Colombia ya está en los cuartos de final de la Copa América. Implacable, pasó por arriba a Costa Rica en el duelo por la segunda fecha del Grupo D jugado este viernes en el estadio de la Universidad de Phoenix, en Arizona. Fue 3-0, en una goleada construida con paciencia, jerarquía y contundencia. Como para esperar sin obligaciones el partido con Brasil del martes próximo.

El equipo conducido por Néstor Lorenzo se encontró inicialmente con un rival igual de combativo que lo fue en el empate sin goles ante Brasil, aunque un poco más adelantado en el campo de juego. Pero la apertura del marcador, a la media hora del primer tiempo, le permitió encontrar todavía mayores espacios ante una Costa Rica obligada a reinventarse en la desventaja. Los planes cambiaron, entonces, para los dirigidos por Gustavo Alfaro, que tras el entretiempo apeló a modificaciones que le permitieran tener más presencia en el mediocampo para disputar la tenencia. Nunca lo consiguió.

Un cabezazo imperfecto de Luis Díaz que se fue desviado fue el primer aviso, a los 6 minutos. El delantero llegó por sorpresa para ganar en el salto en un área con mucha mayor presencia de costarricenses e impactar un centro desde la derecha. A los 20, James Rodríguez recibió la pelota en la puerta del área, se perfiló y buscó ponerla junto a un palo, pero se encontró con una estirada impresionante del arquero Patrick Sequeira para desviarla al córner.

Tras esa salvada, el guardameta mostró otra cara al salir apresurado y cometerle penal a Jhon Córdoba, al que se llevó por delante cuando el delantero estaba controlado por Francisco Calvo. Díaz no desperdició la oportunidad y definió fuerte y arriba para poner el 1-0.

En la segunda etapa, Costa Rica intentó dar pelea con más ganas y fiereza que ideas y técnica. La respuesta de los colombianos fue sostener la ambición a partir de un juego de contragolpe y conexiones veloces. Díaz desparramó defensores en el área, pero su remate dio en una de las tantas piernas que tenía delante. Otra vez, un adelanto de lo que vendría.

Y, como en los dos tantos en el éxito por 2-1 sobre Paraguay en el debut, apareció otro cabezazo, de Davinson Sánchez, tras un córner lanzado por Jhon Arias desde la izquierda. Fue un mazazo desmoralizador.

Impiadoso, ante un adversario aturdido, Colombia no sacó el pie del acelerador. Y tres minutos más tarde, otro Jhon, Córdoba, le ganó la espalda a la defensa al picar por derecha y definió cruzado para marcar el 3-0, tras una exquisita habilitación de James. Si la puerta había quedado más abierta luego del segundo, ahora estaba de par en par para hacer más amplia la goleada.

En ese contexto, Sequeira controló un remate de media distancia, Yaser Asprilla resolvió apenas desviado en una acción similar a la del tercer gol y en los minutos finales, sí, se permitió relajarse un poco, apelando al recambio para que sus figuras descansen y salgan ovacionadas.

Colombia ganó sus dos partidos, gusta su juego y avanza con paso firme. Por delante tendrá exigencias mayores y sabe que tiene con qué responder a lo que se cruce en su camino.

La síntesis