Tiene 17 años, llegó al ciclismo “de rebote” y representa a la Argentina en el Mundial Universitario en Costa Rica
Simón García tiene 17 años, es ciclista y representará a la Argentina en la Copa Mundial Universitaria con sede en Costa Rica. En un viaje en soledad, sin poder contar con su entrenador Daniel Capella por una cuestión presupuestaria, el deportista buscará su mejor rendimiento en una competencia integrada por tres pruebas que lo harán recorrer un aproximado de 220 kilómetros en la misma cantidad de días.
Nacido en Puerto Madryn, García le contó a LA NACION que su sueño, desde muy chico, era ser futbolista. De gran altura y presencia, sus comienzos en el club Deportivo Madryn fueron como marcador central. En pleno proceso de divisiones inferiores, tanto él como el resto de sus compañeros debieron afrontar la cuarentena y, a partir de ahí, sin saberlo, su vida daría un vuelco radical al cambiar la pelota por las bicicletas.
A través de Facebook, sus padres se enteraron de un aviso de “ciclismo recreativo”. Sin saberlo por ese entonces, Simón les aceptó la idea por el mero hecho de hacer alguna actividad física, aunque el destino le haría un guiño para redescubrirse. “Al principio fui vestido con un short y remera de fútbol, más unas zapatillas para entrenar. Arranqué con una bicicleta estilo playera, a la que fui perfeccionando metiéndole ruedas, cambiando el manubrio y perfeccionándola para que sea lo más apta para el deporte”, aclaró García, quien, a sus 17 años, con un corto pero intenso recorrido, representará al país en un Mundial Universitario.
Una de las principales complicaciones que encontró para progresar es el nulo crecimiento de la actividad en su ciudad natal. A pesar de superar obstáculos y de coronarse en los Juegos Binacionales, donde compiten varias provincias del país, García entendió que debía dar un salto para trascender y fue ahí cuando se cruzó en su camino Daniel Capella, su actual entrenador, quien le aconsejó –y ofreció- una residencia en Rafaela, Santa Fe, donde está uno de los velódromos más reconocidos del país.
A su corta edad, Simón entendió las leyes de un deporte que se puede representar en equipo, pero donde el que pedalea es uno solo, contra su soledad, sus miedos, ansiedades y otros sentimientos que pueden contrarrestar un viento en contra o dejarte último en un pelotón. “Para establecer una diferencia de lo que sentía jugando al fútbol, acá sos vos contra 10 más. No me costó mucho asimilarlo porque siempre fui competitivo y tuve ese egocentrismo de ponerme a mi persona por sobre los demás”, sostuvo.
Ubicado en la categoría “junior”, el nacido en Madryn dará este año sus últimos pasos en el peldaño inicial del ciclismo. El proceso no solo incluyó el conocimiento de cómo armar una bicicleta, sino que también se combinó con el autofinanciamiento para poder competir.
“La Copa Mundial Universitaria es una competencia nueva para lo que es el país y desde la Federación no me dan una mano, por eso tengo que salir a buscar sponsors y, por suerte, en Chubut recibí apoyo”, expresó García, quien explicó que desde el municipio de Puerto Madryn pudieron costearle gran parte del pasaje a Costa Rica.
Inmerso en una experiencia donde el sacrificio es la punta de lanza para cumplir su sueño, Simón lleva la bandera argentina en un certamen donde comenzó su participación este miércoles en la prueba de ruta y le seguirán los desafíos de “a contrarreloj” y la modalidad critérium, calificada como “estilo callejero”, donde deberá pedalear 90 kilómetros.
“Por un lado, es feo ser el único argentino que está allá. Cuanto más seamos, mejor. Individualmente, me genera alegría, entusiasmo y es una buena medida para saber a qué altura estoy”, concluyó García.