“Todo el tiempo estamos recalculando”: desconcierto de los docentes por los cambios en las escuelas bonaerenses
El viernes empezó agitado en las salas de profesores de las escuelas secundarias bonaerenses. Entre cafés, en algunos casos también medialunas o galletitas, el tema de conversación fue solo uno: el nuevo régimen académico para los establecimientos de educación media de la provincia, con cambios significativos en la estructura educativa. La nueva resolución, que avivó discusiones y generó desconcierto entre los docentes, fue aprobada ayer de manera unánime por los integrantes del Consejo General de Cultura y Educación bonaerense, conformado por representantes de distintos partidos políticos. Plantea, entre otros puntos relevantes, la eliminación de la repitencia. Ahora, la aprobación ya no será por año, sino por materia. En tanto, expertos en educación y políticos de la oposición criticaron la medida.
“Lo que hablábamos esta mañana con mis colegas era que, en realidad, este nuevo régimen viene a sincerar lo que ya se venía haciendo: hoy son pocos los chicos que repiten. Se les da multiplicidad de instancias previas. Ya hay una instancia en noviembre de intensificación de aprendizajes y no hay mesas de exámenes como antes”, detalla Eugenia Preiti, docente de inglés del colegio La Salle Florida, a la salida de la institución privada.
En la provincia, amplía Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba), ya existen las jornadas de intensificación de contenidos de 15 días que figuran en la nueva resolución. “Desde el 15 de noviembre, los alumnos, por ejemplo, de tercer año que no han logrado aprobar una materia tienen 15 días extra de clases para profundizar, a través de trabajos y diferentes estrategias planteadas por el docente, el contenido, pero sin mesa de examen. Y, si el docente considera que no logró adquirir el conocimiento, el alumno lo tiene que intensificar al año siguiente, con su nueva docente de cuarto año”, explica.
El cambio que plantea la nueva resolución, en tanto, es en términos de repitencia y de cantidad de materias que se pueden adeudar. “Hasta ahora los alumnos tenían un máximo de dos materias que podían dejar para dar al año siguiente, y una tercera que tenían tiempo hasta el primer mes de clases del año siguiente para darla. Y si se excedían de este número o no rendían esta tercera, repetían”, explica. “Ahora, las materias para intensificar el año siguiente puede ser cuatro, y no repetís”, suma.
Entre los docentes que esta mañana ingresaban y egresaban de distintas instituciones privadas y públicas de zona norte había quienes defendían la repitencia y otros que critican su eliminación por considerarla “una mala solución”. Pero la mayoría manifestaba estar desconcertados porque todavía no lograban entender del todo las implicancias prácticas de la nueva normativa, que, según fue anunciado, se aplicaría a partir del ciclo lectivo 2025 en todas las escuelas secundarias de la provincia.
“Todas las reformas se piensan para mejorar la educación, pero hay que aplicarlas bien, con cuidado, para que no termine siendo un ‘Viva la Pepa’. Puede salir bien o mal; en términos de política educativa, estamos todo el tiempo recalculando, haciendo prueba y error. Hace un tiempo se sacaron las amonestaciones. También se sacaron las calificaciones numéricas, pero se vio que esto no funcionó, así que ahora las volvieron a poner”, cuenta, al salir del colegio donde trabaja, la docente de formación religiosa Micaela Vázquez.
Preiti destaca que la intensificación de contenidos que ya se está llevando a cabo en las escuelas secundarias bonaerenses demuestra que es difícil de aplicar para los docentes. “Tenés en una misma clase a alumnos que pasaron el año anterior y otros que no, y a estos últimos hay que darles trabajos prácticos y contenido para que terminen de incorporar los conocimientos del año anterior. Es muy difícil”, afirma la docente, que dice estar en contra de la eliminación de la repitencia.
“Creo que todo, de alguna manera, va en detrimento del nivel educativo. Lo veo inviable, sobre todo en colegios de doble turno. ¿En qué momento los alumnos van a tener tiempo para hacer, además de las materias de su año, cuatro materias del año anterior?”, cuestiona.
Desde la puerta de la escuela secundaria N°6 Juan Pablo Duarte y Diez, en Vicente López, una docente de historia que prefirió resguardar su identidad, manifestó también su preocupación, a la vez que apoyó la no repitencia.
“No me parece mal que repitan solo las materias que no aprobaron. Pero me parece que se debería volver al sistema anterior de mesa de exámenes en diciembre. Con esto de la acreditación de contenidos, para el alumno se volvió más fácil pasar. Me gustaba más el anterior, porque el chico tenía que estudiar y demostrar en un examen que había aprendido”, opinó.
“Tenemos que centrar los objetivos en la calidad educativa”
Tras los anuncios de ayer por la tarde, esta mañana Aiepba compartió a la prensa un comunicado donde dejó asentado su postura frente al nuevo régimen académico. “Desde la pandemia hasta la actualidad, hemos estado organizándonos con criterios distribuidos en diversos comunicados y normas. Por ello, aunque aún no hemos tenido la oportunidad de analizar el documento en detalle, es una excelente noticia saber que ahora contamos con un Régimen Académico unificado”, escribieron.
La asociación apoya la eliminación de la repitencia, la cual ya se aplica en varias provincias argentinas. “Es imperativo encontrar nuevos factores, fuera del miedo a la repitencia, que motiven a los alumnos a estudiar, ya que el concepto de recursar un año ha perdido efectividad en la actualidad”. Consideraron: “Este enfoque refuerza la importancia del aprendizaje continuo y personalizado, adaptado a las necesidades individuales de cada estudiante”.
De todas formas, también detallaron que el nuevo régimen plantea un “gran desafío”, ya que “se incrementan las instancias de intensificación de las materias pendientes de otros años en simultáneo con las cursadas actuales”. “Será esencial encontrar soluciones para que tanto docentes como alumnos puedan administrar ambos procesos de manera eficiente. Asimismo, las escuelas deberán gestionar los espacios y el tiempo necesarios para implementar estas instancias adicionales de aprendizaje”, agregaron. Como una posible alternativa, Zurita propone establecer un sistema de tutorías fuera del horario escolar.
“Yo creo que tenemos que centrar los objetivos en la calidad educativa. El nuevo régimen hace cambios más que nada organizacionales. La etapa organizacional es necesaria, pero a partir de esto hay que avanzar con otros temas vinculados con la calidad de la educación. Venimos descendiendo en todos los rankings de pruebas internacionales, como los PISA, y nacionales, que son las Aprender, y realmente tenemos que hacer algo”, enfatizó.