Los “Carota Boys”, los llamativos tifosi de Jannik Sinner en Roland Garros: de una broma a la fama mundial

En apenas un año se convirtieron en parte del paisaje en los torneos de Grand Slam, igual que su héroe Jannik Sinner : los “Carota Boys” (carota significa zanahoria en francés), seis jóvenes italianos disfrazados del vegetal naranja, están en Roland Garros -al igual que en 2023- para animar ruidosamente al número 2 mundial que busca salir de París en la cima del ranking.

De Revello, una pequeña localidad del Piamonte, hasta París, Londres, Nueva York y Melbourne: es el itinerario “loco e increíble”, según ellos mismos reconocen, que realizaron Gianluca Bertorello, Enrico Ponsi y sus cuatro compañeros, cuyas edades oscilan entre los 25 y los 30 años. Son aficionados al fútbol y al tenis. Pero en este último deporte, su pasión es Sinner, “un chico joven, normal, que viene como nosotros de un sitio pequeño”.

Lo que era una simple afición se acabó convirtiendo en una dedicación a tiempo completo. ”Todo comenzó como una broma. Hace justo un año, decidimos irnos de fin de semana a Roma para asistir a los Internacionales de Italia”, contó Gianluca a la agencia AFP. ”Como queríamos hacer algo diferente, nos vestimos de zanahorias. Teníamos entradas para un único día del torneo y tuvimos la suerte de que Jannik jugó ese día y ganó el partido”, sonrió Enrico.

De una broma a la fama

Más que la clara victoria aquel día de Sinner, que era octavo del mundo, ante el australiano Thanasi Kokkinakis (6-1 y 6-4), muchos recuerdan el partido por el espectáculo de las zanahorias en la tribuna. ”Lo animamos mucho. Teníamos nuestros disfraces y banderas de Italia, eso creó un buen ambiente. Pero después del partido fue ya una locura, todo el mundo quería hacernos fotos, había muchos artículos sobre nosotros, menciones en las redes sociales. Toda nuestra historia nació ahí”, relató Enrico.

”Las zanahorias no son una referencia a los cabellos (pelirrojos) de Jannik. Es porque nos pareció divertido e increíble que un jugador de su nivel comiera una zanahoria en un cambio de pista durante el torneo de Viena en 2019″, aseguró. De regreso a su casa fueron contactados por una marca de café, de la que Sinner es uno de los embajadores, que los llevó a Roland Garros. Después de eso viajaron a Wimbledon, al Abierto de los Estados Unidos, al Masters de final de temporada en Turín y al Abierto de Australia de principios de esta temporada, donde Sinner entró en una nueva dimensión al ganar su primer torneo del Grand Slam, poniendo fin a 47 años de sequía para el tenis italiano masculino.

Camisetas, gorras y un libro

Tuvieron la ocasión de conocer a su ídolo, al que vieron una persona “tranquila y simpática”. ”Tenemos un grupo de WhatsApp con él en el que intercambiamos mensajes, algunos de nosotros hemos jugado al tenis con él”, afirmó Gianluca, vestido de naranja incluso aunque no lleve el disfraz de zanahoria.

A medida que Sinner, que puede convertirse a sus 22 años en el número 1 mundial al término de este Roland Garros, los “Carota Boys” vieron la curva de su popularidad elevarse. El perfil de Instagram es seguido por 136.000 abonados y están representados por dos sociedades de relaciones públicas. Han lanzado además productos derivados, como camisetas y gorras de color naranja. E, incluso, publicaron un libro. ”Eso nos permite financiar nuestros viajes ya que cuestan caros y comienzan a llevarnos mucho tiempo”, explicaó Enrico, que como los otros cinco miembros del grupo no está casado y trabaja por cuenta propia, en su caso en la venta mayorista de carne.

Incluso los rivales de Sinner los reconocen cuando los ven. “Djokovic, Nadal y Alcaraz nos dan los buenos días”, se entusiasmó Enrico.”Nuestro sueño es que Jannik gane todos los títulos importantes y que todos los estadios en los que juega tengan tribunas naranjas”, deseó. En el reciente torneo de Roma lo consiguieron: aunque Sinner no participó, por estar lesionado en la cadera, el naranja fue el color dominante este año en el Foro Itálico.