Covid: tras la pandemia, detectan casos “inusuales” de cáncer y los médicos analizan si hay una asociación con el virus

El virus SARS-CoV-2
El virus SARS-CoV-2 - Créditos: @CSIC

ROCK HILL, Carolina del Sur.- Kashyap Patel siempre esperaba ansiosamente las reuniones de los viernes al mediodía, cuando todo los médicos del área de oncología se reunían en el patio, sentados a la sombra de un inmenso árbol de magnolia, para ponerse al día sobre la evolución de los pacientes. El clima de esos encuentros solía ser distendido y optimista, pero aquella semana, Patel estaba nervioso.

Corría el año 2021, ya bien avanzada la pandemia de coronavirus, y Patel se acomodó en su silla para compartir con sus colegas que acababa de atender a un paciente de unos 40 años con colangiocarcinoma, una forma rara y mortal de cáncer en los conductos biliares que en la mayoría de los casos ataca a personas mayores de 70 u 80 años. Al principio, sus colegas hicieron silencio, hasta que uno de ellos dijo que hacía poco había atendido a pacientes con diagnósticos similares. Un año después de aquella reunión, el área de oncología ya llevaba registrados siete casos similares.

“Practico la medicina desde hace 23 años y nunca vi algo como esto”, dice el doctor Patel, CEO de Carolina Blood and Cancer Care Associates. Su colega oncólogo Asutosh Gor concuerda: “Todos estábamos consternados.”

Y había otra rareza: numerosos pacientes que luchaban con múltiples tipos de cáncer que habían aparecido casi en simultáneo, y más de una docena de nuevos casos con otras formas de cáncer sumamente inusuales.

En la mente de Patel poco a poco se fue instalando una idea inquietante: ¿Y si el coronavirus estaba encendiendo la chispa de esos cánceres?

El aumento de casos de cánceres agresivos en etapa avanzada desde el inicio de la pandemia está confirmado por algunos datos recopilados a nivel nacional en Estados Unidos y por una serie de importantes instituciones oncológicas. Muchos expertos desestiman en gran medida esa tendencia y la atribuyen a la interrupción de las visitas al médico a partir de 2020, con el inicio de la pandemia.

Pero no todos los expertos están de acuerdo…

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Los virus

La idea de que algunos virus puedan causar o acelerar el cáncer no es nueva. Esa posibilidad es aceptada por los científicos desde la década de 1960, y en la actualidad los investigadores estiman que entre el 15% y el 20% de todos los cánceres del mundo se originan a partir de agentes infecciosos como el VPH, el Epstein-Barr y la hepatitis B.

Probablemente pasen muchos años antes de que tengamos respuestas concluyentes sobre si el coronavirus es cómplice del aumento de los casos de cáncer, pero Patel y otros científicos le están reclamando al gobierno norteamericano que priorice la investigación al respecto, sabiendo que podría afectar la atención y el tratamiento de millones de pacientes con cáncer en las próximas décadas.

“Estamos investigando este virus a fondo”, dice Douglas C. Wallace, genetista y biólogo evolutivo de la Universidad de Pensilvania. “Los efectos de sufrir Covid repetidamente a lo largo de nuestras vidas serán mucho más significativos de lo que la gente cree.”

Escepticismo

Pero no hay datos del mundo real que relacionen el SARS-CoV-2 con el cáncer, y algunos científicos siguen siendo escépticos.

John T. Schiller, investigador de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y pionero en el estudio de los virus que causan cáncer, dice que los patógenos que se sabe que causan cáncer permanecen en el cuerpo a largo plazo. Pero los virus respiratorios que incluyen la influenza y el VRS —la familia a la que pertenece el coronavirus— infectan a un paciente y luego por lo general desaparecen del cuerpo, y no se cree que causen cáncer.

“Nunca digas nunca, pero nada indica que este tipo de virus esté relacionado con la aparición de un cáncer”, apunta Schiller.

David Tuveson, director del Centro Oncológico del Laboratorio Cold Spring Harbor y expresidente de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Estados Unidos, dice que no hay evidencia de que el coronavirus transforme directamente las células para volverlas cancerosas. Pero tal vez la historia no termine ahí.

Tuveson dice que una serie de incipientes estudios de pequeña escala, muchos publicados en los últimos nueve meses, sugieren que la infección por coronavirus puede inducir una cascada inflamatoria y otras respuestas que, en teoría, podrían exacerbar la multiplicación de células cancerosas.

Tuveson se ha planteado si el coronavirus no se parece más a un factor ambiental, como el tabaco, el alcohol, el asbesto o los microplásticos.

“El Covid hace desastres en el cuerpo, y es ahí donde el cáncer puede hacer pie”, dice Tuveson, y explica que las autopsias de personas que murieron de Covid-19 revelaron un envejecimiento prematuro de los tejidos.

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Aumento de casos

De hecho, no bien se desató la primera ola del coronavirus, los funcionarios de salud pública de Estados Unidos predijeron un aumento de los casos de cáncer. Un artículo de la revista científica Lancet Oncology analizó un registro a nivel nacional que muestra que ya a fines de 2020 había un aumento de muchos tipos de cáncer en etapa 4, la fase más grave de la enfermedad. El Instituto contra el Cáncer Baptist Health Miami, la Universidad de California en San Diego Health y otras grandes instituciones han publicado datos que muestran aumentos sostenidos de casos de cáncer en etapa terminal.

Xuesong Han, director científico de investigación de la Sociedad contra el Cáncer y autor principal del estudio de Lancet Oncology, atribuye ese aumento a que las personas retrasaron o abandonaron la atención médica por temores relacionados con el virus o por razones económicas, y también a factores culturales, como barreras lingüísticas y discriminación. Pero también reconoce que puede haber en juego mecanismos biológicos propios del SARS-CoV-2, el virus causante del Covid-19.

“No tengo datos que respalden esta opinión”, aclara Han, “pero es un tema importante que hay que seguir atentamente.”

“Ojalá nos equivoquemos”

El cuerpo humano está formado por billones de células en constante estado de multiplicación, reparación y muerte. La mayoría de las veces, las células con ADN dañado se reparan solas o simplemente desaparecen. Pero otras veces comienzan a acumular errores en su código genético y se desbocan generando tumores que destruyen partes del cuerpo.

Afshin Beheshti es presidente del Equipo de Investigación Internacional Covid-19, un grupo de científicos de diversos orígenes que se reunieron durante la pandemia para considerar formas innovadoras de abordar el virus. La especialidad de Beheshti es la biología del cáncer, y dice que los avances en el conocimiento científico del virus —incluidos estudios que muestran la inflamación generalizada después de la infección, el impacto en el sistema vascular y la infección en múltiples órganos vulnerables al desarrollo de células madre cancerosas—, no hicieron más que confirmarle que “parece estar relacionado con cambios en el cáncer temprano.”

“La idea me seguía rondando en la cabeza”, dice el especialista.

Hace alrededor de un año, Beheshti, investigador invitado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y del Instituto Broad de la Universidad de Harvard, contactó a Patel, expresidente de la Community Oncology Alliance, un grupo de oncólogos independientes, y organizaron un simposio con otros científicos que concluyó que existe evidencia convincente que sugiere vínculos entre el coronavirus y la aparición de cáncer.

“Ojalá nos equivoquemos”, dice Beheshti. “Pero lamentablemente todo apunta para ese lado.”

Los médicos y científicos de ese grupo han lanzado estudios de investigación que intentan reconstruir el rompecabezas de la infección por coronavirus, el llamado “Covid prolongado” y el cáncer.

Wallace, el científico de la Universidad de Pensilvania y considerado padre del campo de la genética mitocondrial humana —que estudia esas verdaderas “centrales de energía” que alimentan las células humanas—, está investigando los efectos del Covid sobre la producción de energía de las células y la influencia de esos cambios en la vulnerabilidad al cáncer.

Por otra parte, los miembros del grupo que son expertos en biodatos están secuenciando los perfiles genéticos de los órganos de personas que murieron de Covid y fueron sometidas a autopsias.

Estudio en ratones

Y un equipo de la Universidad de Colorado está estudiando si el Covid vuelve a despertar células cancerosas latentes en ratones de laboratorio. Y sus hallazgos fueron provocadores: según un informe preliminar publicado en abril, cuando ratones que sobrevivieron al cáncer fueron infectados con el virus SARS-CoV-2, las células cancerosas latentes en los pulmones empezaron a proliferar. Y advirtieron resultados similares con el virus de la gripe…

Ashani Weeraratna, médica y profesora de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, dice que el estudio realizado en Colorado, del que no participó, es parte de un nuevo campo de investigación que surgió durante la última década y que se propone ahondar en los estímulos que pueden despertar a las células cancerígenas.

Según Weeraratna, tiene sentido que “un factor como la gripe o el Covid, que desencadenan una inflamación generalizada, puedan alterar el microambiente inmunológico”. Pero los resultados la sorprendieron porque “es raro que los datos sean tan contundentes.”

Si bien cree que los hallazgos del estudio de Colorado son importantes, Weeraratna advierte que deben interpretarse con cautela. Los estudios en ratones muchas veces no son trasladables a los humanos, y aclara que es importante enfatizar que esa investigación y otros artículos recientes que giran en torno al Covid y el cáncer hablan de una infección aguda o un Covid prolongado, y que no sugieren un vínculo entre la vacuna contra el coronavirus y el cáncer: información errónea que algunos grupos antivacunas han difundido en los últimos meses.

De todos modos, para Weeraratna esto deja una importante lección de salud pública.

“Ahora sabemos que reducir el riesgo de contagio de los pacientes con cáncer es especialmente importante”, apunta la especialista. En base a los hallazgos del estudio, las medidas adoptadas por los pacientes vulnerables desde los primeros días de la pandemia —usar barbijo, evitar lugares concurridos, vacunarse— se vuelven aún más importantes.

Hay otros estudios que también brindan pistas reveladoras sobre el vínculo entre los virus y el cáncer.

En un artículo publicado en 2021 en la revista científica Communications Biology, los patólogos de la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas informaron que las proteínas del SARS-CoV-2 impulsan la replicación de un herpesvirus considerado uno de los principales virus causantes de cáncer. Otros estudios han relacionado al coronavirus con el estímulo de células inactivas de cáncer de mama.

Un artículo publicado en 2023 en la revista Biochimie analiza los mecanismos del coronavirus que podrían agravar ciertas formas de cáncer, incluido el de pulmón, colorrectal, el de páncreas y el de boca. Allí los investigadores sugieren que probablemente se deba a que el virus altera la capacidad del cuerpo de suprimir tumores, pero reconocen la falta de evidencia directa que respalde esa teoría.

Wallace cree que la escasez de datos concretos sobre la relación entre el coronavirus y el cáncer no se debe tanto a un problema científico como a un tema de decisión política.

“Yo diría que la mayoría de los gobiernos no quieren ni pensar en el Covid prolongado y mucho menos en la relación entre el Covid prolongado y el cáncer. Les costó mucho lidiar con el Covid. Por eso hay muy poca financiación para los efectos a largo plazo del virus”, dice Wallace. “No creo que sea una buena decisión.”

Por Ariana Eunjung Cha

(Traducción de Jaime Arrambide)