Boca sigue en deuda, siente las ausencias y el cero calificó otro partido que lo aleja de todo en la Liga

Jonathan Bay sale ante la marca de Jabes Saralegui; Boca debió resignarse a un empate en Alta Córdoba
Jonathan Bay sale ante la marca de Jabes Saralegui; Boca debió resignarse a un empate en Alta Córdoba - Créditos: @@Instituto

Boca incrementó su deuda y sumó un nuevo empate como visitante que lo mantiene lejos de los puestos de vanguardia. El Xeneize, que ganó cuatro de sus 16 partidos fuera de casa bajo la conducción técnica de Diego Martínez, igualó sin goles ante Instituto en un partido deslucido y sin grandes emociones. La igualdad en Alta Córdoba dejó a Boca a nueve puntos del líder Huracán, mientras que la Gloria, una de las sorpresas de la Liga Profesional, dilapidó la chance de treparse al segundo puesto.

El cero, al fin y al cabo, calificó. La estadística del primer tiempo marcó que Boca tuvo el 73% de la posesión de la pelota, pero que no remató una sola vez al arco defendido por Roffo. Las más peligrosas de la primera parte fueron un cabezazo de Belmonte que pasó cerca del ángulo derecho y una volea cruzada de Lautaro Blanco que salió un metro y medio desviado. Todo de pelota parada, nada de juego asociado.

Alarcón despeja de cabeza; Merentiel, de espaldas, parece quedar lejos de la jugada
Alarcón despeja de cabeza; Merentiel, de espaldas, parece quedar lejos de la jugada - Créditos: @@InstitutoACC

Ante un Instituto agazapado, Boca no encontraba los caminos para abastecer a sus delanteros y sufría defensivamente a espaldas de sus laterales, los primeros amonestados de la noche. Blanco fue otra vez el jugador más desequilibrante de Boca, pero tuvo, al igual que Di Lollo, muchísimos problemas para cubrir su sector. Ni Ceballos (enganche tirado a la banda) ni Aguirre (extremo retrasado) se hallaron en el rol de carrileros y ofrecieron demasiadas ventajas a la hora del retroceso. Santiago Rodríguez, el punta de la Gloria que estuvo a punto de llegar a San Lorenzo, tuvo la más clara para el local tras un excelso desborde de Jonás Acevedo, que ganó la cuerda con facilidad y envió el centro atrás para el disparo franco del ex Almagro. Luego, el disparo de Rodríguez rebotó en la humanidad de Ignacio Russo, el hijo de Miguel, que rechazó involuntariamente a centímetros de la línea. Instituto también inquietó a Romero por arriba (gran respuesta de Chiquito ante el cabezazo de Alarcón), uno de los puntos fuertes del conjunto de Davobe.

Di Lollo reclama un posible foul de Russo sobre Belmonte
Di Lollo reclama un posible foul de Russo sobre Belmonte - Créditos: @@InstitutoACC

El Xeneize extrañó otra vez el juego interno de Medina, la claridad de Equi Fernández, el empuje del peruano Advíncula, y la zurda prodigiosa de Zenón. Pero, más que todo, extrañó a la Bombonera. En la previa, Romero y Pol Fernández habían asumido la merma futbolística del equipo cuando sale fuera de casa. Más allá de las falencias futbolísticas, la falta de conducción en el mediocampo y la escasa cantidad de situaciones generadas, Boca tampoco logró imponerse por actitud y por el peso propio de sus figuras. Desde la llegada de Diego Martínez, el Xeneize ganó apenas el 25% de los partidos en condición de visitante: 2-0 a Tigre en Victoria, 3-1 a Newell’s en Rosario, 2-1 a Trinidense (con gol de Cavani en el final) y 4-2 a Central Córdoba, en el Madre de Ciudades.

“En el vestuario los muchachos tenían claro que debían construir un buen partido y un buen resultado de visitante para que todo lo bueno que el equipo muestra en casa se fortalezca fuera. Nos tocó una parada realmente difícil, nos faltó un poquito más de fineza cerca del área, que es lo más difícil de todo. Nos faltó profundidad en los metros finales”, sostuvo el DT.

El ingreso de Jabes Saralegui en el entretiempo aportó orden y frescura al mediocampo, pero el Colo tuvo poco peso en ofensiva más allá de un buen centro cruzado que casi termina en gol (la jugada fue anulada por offside). Cavani, irresoluto, fue el segundo en abandonar el campo, y Boca encontró su mejor versión parado con tres delanteros: Zeballos y Merentiel de extremos y Giménez de referencia. Aun así, le faltaron ideas y cosechó un empate que, a la luz de los resultados, le sirve de muy poco.

Batalla en las alturas; Medel y Rojo intentan defender ante el ingreso de Russo
Batalla en las alturas; Medel y Rojo intentan defender ante el ingreso de Russo

Pese a la alegría que trajo el boleto a octavos de final de la Sudamericana, Boca sigue sin mejorar en su juego y se aleja cada vez más de la idea del DT. Con siete partidos disputados (aún debe el duelo frente a Banfield, el miércoles próximo), el Xeneize se ubica 17º en la tabla de posiciones y continúa sin poder disimular las ausencias de sus principales figuras. Todavía con margen para seguir incorporando jugadores, y la decisión tomada de contratar a al menos otros tres refuerzos, el Xeneize prende velas para que los convocados a los Juegos retornen lo más rápido posible y empiece a notarse en cancha una idea definida de juego. En Córdoba, es cierto, faltaron varios futbolistas clave (Advíncula, por caso, ni siquiera se concentró), aunque nadie esperaba este inicio de campeonato.

La revancha para Boca será pronto y con el mejor escenario posible: el miércoles, frente a Banfield, un rival ideal y sin tener que moverse de casa; también el domingo, contra Barracas Central y de nuevo en la Bombonera. Dos oportunidades en una semana para volver a subirse al tren de una Liga que, por ahora, ve desde lejos.