¿Dónde estará el próximo incinerador de Miami-Dade? Informe de una consultora evalúa los lugares

Desde que el año pasado se incendió en Doral la principal incineradora de residuos de Miami-Dade, toneladas de basura sobrante han sido enviadas por tren a otros condados, los vertederos se están llenando y la difícil decisión de dónde construir una nueva sigue en el aire.

Un nuevo informe de una consultora que analiza tres posibles lugares —en la ubicación original de Doral, en el desaparecido Aeropuerto de Opa-locka West y en una zona industrial en Medley— no hará sino echar más leña al fuego del debate. Ninguno de los habitantes de las comunidades vecinas quiere la incineradora de residuos de $1,200 millones, a pesar que la nueva tecnología tiene fama de ser más ecológica, más limpia y mucho menos olorosa. Según el informe, cada lugar tiene sus pros y contras.

Según los consultores, sería más fácil construir en algunos lugares que en otros. Por ejemplo, según el informe, Medley pudiera ser un lugar “complicado y difícil” para obtener los permisos de la Agencia de Protección Medioambiental federal (EPA) porque ya está cerca de un vertedero y de una cementera. También sería la opción más cara. Pero el alcalde de la ciudad, a diferencia de otros lugares, también apoya su ubicación allí, según CBS-4, aliado noticioso del Herald.

Mapa del memorando del condado sobre la ubicación de los distintos sitios.
Mapa del memorando del condado sobre la ubicación de los distintos sitios.

Dado que el sitio de Opa-locka, denominado Airport West en el informe, está en una zona menos desarrollada, el informe sugería que podría ser más fácil obtener un permiso de la EPA. Pero la ciudad de Miramar está haciendo campaña en contra de esa ubicación, incluso poniendo una petición en el portal digital de la ciudad.

Durante la reunión del martes de la comisión del condado, el alcalde de Miramar, Wayne Messam, dijo que estaban dispuestos a presentar una demanda si se elegía el sitio de Airport West.

“Mantenemos las más firmes objeciones al sitio de Airport West. Es malo para el medio ambiente, malo para el público”, dijo Messam en el podio.

Mantener la incineradora en su sitio original de Doral sería la opción más barata y rápida, según el informe. Ya existe parte de la infraestructura y está aprobada como instalación energética desde los años 80.

Pero también ha habido importantes reticencias políticas. La ciudad de Doral ha dejado claro que no quiere que se construya otra planta de incineración de residuos en su territorio. Doral se toma tan en serio la idea de sacar la incineradora de su ciudad que está en conversaciones con el condado para que lo ayude a financiar el traslado de la nueva incineradora, que procesaría 4,000 toneladas de basura al día.

“Llevamos más de 40 años con una planta de incineración de residuos en nuestro patio”, declaró Maureen Porras, concejala de Doral. “Creo que es una carga con la que la ciudad de Doral ha tenido que lidiar durante mucho tiempo”.

“No pertenece a la ciudad de Doral, donde está al lado de tantas viviendas”, añadió Porras.

Porras dijo que preferiría que el condado pusiera la incineradora en la opción más remota, Airport West, que la alcaldesa Danielle Levine Cava propuso originalmente como su primera opción después de que el fuego quemara el sitio de Doral. El sitio de Airport West está fuera del Límite de Desarrollo Urbano (UDB), por cuya defensa ha luchado Levine Cava durante su mandato.

Los tres sitios están a menos de 15 millas de las marismas de los Everglades, lo que significaría un proceso de concesión de permisos más largo y complicado por parte de las dependencias federales. De hecho, el sitio de Doral es el más cercano al Everglades National Park.

El informe concluye que, independientemente del lugar en que se construya la incineradora, su impacto sobre la salud humana o el medio ambiente circundante será escaso o nulo. El sitio más seguro para la salud humana es el del Airport West.

“El nivel de efectos sobre la salud en el peor de los casos en los tres sitios está por debajo del riesgo que supone simplemente caminar por la calle e inhalar”, decía el memorando.

Según el informe, la nueva incineradora tendría controles de contaminación atmosférica y emisiones similares a los de la planta de Covanta en West Palm Beach, en funcionamiento desde 2015, lo que supone una notable mejora respecto a la antigua planta de Doral.

Algunos activistas de la zona, como Earth Justice y Florida Rising, quieren deshacerse de la incineradora por completo. Les gustaría que el condado avanzara hacia un sistema de cero residuos mediante el compostaje, el reciclaje y la reutilización de la basura, en lugar de prenderle fuego.

Sin embargo, el plan de acción climática de Miami-Dade menciona la incineradora de basura como un paso importante en el objetivo del condado de acabar con el uso de combustibles fósiles. Según el plan, el condado querría algún día usar la energía producida por la planta para alimentar sus camiones de basura.

El condado se está asegurando de abordar este proceso “de la forma más metódica posible, con una evaluación exhaustiva de todos los posibles sitios, el intercambio de información y las aportaciones de las principales partes interesadas de toda la comunidad”, dijo el jefe de operaciones Jimmy Morales en una declaración al Herald.

El siguiente paso es llevar a cabo actividades de divulgación en la comunidad —incluidas las ciudades, comunidades y organizaciones afectadas— hasta recomendar un sitio en la reunión de la comisión del 4 de septiembre.

Ashley Miznazi es reportera de cambio climático del Miami Herald, financiada por la Lynn and Louis Wolfson II Family Foundation en colaboración con Journalism Funding Partners.