Boston se lanza a la calle para celebrar el título 18 de los Celtics

Boston (EE.UU.) 21 jun (EFE).- La ciudad de Boston se bañó este viernes de verde para celebrar el desfile de la victoria del título 18 de la NBA para los Celtics con ríos de aficionados entusiastas que jalearon apasionadamente a sus jugadores mientras navegaban las calles en los ya tradicionales 'botes pato' ('duck boats' en inglés).

El equipo de Nueva Inglaterra, con el mejor récord de campeonatos en la NBA, consiguió el último tras imponerse por 4-1 a los Dallas Mavericks de Luka Doncic.

Hacía 16 años que el equipo más laureado de la NBA no ganaba un campeonato.

El impredecible transporte público de la ciudad, a pesar de haber extendido el protocolo de hora punta a todo el día, no pudo soportar la afluencia de aficionados y muchos de ellos prefirieron caminar varias paradas de metro a seguir enlatados como sardinas en los vagones atestados.

Horas antes de comenzar el desfile, las vallas de seguridad de todo el recorrido estaban ocupadas por seguidores que querían presenciar la procesión en primera fila.

Los vendedores ambulantes hacían su agosto ofreciendo descuentos de camisetas, banderines y pósters conmemorativos del campeonato 18.

Grupos de adolescentes escapando de clases y familias de tres generaciones celebraban bajo el calor al grito de "vamos Celtics".

"Yo había estado en una parada de los Patriots, pero aquí hay mucha más gente y el ambiente es más emocionante. Llegué aquí a las ocho de la mañana y las calles ya estaban llenas de gente verde", le expresó a la Agencia EFE Phil, un bostoniano retirado en Florida que regresa a casa cada verano.

La cerveza había comenzado a correr desde temprano en los pubs irlandeses que salpican las céntricas calles de Boston junto al río Charles.

Camiones y otros vehículos que formaban de parte del desfile haciendo sonar sus bocinas y bombeando confeti se sumaron a los tradicionales 'duck boats' que los Celtics usan para compartir con sus aficionados cuando ganan un título.

Los 'botes pato' son vehículos anfibios cuya función regular es la de llevar a turistas por los enclaves de interés de la ciudad incluyendo un paseo navegando por el río.

Debido a su querido aspecto retro y su funcionalidad para este tipo de eventos, los 'botes pato' han sido usados también por otros equipos de la ciudad como los Patriots (futbol americano), los Red Sox (béisbol) o los Bruins (hockey) en sus celebraciones.

En algunos momentos, las vigorosas melodías celtas que típicamente animan los partidos en el TD Garden se combinaban con la canción himno y talismán de los Red Sox: "Sweet Caroline" de Neil Diamond.

"Es que no se trata de los Celtics o los Red Sox. Se trata de Boston y aquí estamos todos para celebrar a Boston", defendió Wilfred, un albañil de una construcción cercana que se tomó su descanso para almorzar viendo el desfile.

Derrick White, subido a uno de los botes anfibios, llevaba en brazos a su hijo, ese que ha sido la única razón por la que se ha perdido algún partido con los Celtics.

El veterano dominicano Al Horford, con sombrero vaquero, también sostenía en los brazos a una de sus hijas, a la que dejó posteriormente para celebrar junto a su padre, el exbaloncestista Tito Horford y seguidor número uno que no se pierde un partido en el TD Garden.

Jaylen Brown arengaba a los fanáticos, que le gritaban "MVP, MVP, MVP".

El letón Kristap Porzingis llevaba como bufanda la rojiblanca bandera de su país.

Jayson Tatum exhibió y besó para la gente el trofeo de campeones.

Algunos aficionados tiraban pequeñas botellas de licor a los jugadores y Porzingis no se cortó en probar alguna.

Especialmente orgulloso se pudo ver, haciendo aspavientos, al entrenador Joe Mazzulla, quien tomó las riendas del equipo accidentalmente tras el despido del anterior dirigente, Ime Udoka, y que a sus 35 años ha conseguido devolver la gloria a Boston.

"Esto es demasiado emocionante. La hace sentirse a una de aquí", aseguró Damaris, una mamá ecuatoriana vestida con el 0 de Tatum y acompañada por sus tres hijos pequeños enfundados con camisetas verdes.

Por Iñaki Estívaliz

(c) Agencia EFE