Danielle tiene el anhelo de obtener su boleto para jugar las Finals

Nicolás Schiller Solti, enviado

MONTERREY, NL., agosto 21 (EL UNIVERSAL).- La carrera de la tenista estadounidense Danielle Collins no es como la de las demás. Se profesionalizó tarde, y se retirará temprano, por temas de salud. Sin embargo, nunca dejó de luchar por sus sueños y, sobre el final de su trayectoria, vive su mejor momento, con sueños aún por cumplir.

En enero, la número 11 del mundo anunció su retiro del tenis profesional a los 30 años, luego de sostener batallas contra la artritis reumatoide y la endometriosis.

Desde entonces, Collins ganó dos de sus cuatro títulos en la WTA y, por si fuera poco, los consiguió de manera consecutiva. El primero, el más importante, fue el Masters 1000 de Miami, el cual tiene el sabor especial del recuerdo de su padre, quien le llegó a decir que, si jugaba ese torneo, era para ganarlo. Días después, levantó el trofeo del Abierto Credit One en Charleston. Así llegó a Monterrey, con el reto de ganar un torneo categoría 500.

En exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes, Danielle confesó que aún tiene objetivos por cumplir, incluida una buena participación en el último Grand Slam del año.

"Mis metas más grandes son que me vaya bien acá y en el US Open; sin embargo, me encantaría poder jugar en las Finals. Soy la número seis en la carrera ahora y poder tener la oportunidad de jugar en Arabia Saudita me encantaría. Nunca he ido", compartió.