juega un partido oficial desde el 19 de octubre del año pasado, cuando Tigre venció 3 a 0 a Boca en el debut de Gago como entrenador.