América y su futbol aburrido que va contra la historia que tanto les gusta presumir

América sacó un 0-0 en las Semifinales de Ida de la Liga MX ante Chivas. (Alfredo Moya/Jam Media/Getty Images)
América sacó un 0-0 en las Semifinales de Ida de la Liga MX ante Chivas. (Alfredo Moya/Jam Media/Getty Images)

América salió al campo del Estadio Akron, en la Ida de las Semifinales de la Liga MX, a no perder. No les importaba obtener la victoria básicamente porque tendrán la vuelta el próximo sábado en el Estadio Azteca. El 0-0 les dio todo lo que querían de este partido. Chivas tuvo más oportunidades, sobre todo en el primer tiempo, pero no supo aprovecharlas y ahora deberá pelear su pase a la Final en el Azteca, ahí donde el América no deberá guardarse nada ya.

Parece lógico: especular durante la Ida para tener la ventaja en la vuelta. Un empate, por el marcador que sea, le daría el boleto al equipo de André Jardine. Esa ventaja pone ahora a Chivas en una tesitura: no debería salir a encerrarse, porque en caso de recibir un gol, tendrá que remontar la serie. América, en ese sentido, cuenta con mayor tranquilidad. Sin embargo, su forma de jugar y esa actitud contradicen la historia que tanto le gusta presumir al club de Coapa.

El América está obligado a ganar, dicen sobre sí mismos, y no a cualquier precio: eso es lo que los hace diferentes, que siempre buscan la victoria por el camino del juego atractivo. Y atractivo no es ceder el balón y no generar ningún peligro al frente. Es cierto, a veces es necesario aprovechar los espacios y jugar a la contra. Pero en esta ocasión ni así pudo generar peligro el América. Las contadas ocasiones generadas se les fueron de las manos entre yerros de Diego Valdés y Brian Rodríguez, y un cabezazo sin potencia de Julián Quiñones, que en este partido arrancó en la banca. La generación de juego de Fidalgo y Valdés (que también erró), los dos cerebros americanistas, brilló por su ausencia.

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André Jardine se dio por bien servido con lo sucedido en este primer partido y así lo expresó en conferencia de prensa. “Para mí es una clara obligación del rival ir al frente. No sufrimos en el encuentro. Fue justo el 0-0. Para mí lo que pasó hoy, dentro de la normalidad está bien, vamos a ver a nuestro equipo imponerse en el Azteca. Con 80 mil personas en casa creo que seremos muy fuertes. Difícilmente no vamos a anotar en casa”.

Sin sufrimiento, en la óptica de Jardine, no hay de qué preocuparse. Y en parte, la razón puede asistirle porque Chivas no aprovechó el protagonismo con balón. Le faltan armas al cuadro rojiblanco, que tiene en Ricardo Marín a un delantero esforzado, pero indeciso al momento de definir. Javier Hernández todavía no logra ser un gran revulsivo. Lo mismo aplica para Cade Cowell, que vive presa de su velocidad: cuando no tiene espacio en carrera, se le hace muy complicado tomar las decisiones correctas. Defensivamente, el partido rojiblanco fue casi impecable, de no ser por esas últimas jugadas de peligro que concedieron y que habrían dejado inclinada la balanza en favor del América.

La Vuelta se jugará el sábado a las 20:00 horas en el Estadio Azteca. América cerró así contra Pachuca y logró vencer, al menos por posición en la tabla, porque la serie acabó empatada. Quizá esa es su apuesta de nuevo: manipular la ventaja que tienen. Es justo y son las reglas, pero no es lo que se espera de este club ni históricamente ni por actualidad: se suponía que esta versión de Las Águilas aspiraba a ser un equipo de época. Con esta forma de jugar, aburrida y tacaña, parece difícil que lo consigan más allá de lo que digan los resultados.

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