A un año del Mundial de Qatar: se llevaron la pelota de la final, se la iban a regalar a Messi pero se dieron cuenta cuánto sale
El estadio Lusail de Qatar sintió el estallido del público argentino cuando Lionel Messi, en tiempo suplementario, convirtió su segundo gol en el partido contra Francia para decretar el 3-2 parcial. Ubicados en la platea baja del lugar, los hermanos Ignacio y Juan Soto, que habían viajado de Castelar a Qatar, vivieron el partido con los nervios a flor de piel.
Con la atención puesta en los 15 minutos restantes que le quedaban al partido, Paulo Dybala, con el fin de hacer tiempo, revoleó la pelota de uno de los goles más importantes de la carrera de Messi a la tribuna. Es ahí cuando se generó un submundo para Ignacio Soto, quien vio una oportunidad, quizás la más importante de su vida: llevarse un recuerdo preciado.
En un partido dentro de otro, el joven de 30 años debió ingeniárselas para llegar a la ubicación donde cayó la pelota, la cual se encontraba en manos de hinchas franceses. “Lo primero que hago es acercarme, sacarme una foto con la pelota e indicarles que la tenían que devolver. Al observar que los guardias de seguridad se acercaban, el francés se sacó la pelota de encima, me la dio a mí y a partir de ahí no la quise soltar más”, le confesó este hincha de la selección a LA NACION, quien un día antes de la final pudo conseguir dos tickets de reventa ante la imposibilidad de obtener su localidad mediante la página de FIFA.
Desde ese momento, donde en el campo de juego las tensiones aumentaban por el tercer gol de Kylian Mbappé que forzaron los penales, Ignacio y Juan recibieron el visto bueno de los guardias de seguridad para quedarse con esa pelota que fue puesta en su mochila. Ahora, un año después de esa “picardía”, saben que tienen en sus manos un tesoro.
Aquel 18 de diciembre de 2022 se convirtió en una fecha imborrable. Tras los festejos desaforados, que incluyeron un abrazo con Marley y Lali por la cercanía de las ubicaciones, los hermanos Soto siguieron camino al hotel y empezaron a dimensionar sobre el objeto valioso que se llevaron de un estadio que al día de la fecha fue desmontando por completo.
Con las valijas hechas para regresar a la Argentina, los hermanos tomaron la decisión de no desinflar la pelota, ni tampoco guardarla en la valija: como si fuese un día de playa, Ignacio y Juan arribaron al aeropuerto con la pelota en su mano. “En medio del check-in mi hermano largó la información que la pelota en cuestión era con la que Messi convirtió un gol en la final… para qué”, manifestó Ignacio sobre la revolución que se generó en el lugar.
“Se volvieron locos los qataríes, el gerente, el capitán del avión y hasta el vicepresidente de Qatar Airways nos pidieron la pelota para sacarse una foto. También gracias a ese gesto, nos cambiaron la categoría del asiento y viajamos en primera. Fue un sueño”, explicó el protagonista de esta historia, quien llegó al país y empezó a recibir una gran cantidad de visitas, hasta tal punto de tener en la puerta de su casa a desconocidos que se enteraron del valioso objeto que tenían en su poder.
Un recuerdo guardado bajo siete llaves… y cifras
El boca en boca llevó a que muchas personas quieran sacarse una foto con una pelota histórica. Debido a la masividad y la aparición de personas desconocidas en las inmediaciones de su vivienda, se decidió que el balón esté guardado en una caja de seguridad.
Al ser un elemento codiciado por coleccionistas, Ignacio subrayó que la pelota llamada Al Rihla debe pasar por el filtro de una certificación especial para poder ser vendida como auténtica en el mercado, aunque, hasta el momento, su intención es conservarla.
“En su momento intenté contactar a Messi y Antonela por Instagram para poder obsequiárselas, pero deben tener explotada la casilla de mensajes y no lo leyeron”, detalló uno de los dueños. En esa misma línea, agregó entre risas: “Unos meses después vi el dinero que podía recibir por la pelota y cambié de opinión”. Además, aclaró que no recibió ni un llamado de Claudio Tapia, ni de nadie relacionado con la AFA.
El guardaespaldas de Lionel Messi ganó un premio y lo festejó en redes sociales
Sin ninguna oferta formal, Ignacio detalló los importes que se manejan en el mercado en caso de querer desprenderse de ella: “Las estimaciones están arriba de las siete cifras en dólares. A su vez estamos observando la subasta de Sotheby’s donde ofrecen seis camisetas que usó Leo Messi en los partidos del Mundial y hasta el momento el precio estimado es de 5 millones de dólares. Si bien nosotros no tenemos la camiseta, entendemos que la pelota sirvió para que Messi meta el gol más importante de su carrera”. Finalmente, en esa subasta se recaudó 7.800.000 dólares.
A un año de un hecho histórico para el deporte argentino, los hermanos Soto conservan un elemento de valor incalculable en el mercado. Por fuera de una cuestión meramente mercantilista, la Argentina se trajo la Copa del Mundo y también la pelota que ingresó al arco en medio de un encuentro no apto para cardíacos.