Caballos salvajes de Przewalski regresan a las estepas de Kazajistán

Un caballo salvaje de Przewalski en las afueras de Arqalyk, en Kazajistán, el 4 de junio de 2024 (Abduaziz MADYAROV)
Un caballo salvaje de Przewalski en las afueras de Arqalyk, en Kazajistán, el 4 de junio de 2024 (Abduaziz MADYAROV)

Tras unos pasos titubeantes y un largo vuelo desde Praga, tres caballos de Przewalski galoparon por primera vez en la estepa kazaja, el hábitat natural de esta especie amenazada.

Los caballos, que pasaron veinte horas encerrados en contenedores, son los primeros de los 40 especímenes que serán puestos en libertad en este vasto país de Asia central durante los próximos cinco años.

"Hemos esperado este momento durante mucho tiempo", declaró a la AFP Albert Salemgareyev, miembro de la Asociación por la Conservación de la Biodiversidad de Kazajistán.

"Estos últimos meses hemos trabajado mucho para traer a los caballos de Przewalski a Kazajistán", agregó.

Esta variedad suele describirse como la última especie de caballos salvajes del mundo. Son ejemplares similares a los caballos domésticos modernos, pero con diferencias genéticas: los de Przewalski son más robustos y tienen la cabeza más grande.

Los zoos de Praga y de Berlín dirigen este proyecto para preservar la especie.

"Sabemos que los caballos de Przewalski están adaptados para estas estepas", añadió Salemgareyev.

Estos caballos son capaces de resistir a los duros inviernos de Kazajistán, donde las temperaturas pueden caer por debajo de los -30 ºC y el alimento escasea.

Los tres primeros especímenes --Zorro, Ypsilonka y Zeta II-- aterrizaron en la estepa kazaja este mes. Cuatro más llegaron a Kazajistán desde Berlín unos días después.

Estarán inicialmente en observación en la reserva natural de la Estepa Dorada antes de ser dejados en libertad.

"Este año monitorizaremos su salud y veremos como se aclimatan", dijo Salemgayerev.

- Un viaje peligroso -

El largo viaje de más de 5.000 kilómetros, primero en avión hasta la localidad de Arqalyk, y después en camión hasta el corazón de la estepa kazaja, es arriesgado.

A pesar de los controles de los expertos, uno de los caballos se sentó en el contenedor antes del despegue, aumentando el riesgo de problemas circulatorios a nivel de las patas.

"No queríamos poner su vida en peligro, y el viaje habría podido ser peligroso, así que decidimos dejarlo tranquilo", afirmó Miroslav Bobek, director del zoo de Praga.

Documentada por primera vez por el científico ruso Nikolai Przewalski en 1881, la especie fue casi diezmada en los años 1960. A día de hoy continua en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El zoo de Praga ha criado esta variedad de caballos desde 1932 y mantiene el libro genealógico mundial de la especie en el que registra todos los nacimientos. En 2011, creó un proyecto para reintroducirlos en Mongolia.

Transportó hasta allí a 34 caballos en aviones militares checos entre 2011 y 2019, antes de que la pandemia obligara a interrumpir el proyecto financiado por diferentes zoos del planeta.

Actualmente, existen 2.000 caballos de Przewalski en el mundo, la mayoría en China y Mongolia, pero también en Francia y Rusia. Algunos viven libremente en la zona de exclusión de Chernóbil, entre Bielorrusia y Ucrania.

Tras el desastre nuclear de 1986, 30 especímenes fueron introducidos en Chernóbil en 1998. La población ha crecido y cuenta ahora con 210 caballos.

Estos équidos no son la única especie que ha recibido una atención especial de Kazajistán.

La especie de antílopes Saiga, de nariz flexible, estaba al borde de la extinción pero su población alcanzó los dos millones de ejemplares gracias a las políticas de conservación de las autoridades y oenegés kazajas.

str-bk/dt/cad/bp/amp/es/zm