Bayer Leverkusen: el equipo que dejó de ser imbatible y sufrió una derrota dolorosa, pero hace un culto al valor de saber perder

Aplausos, para ganadores... y perdedores: de Atalanta a Bayer Leverkusen... y al revés
Aplausos, para ganadores... y perdedores: de Atalanta a Bayer Leverkusen... y al revés - Créditos: @OLI SCARFF

Bayer Leverkusen era (¿lo sigue siendo?) la mejor versión del fútbol de Europa. No solo jugaba de maravillas. No solo ganó por primera vez en la historia la Bundesliga. Estaba a punto de consagrarse en su primer trilogía (Europa League y próximamente, Copa de Alemania), pero quedó de rodillas en Dublín, en la inapelable derrota contra Atalanta por 3 a 0. Y el torneo doméstico, ahora se verá.

En realidad, será este sábado, desde las 15 de nuestro país, frente a Kaiserslautern, una formación del ascenso. El golpazo en el concierto internacional fue demoledor. El popular equipo de las aspirinas cortó una racha de 51 partidos invicto (42 victorias y 9 empates a lo largo de todo un año) justo cuando más deseaba la victoria. No había perdido un solo encuentro en todo 2024. ¿Cómo tomar esa derrota? Con “aprendizaje”, se estimulan en Leverkusen.

Sin embargo, hubo algo más valioso en el equipo “perdedor”. Hizo honor al pasillo entre aplausos en honor al equipo italiano y, además, resultó un ejemplo en la premiación y en la entrega de medallas. Es cierto que algunos jóvenes, más tarde, se la quitaron, como suele ocurrir en América del Sur. Fueron la excepción. El mensaje debe ser ese: hay que saber perder, algo verdaderamente difícil.

Para no haber sido derrotados una sola vez en toda la temporada, los jugadores y el cuerpo técnico de Bayer Leverkusen fueron sorprendentemente buenos perdedores en la final de la Europa League contra el equipo de Bérgamo. Tras caer de manera inesperada por 3-0 frente al equipo italiano (lo superó en todos los conceptos del juego), Xabi Alonso, el entrenador, fue el primero en hacer autocrítica sobre el desempeño de su equipo, ganador de la liga alemana. Medalla sobre el pecho.

“No hemos ofrecido nuestra mejor versión. Todos, incluido yo”, dijo el español después de la que supuso la primera derrota de la temporada para el equipo. “Aprenderemos mucho de esta derrota. Yo, el primero”, es el mensaje. A poco más de dos días para la siguiente final del equipo, en la Copa Alemana, entre los jugadores del Bayer reina la desilusión. Al rendir homenaje a sus rivales, muchos se quedaron con la mirada perdida en el cielo nocturno de Dublín.

“Hoy ha sido un día de mierda”, había advertido el internacional alemán Robert Andrich. Sin embargo, hubo gestos para destacar por parte de los jugadores, elogios y aplausos para sus rivales, así como una autocrítica clara en lugar de excusas o teorías conspirativas, en especial en el caso de Alonso.

“Por desgracia, nuestro plan no funcionó”, declaró sobre algunas decisiones cuestionadas, como la de dejar a Andrich en el banco hasta el minuto 70 o empezar sin un número 9 de área como referencia en ataque. Exequiel Palacios tampoco exhibió su mejor versión. El consuelo en la derrota no vino solo por parte de los aficionados, que, según el capitán Lukas Hradecky, crearon un “mar de rojo” en Dublín y festejaron al equipo tras el pitazo final, sino también de las altas esferas del fútbol alemán. La ovación fue conmovedora.

“Este resultado no cambia el hecho de que Bayer Leverkusen ha escrito una gran historia y ha impresionado a Alemania y a Europa”, declaró el director de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Rudi Völler, según cita la agencia DPA.

“Los jugadores, el entrenador y el equipo han hecho que el fútbol alemán se sienta orgulloso, el Bayer se ha ganado una increíble cantidad de simpatías y aficionados con un fútbol inspirador, un comportamiento modesto y un espíritu especial”, agregó. Es una apuesta a futuro: creer que simpatizantes de otras nacionalidades y en otros países broten a partir de ahora.

El fin de semana, en Leverkusen, el equipo había celebrado la primera temporada sin derrotas de un club en la Bundesliga. Sin embargo, el hecho de que su increíble racha terminara en el partido 52, en una final, supuso una gran decepción para todos. “Todos éramos conscientes de que la racha tendría que terminar en algún momento”, explicó otro internacional alemán, Jonas Hofmann. “Pero si pudiéramos cambiarla, preferiríamos haber perdido un partido en la Bundesliga”, se sinceró.

“Las derrotas en finales no se olvidan tan fácilmente”, sentenció Alonso, que entiende que el futuro será toda una prueba de resiliencia.

“Esto ocurre, es fútbol. No estaba destinado a ser, no era nuestro día y ellos fueron mejores”, resumió Alonso. Sufrimos nuestra primera derrota de la temporada, será una prueba ver cómo lo afrontaremos a partir de ahora porque tenemos otra gran cita el sábado”, aludió a la final de la Copa de Alemania.

Florian Wirtz y Exequiel Palacios, en la hora de la derrota
Florian Wirtz y Exequiel Palacios, en la hora de la derrota - Créditos: @Federico Gambarini

“Es doloroso que esto suceda en un partido importante, pero hay que aceptarlo y ya está. Hubo muchas situaciones de uno contra uno. Quizás hemos hecho demasiados pases cortos en la primera fase. Quizás teníamos que ir un poco más allá. Pero es nuestro camino, no queremos cambiar nuestro estilo. Hemos intentado jugar con nuestro plan de juego como siempre hacemos, pero no funcionó”, fue el análisis.

En este sentido, se refirió en cómo se había roto su histórica racha de partidos invictos de manera consecutiva. “Normalmente ocurre más temprano en la temporada, pero esta vez la primera fue en un partido tan importante... Claro que duele, pero tenemos que lidiar con este dolor de una manera positiva, tratar de transformarlo en buena energía para lo siguiente”, opinó.

Xabi Alonso, en el momento de la premiación
Xabi Alonso, en el momento de la premiación - Créditos: @Robbie Jay Barratt - AMA

“Esto es fútbol y lo normal no es perder en el partido número 52, normalmente ocurre mucho antes durante la temporada, fue algo excepcional lo que hemos logrado. Tenemos que estar muy orgullosos, probablemente necesitemos algo de tiempo, pues seguro que ahora es doloroso”, señaló el técnico vasco, que fue querido por varios gigantes de Europa. Por ahora, se queda en la casa alemana.

“Cómo lidiar con el dolor”, se pregunta Xabi, un boom a los 42 años. Con conductas como las de la finalísima, seguramente. Hidalguía en la derrota, un mensaje a Europa y al mundo.