¿Debería Miami-Dade ampliar su sistema de transporte público? Usted puede responder en la boleta electoral de agosto

Lis Güegüense no tiene auto. Depende de la red de trenes y autobuses de Miami-Dade para desplazarse. Cuando estaba en la universidad, eso significaba un trayecto de hora y media en cada sentido.

Ahora, Güegüense, de 35 años, trabaja desde casa, pero sigue usando el transporte público para casi todo. El miércoles por la mañana viajaba en el Metrorail desde el Aeropuerto Internacional de Miami hasta Coconut Grove, después de llevar a sus padres al aeropuerto.

Una pregunta en la boleta de las primarias del condado del 20 de agosto preguntará a los electores si apoyan la ampliación del transporte masivo rápido en Miami-Dade. La medida, un sondeo de opinión de cumplimiento no obligatorio patrocinado por el presidente de la Comisión de Miami-Dade, Oliver Gilbert, pregunta a los electores si creen que el condado debería ampliar sus servicios de Metrorail, tren de pasajeros y Metromover, una simple respuesta de sí o no a un asunto complejo.

Güegüense dijo que apoya la ampliación del transporte público en Miami. Y Gilbert espera que gran parte del Condado Miami-Dade opine lo mismo. Dijo al Miami Herald que cree que la medida será aprobada, pero dijo que incluso si no es así, seguirá presionando para ampliar la red de transporte público de Miami-Dade. Gilbert dijo que su objetivo es que los habitantes de Miami-Dade puedan llegar a cualquier parte del condado usando un transporte público rápido.

En la actualidad, Miami-Dade cuenta con dos líneas de Metrorail que parten de Dadeland, una de las cuales se dirige a la zona de Hialeah y la otra al Aeropuerto Internacional de Miami. Tres ramales de Metromover ofrecen servicio gratis en las zonas de Omni, Brickell y el downtown de Miami, y los trenes de Tri-Rail transportan pasajeros por los condados Palm Beach, Broward y Miami-Dade.

Miami-Dade ha adoptado medidas para ampliar su sistema de transporte público, incluso a través del Plan SMART de 2016 que identificó soluciones de transporte público para los principales corredores en todo el condado. Hasta ahora, la única parte de ese plan actualmente en construcción es la expansión de la infraestructura de autobuses a lo largo del South Dade TransitWay, que corre entre Dadeland y Florida City.

Gilbert dijo que quiere que la pregunta en la boleta electoral involucre a los electores directamente y provoque una conversación sobre los futuros planes para ampliar el transporte público.

“Todos saben que es una buena idea”, dijo Gilbert. “No se ven ciudades de categoría mundial sin un transporte masivo rápido”.

Güegüense, que administra subvenciones medioambientales para una organización sin ánimo de lucro, dijo que no conduce porque quiere poner de su parte para mitigar el cambio climático. Y no está de más que el transporte público le ahorre dinero que de otro modo tendría que gastar en gasolina, estacionamiento y seguro.

Especialmente para los habitantes de Miami-Dade con ingresos más bajos, el sistema de transporte público puede ser un salvavidas. Güegüense dijo que cuando era joven, su familia solo podía permitirse un auto, el cual su padre usaba para trabajar. Eso significaba que ella y su madre usaban el transporte público para ir a casi todas partes. Dice que cree que es posible llegar a cualquier lugar usando el transporte público, pero que requiere “paciencia”.

Los residentes habitantes no son los únicos que dicen usar el transporte público para ahorrar dinero. Nicole Dyer y Jesús Segura, turistas de Costa Rica que se alojaban en el downtown de Miami esta semana, dijeron que planeaban usar el Metrorail y los trolebuses del downtown para evitar los elevados costos de Uber. El miércoles por la mañana tomaron el transporte público para ir al Dolphin Mall.

Otros dicen que el sistema de transporte público del condado ofrece una alternativa a los desplazamientos en hora pico. Elizabeth Prats dijo que tomar el transporte público al trabajo le ha ahorrado dinero en gasolina y le ha permitido pasar su viaje leyendo y poniéndose al día con los correos electrónicos. Prat usó el Metrorail el Metrorail el miércoles por la mañana para llegar a su oficina en el downtown de Miami.

Joaquín Rodríguez, consultor de IT que trabaja en Brickell, tarda casi lo mismo en llegar a la oficina en Metrorail que en auto. Sin embargo, al tomar el tren, se evita estar sentado en medio del tráfico, lo que, según él, le ayuda a sentirse “alerta y fresco” cuando llega a la oficina.

Mark Merwitzer, que trabaja para el grupo Transit Alliance Miami, dijo que el tráfico es una de las principales preocupaciones de los electores. Cree que el transporte público es una “solución absoluta” al congestionamiento de Miami, el cual, según él, es uno de los peores en Estados Unidos.

Al igual que Gilbert, Merwitzer dijo que espera que la medida sea aprobada.

La creciente población del condado ha agravado el congestionamiento, pero no todos piensan que ampliar el transporte público sea la solución. Yvonne Bayona, que vive en el barrio de Shenandoah de Miami, dijo que cree que la infraestructura del condado no ha seguido el ritmo de su creciente población, haciendo que el tráfico sea casi insoportable.

Bayona, quien no usa el transporte público, dijo que el condado debería abordar el problema invirtiendo en infraestructura como calles y autopistas, no en el transporte público. De hecho, dijo que planea votar en contra de la medida el próximo mes, diciendo que ha visto pocas mejoras en el sistema de transporte público de Miami en los últimos años.

Matthew Gultanoff, fundador de Better Streets Miami Beach, afirma que también ha habido oposición a la ampliación del transporte público en Miami Beach. A principios de este año, la Comisión Municipal de Miami Beach votó en contra de la ampliación del Metromover a Miami Beach. Los comisionados se mostraron preocupados por la posibilidad de que el transporte público gratuito trajera delincuencia e indigentes a la ciudad.