En una carta, Biden desafío a los demócratas que lo presionan para que baje su candidatura
WASHINGTON.- Harto de las presiones y del fuego amigo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, redobló la ofensiva para salvar su candidatura y reclamó a los demócratas díscolos por escrito, con una carta, que desistan de intentar forzarlo a que se baje de la carrera por la presidencia y se alineen para derrotar a Donald Trump. Sin ocultar su furia, Biden reforzó después ese mensaje en una entrevista telefónica, fuera de agenda, con el programa “Morning Joe” en la cadena MSNBC.
“La conclusión acá es que no nos vamos a ninguna parte; yo no me voy a ninguna parte”, dijo.
Biden además desafío a quienes piden que se aparte de la elección a que, si quieren sacarlo, que traten de hacerlo en la Convención Nacional Demócrata, que se hará a fines de agosto en Chicago.
A la par de la movida presidencial, el periódico The New York Times desató otro frente al revelar que un neurólogo especialista en Parkinson visitó la Casa Blanca en ocho ocasiones en ocho meses, una presencia habitual –el mismo experto visitó la Casa Blanca durante la presidencial de Barack Obama–, pero sobre la cual los voceros de Biden no ofrecieron una respuesta directa.
La última y más furtiva ofensiva de Biden para salvar su candidatura y enterrar de una vez por todas los globos de ensayo que pusieron en órbita los demócratas llegó luego de que trascendiera, el último fin de semana, que varios congresistas, incluidos algunos de alto rango en las filas demócratas en el Congreso, se mostraron proclives en una reunión a puertas cerradas a buscar otro candidato ante la posibilidad ya no sólo de que Biden pierda contra Donald Trump, sino de que además perjudique a los congresistas y senadores que también van en la boleta este año.
Tarea pendiente
En su carta de dos páginas, Biden hizo hincapié en que los demócratas tienen “una tarea”: derrotar a Trump.
“Tenemos 42 días para la Convención Demócrata y 119 días para las elecciones generales”, dijo Biden en la carta. “Cualquier debilitamiento de la resolución o falta de claridad sobre la tarea que tenemos por delante sólo ayuda a Trump y nos perjudica a nosotros. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump. Estoy firmemente determinado a seguir en la carrera”, marcó a los legisladores a su regreso a Washington tras el fin de semana largo por el Dïa de la Independencia.
Biden insistió nuevamente en que la gente lo eligió para ir en busca de su reelección.
“Este fue un proceso abierto a cualquiera que quisiera postularse. Solo tres personas eligieron desafiarme”, escribió Biden en su carta. “A uno le fue tan mal que abandonó las primarias para postularse como independiente. Otro me atacó por ser demasiado viejo y fue derrotado estrepitosamente. Los votantes del Partido Demócrata han votado. Me han elegido para ser el candidato del partido”, remarcó.
“¿Les diremos ahora simplemente que este proceso no importó? ¿Que los votantes no tienen voz y voto?”, insistió el mandatario.
La (ahora sí, un poco más enérgica) reacción de Biden llegó luego de varios días de crisis incesante para su campaña presidencial tras su fatídico debate ante Trump, hace ya más de una semana, que dejó al descubierto su fragilidad y arraigó las dudas acerca de su vitalidad, su salud mental, y, sobre todo, su capacidad para liderar una nueva campaña de manera efectiva y después gobernar otros cuatros años al país. Biden reconoció su muy mal desempeño en el debate con una lista de explicaciones –un resfriado, cansancio por sus viajes internacionales, una preparación con errores–, y su campaña levantó un poco su perfil. Pero nada sirvió para aplacar las dudas y los temores en los demócratas.
Desconfianza
Por el contrario, esa desconfianza sólo parece haber aumentado con el paso de los días. Aunque las principales figuras demócratas aún lo respaldan, las discrepancias internas ya son inocultables. Cinco congresistas demócratas ya pidieron públicamente a Biden que dé un paso al costado el fin de semana. Una lista a dos columnas despuntó en el Capitolio: a favor de Biden, y en contra.
El domingo, el líder de la bancada demócrata en la Cámara baja, Hakeem Jeffries, convocó a una reunión virtual con los legisladores para discutir sobre la candidatura de Biden, y varios medios, incluido el diario The New York Times, informaron luego que en esa reunión, que no dejó ningún comunicado oficial, quedó al descubierto una “creciente sensación de pánico” entre los principales demócratas sobre la viabilidad de la candidatura de Biden en medio de crecientes preguntas sobre su edad, su agudeza mental y su aptitud para el cargo. Varios congresistas de alto rango, según trascendió en los medios, cuestionaron al jefe de Estado, y uno de ellos, Adam Smith, pidió luego de que se conociera la carta que Biden de un paso al costado.
Urgido por dejar atrás los cuestionamientos, Biden continuará en la pelea por renovar su imagen esta semana, durante la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington. Al cierre de la cumbre, Biden brindará una conferencia de prensa en solitario, un hecho habitual para la mayoría de los mandatarios, pero ciertamente una movida atípica para el octogenario presidente, renuente al ejercicio de responder preguntas abiertas de la prensa desde el podio durante un período largo de tiempo.
Una pregunta que probablemente deba responder: si tuvo consultas médicas o no con el doctor Kevin Cannard, un especialista en Parkinson. La historia del Times provocó un alto revuelo y volvió a poner a su vocera, Karine Jean-Pierre, a la defensiva al responder preguntas en una caótica conferencia de prensa en la Casa Blanca. Jean-Pierre nunca terminó de enarbolar una respuesta convincente y nunca respondió de manera directa las reiteradas preguntas sobre las visitas del experto a la residencia oficial.
“He dicho que ha tenido tres exámenes físicos. En esos tres exámenes físicos es cuando ha visto a un especialista, a un neurólogo, a un especialista”, dijo Jean-Pierre. “Puedo decirles que el presidente ha visitado a un neurólogo tres veces debido al examen físico que se hace cada año”, insistió, sin terminar de despejar las inquietudes.