Cancelan la única misa en español que ofrecen en St. Cloud. La congregación se resiste.

Miembros de la comunidad latina de la iglesia católica de St. Joseph en Waite Park piden a la diócesis restablecer las misas en español. Foto: Madison McVan/Minnesota Reformer.

Read the English version of this article: “The only Spanish-language Mass in St. Cloud got canceled. The congregation is fighting back.

El único lugar en los Estados Unidos donde Eylin Sosa se sentía como en su casa era en la Iglesia Católica St. Joseph en Waite Park.

Cada domingo, Sosa caminaba desde su casa hasta la iglesia para asistir a la misa en español donde rezaba junto a otras personas oriundas de su país natal, Nicaragua, y también de México, El Salvador, Guatemala, Venezuela, República Dominicana y otros países de latinoamérica.

“Es lo único que uno tiene de país aquí”, relata Sosa.

Sosa no habla inglés y no tiene carro. La decisión que a fines de junio tomó la Diócesis de St. Cloud sobre suspender la misa semanal en español que se ofrecía en St. Joseph la sorprendió a ella y a otros feligreses.

En una carta dirigida a la congregación, el día 15 de mayo, el obispo de St. Cloud, Patrick Neary, explicó que el sacerdote a cargo de las misas en español había sido asignado a otra iglesia.

“Desafortunadamente, no tenemos ningún sacerdote que hable español que pueda reemplazarlo en la Iglesia St. Joseph en Waite Park”, decía la carta, además de sugerir que podrían asistir a una misa en español en una parroquia más chica ubicada en Rockville, a 15 minutos de St. Joseph.

La congregación quedó sorprendida. Escribieron una carta al obispo para presentarle otras alternativas y afirmaron que hay otros sacerdotes hispanohablantes que prestan servicios en lugares más pequeños que podrían ser reasignados. Quizás la congregación más pequeña de Rockville podría trasladarse a St. Joseph o quizás los diáconos que hablaran español podrían ayudar a los sacerdotes de St. Joseph que hablan inglés y brindar una misa en los dos idiomas.

“La misa en español es muy importante para nosotros. Nutre nuestro espíritu en un idioma y contexto que podemos entender y apreciar”, decía también la carta que los miembros de la congregación le enviaron al obispo.

Pero la iglesia no aceptó ninguna de las sugerencias, comentaron.

Ni la iglesia ni la diócesis atendieron las solicitudes enviadas por la redacción del Reformer para responder a las inquietudes de la congregación.

Las misas se empezaron a celebrar en los dos idiomas en 2001 y, desde entonces, los voluntarios han organizado clases en español sobre bautizos, la Primera Comunión, la Confirmación, matrimonio, y otras celebraciones. La iglesia se convirtió en un medio de organización para la comunidad. Se estableció una clínica de salud que atendía todos los meses, viajaron al Capitolio estatal a apoyar la ley “Licencia de Conducir para Todos” (“DL for All”), y lograron garantizar el derecho a la licencia remunerada por seguridad y enfermedad.

La misa que se celebraba en St. Joseph era el único servicio católico en español en St. Cloud y Waite Park; ambas ciudades suman una población de más de 80.000 habitantes y se estima que más de 3.000 hablan español en sus hogares, según el censo realizado en 2020.

Desde ese último censo hasta la actualidad, más inmigrantes latinos se han instalado en St. Cloud y muchos han encontrado trabajo en Pilgrim’s Pride, una empresa dedicada al procesamiento de pollo.

Cerca del 43 % de los latinos que viven en los Estados Unidos se identifican como católicos, y los latinos nacidos fuera de Estados Unidos presentan una mayor tendencia a tener creencias religiosas que los nacidos en el país, según datos publicados por el Centro de Investigación Pew.

Para muchos de los asistentes a la misa en español en St. Joseph, la misa era un festival religioso y cultural: era un lugar para celebrar los días festivos, preservar la lengua materna y compartir las dificultades que atravesaban los migrantes y las personas de color.

Quienes van a la iglesia sostienen que la cancelación repentina del servicio en español responde a un patrón de malos tratos hacia la población latina instalada en la zona central de Minnesota, afirman.

Yoanna Ayala-Zaldana, por ejemplo, contó que su familia ha recibido malos tratos en un restaurante en St. Cloud por hablar en español. También Denise Cruz declaró que un miembro de la iglesia tuvo un trato hostil hacia ella mientras se desempeñaba como voluntaria.

Cuando el republicano Donald Trump, candidato a la presidencia de los Estados Unidos, volvió a St. Cloud para un acto de campaña realizado el 27 de julio, la audiencia aplaudió al escuchar a Trump decir que los migrantes eran “criminales” y compararlos con el personaje del Dr. Hannibal Lector en la película “El silencio de los inocentes”.

“Nos sentimos discriminados”, dijo María Maldonado de St. Cloud, quien ha asistido a las misas en español por más de 20 años.

Más de 100 personas marcharon el 7 de julio desde la iglesia católica de St. Joseph hasta la catedral de St. Mary en St. Cloud, vestidas de blanco y con carteles que reclamaban las misas en español.

Los miembros de la congregación dicen que su pedido no ha sido escuchado, pero que no dejarán de pedir que vuelvan las misas en español.