Carolina Marín, el grito del bádminton

Carolina Marín (España) contra Akane Yamaguchi (Japón) en los cuartos de final de la OUE Singapur 2016. <a href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/singapore-15-april-2016-womens-singles-418496485" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:Kairosnapshots/Shutterstock;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link ">Kairosnapshots/Shutterstock</a>

Hace un tiempo el bádminton pidió la palabra y los medios de comunicación han respondido en los últimos años, dándole su espacio. Aunque todavía no todo el que se merece.

El motivo no ha sido otro que la existencia de Carolina Marín, nacida en Huelva en 1993, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024. En los últimos 12 años, la jugadora ha protagonizado una colección de éxitos sin precedentes, y se ha convertido en una auténtica estrella que lidera también el auge de las deportistas españolas.

En un mundo occidental donde el bádminton se considera un deporte minoritario, la onubense ha conseguido que se reconozca la disciplina y aumente el público que la sigue. De esta manera el bádminton se ha abierto paso en el abrumador dominio mediático del fútbol, y el deporte femenino ha ganado terreno en un escenario donde predominaba el deporte masculino.

Marín, que ha sido la primera jugadora no asiática en alcanzar el número uno del mundo, cuenta en su palmarés con tres títulos mundiales (2014, 2015 y 2018) –siendo la primera mujer del mundo en conseguirlo–, así como siete títulos europeos (2014, 2016, 2017, 2018, 2021, 2022 y 2024). En este 2024 aspira al oro en los Juegos de París después de no poder defender en Tokio 2021 el oro olímpico logrado en Río de Janeiro 2016 por culpa de una lesión de rodilla.

Un fenómeno mediático

Carolina Marín no sólo ha provocado un incremento de la afición, sino que ha conseguido que los medios de comunicación dirijan su mirada al bádminton de manera significativa.

Así lo comprobamos en el estudio que hicimos desde las universidades Carlos III y Rey Juan Carlos tras un análisis de la prensa desde los Juegos de Londres 2012 a los Juegos de Río 2016. Analizamos el periódico deportivo Marca y el generalista El País y encontramos 559 noticias –515 publicadas en el primero y 44 en el segundo– dedicadas a este deporte.

En 2012, observamos que la presencia de Carolina Marín y del también jugador de bádminton Pablo Abián en los Juegos de Londres apenas tuvo seguimiento, a pesar de que fueron los primeros jugadores españoles en ganar un partido olímpico.

Sin embargo, a partir de la plata de Abián en los Juegos del Mediterráneo 2013, y sobre todo tras el triunfo de Marín en el London Grand Prix Gold, que la convirtió en la primera jugadora de bádminton española en ganar un Gran Premio, la prensa comenzó a interesarse por esta modalidad. Los triunfos posteriores consiguieron situarla en la agenda mediática de manera constante.

De hecho, en 2014, la victoria de Carolina Marín en el Europeo de Kazán y en el Mundial de Copenhague provocó que ese año se publicaran el 21,11 % de las informaciones registradas en todo el período estudiado. Y en 2015, con el segundo título mundial de Yakarta, el porcentaje ascendió al 42,27 %.

Pero lo cierto es que, aunque se han incrementado las noticias sobre bádminton, en un 53,31 % de los casos se limitaban a aparecer publicadas como un comentario breve. Las crónicas significaron un 11,63 % del total y los reportajes sólo supusieron un 4,47 %. Esto indica que el espacio que le dan los medios no se corresponde a la grandeza de los triunfos alcanzados.

Por otro lado, mientras en el periódico generalista las informaciones se refieren casi exclusivamente a los éxitos de Carolina Marín, en el deportivo se ha comprobado un seguimiento más constante del bádminton, con la aparición de otros deportistas.

Liderando el deporte femenino

El deporte practicado por mujeres sigue creciendo y los éxitos de las deportistas en los últimos años han incrementado aún más su presencia en los medios de comunicación.

En España, Carolina Marín es una de las pioneras en encabezar este cambio. Su liderazgo, con una pasión competitiva y una mentalidad de superación constante, han hecho de ella un referente. Su lema, “puedo porque pienso que puedo”, ha sido un motor más en una carrera que ha cosechado los triunfos soñados por cualquier deportista.

El aumento de la visibilidad mediática del bádminton gracias a ella ha seguido un camino paralelo al crecimiento de las licencias de ese deporte en España, que superaron las 9 700 en 2023.

La cobertura mediática de bádminton entre 2012 y 2016 se centró precisamente en las mujeres, con un 47,05 % de las noticias protagonizadas por ellas. También se ha observado un aumento en las informaciones mixtas (38,46 %) y una menor proporción dedicada exclusivamente a hombres (9,12 %).

La trayectoria de Carolina Marín desde 2012, sus importantes triunfos en la última década y los éxitos de este mismo año colocan a la onubense con claras opciones para conseguir medalla en París 2024. Los medios de comunicación la consideran favorita y muchas miradas están en ella confiando en que consiga ese objetivo.

Su trabajo, sacrificio y empeño para recuperarse de las lesiones y volver a la cima lógicamente hacen que aumenten sus apariciones en los medios y ayuda al bádminton a seguir creciendo. A pesar de esto, aún hay margen para un mayor desarrollo y profundización en el seguimiento informativo.

Lo que está claro es que Carolina Marín sigue siendo el grito que necesita el bádminton y un gran referente para las mujeres que aspiran a dedicarse al deporte profesional.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Clara Sainz de Baranda Andújar es miembro de la Asociación de Mujeres para el Deporte Profesional (AMDP)

José Gabriel Fernández Fernández y Miguel Ángel Barbero González no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.