Católicos filipinos piden salud y paz en gran procesión en honor a Jesús Nazareno

Devotos sacan en procesión una imagen de Jesús Nazareno, en una urna de cristal, en Manila, Filipinas, el 9 de enero de 2025. (AP Foto/Basilio Sepe)

MANILA, Filipinas (AP) — Cientos de miles de devotos católicos, en su mayoría descalzos, participaron el jueves en una procesión anual en Filipinas que venera una centenaria estatua negra de Jesús. Algunos contaron que rezaban por la salud de sus familias, el fin de las tensiones en el mar de China Meridional y para que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sea más amable con los inmigrantes filipinos.

La procesión conmemora la festividad de Jesús Nazareno y es un importante evento católico anual en Asia. La imagen se llamaba anteriormente el Nazareno Negro, pero las autoridades eclesiásticas solicitaron un cambio alegando que esa designación no tenía fundamento histórico y que evocaba un insulto racial.

En Manila, la procesión comenzó antes del amanecer y los organizadores dijeron que inicialmente congregó a unas 250.000 personas. La multitud aumentó más tarde en el día, pero no había estimaciones actualizadas. El año pasado, al menos dos millones de devotos participaron en la procesión de 15 horas, y algunas estimaciones hablaban de más de seis millones.

Gaspar Espinocilla, un empleado municipal de Manila de 56 años y devoto de Jesús Nazareno desde hace 20 años, dijo que rezaba por su familia, incluyendo su hermana, que padece cáncer de ovario. También pedía por el fin de las tensiones en el mar de Filipinas Occidental, una parte del mar de la China Meridional reclamada por Filipinas, donde Beijing ha estado hostigando a pescadores filipinos y a los buques de su guardia costera.

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“Espero que China nos dé un respiro, no pueden apropiarse de todo como si fuera suyo”, apuntó Gaspar, que vestía una camiseta marrón estampada con el rostro de Jesús Nazareno. “Es nuestro, no suyo”.

Renato Reyes, un recolector de basura devoto de la imagen durante más de tres décadas, señaló que rezaba por una vida mejor para su familia, para que Filipinas esté libre de calamidades y para que terminen las guerras en el mundo. También dijo que incluirá en sus oraciones a los filipinos que puedan verse afectados por la deportación masiva de migrantes son permisos legales planeada por Trump.

“Espero que no lo pongan en práctica porque nuestros compatriotas están allí solo para ganarse la vida para sus familias”, agregó.

Las autoridades movilizaron a miles de policías y agentes de paisano, y desplegaron un sistema de vigilancia por drones, con efectivos posicionados en los tejados a lo largo del recorrido de casi 6 kilómetros (3.7 millas). Muchas carreteras cercanas fueron cerradas y se bloqueó la señal de telefonía móvil.

Más de una docena de devotos fueron vistos siendo llevados en camillas mientras las ambulancias esperaban para atender a posibles enfermos.

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Misioneros españoles llevaron la estatua de Jesús cargando la cruz a Filipinas desde México en un galeón en 1606. El barco que la transportaba se incendió, pero la imagen carbonizada sobrevivió, según algunos relatos. Los historiadores eclesiásticos sostienen que el color de la estatua se debe al hecho de que fue tallada en madera de mezquite, que se oscurece con el paso de los años.

Muchos devotos creen que la resistencia de la estatua, desde incendios y terremotos a lo largo de los siglos a los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, es un testimonio de sus poderes milagrosos.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.