Brasil clama contra el racismo en España con Vinicius, pero no puede presumir de nada

Las instantáneas han cruzado fronteras y han generado una honda polémica, con mensajes cruzados desde Brasil a España. Jornada 35 de la Liga española. En el estadio de Mestalla se enfrentan el Valencia, buscando la salvación, y el Real Madrid, en lucha por la segunda plaza. Un enfrentamiento en el que saltaron chispas y en el que, por desgracia, el foco estuvo en la grada.

Varias personas emitieron gritos racistas contra el brasileño Vinicius, que amenazó con abandonar el campo y que terminó expulsado tras un enfrentamiento con un rival. Unos sucesos lamentables, protagonizados por una amplísima minoría del estadio, que vuelven a poner al fútbol español en el centro de la diana por su excesiva tolerancia con este tipo de situaciones. Y es que igual que ahora lo sufre el delantero brasileño, antes fueron otros nombres como Diego Costa, Dani Alves o Samuel Eto'o, por citar algunos ejemplos.

Vinicius en el partido ante el Valencia que ha generado críticas en Brasil y España por los cánticos racistas.(Photo by JOSE JORDAN/AFP via Getty Images)
Vinicius en el partido ante el Valencia que ha generado críticas en Brasil y España por los cánticos racistas.(Photo by JOSE JORDAN/AFP via Getty Images)

El partido, que lo terminó venciendo el Valencia por 1-0, ha pasado a un segundo plano, y las críticas a la sociedad española se han multiplicado. Empezando por el propio Vinicius, que en un duro comunicado, manifestó que "hoy en Brasil, España es conocido como un país de racistas". Y siguiendo por el propio país sudamericano que se ha volcado en la defensa de su deportista.

El Gobierno brasileño, así como varios clubes y futbolistas, han mostrado su indignación con lo ocurrido en Mestalla, generándose una gran ola de solidaridad con el jugador. Pero también ha empezado una controversia con la sociedad española en su conjunto, al incluir a toda ella en este intolerable suceso.

Lógicamente, cualquier condena a un acto de racismo es siempre bienvenida, pero conviene no generalizar a países enteros o sociedades porque el tema te puede terminar salpicando a ti mismo. Al calor de lo ocurrido, si se le pregunta a un brasileño si España es un país racista, la respuesta, posiblemente, sea afirmativa. Pero, ¿qué ocurre al contrario? ¿Es Brasil un país racista? Pues atendiendo a los datos se puede decir que también.

Según el Foro de Seguridad Pública de Brasil, el 80% de las víctimas de las operaciones policiales en 2020 fueron personas negras. Por su parte, el Atlas de la Violencia 2021, que recopila cifras de 2019, muestra que de las 45.503 muertes violentas ocurridas en Brasil en 2019, el 77% de las víctimas eran jóvenes negros.

Se trata de un racismo institucional y estructural que está presente en todas las esferas de la sociedad (sistema político, judicial, acceso a la vivienda, educación...) y que impide la igualdad de oportunidades entre toda la población.

La prestigiosa organización de derechos humanos, Amnistía Internacional, reflejaba en su informe del 2022 que uno de los principales problemas de Brasil es el racismo, que sigue alentando la violencia estatal y gozando de impunidad.

De acuerdo a Naciones Unidas, "hay suficientes datos estadísticos que demuestran que la desigualdad racial en Brasil se debe en parte a la discriminación existente, a pesar de la ausencia histórica de legislación racista o de la forma aparentemente más suave que adopta el racismo en el país".

Un presidente racista

No se puede olvidar además que entre 2019 y 2023 ha gobernado en Brasil un racista declarado: Jair Bolsonaro. A lo largo de su mandato, el político de extrema derecha ha dejado clara su posición sobre el colectivo LGTBI, los negros o el cambio climático.

Apenas hay que retroceder unos pocos meses para recuperar una de sus declaraciones más sonadas: "Mis hijos nunca serán gays ni tendrán novias negras. Los he educado muy bien". Un 2x1 en el que el líder brasileño mostraba su homofobia y racismo en una sola frase. Y solo es uno de los múltiples ejemplos que existen de su mandato.

Jair Bolsonaro es abiertamente racista. (AP Photo/Eraldo Peres, File)
Jair Bolsonaro es abiertamente racista. (AP Photo/Eraldo Peres, File)

Curiosamente, algunos de los deportistas que tan rápidamente han defendido a Vinicius, como es el caso de Neymar o Ronaldinho, apoyaron a Bolsonaro en su campaña electoral, lo que supone una grave contradicción. Y es que si verdaderamente estás en contra del racismo, lo estás en todo tipo de situaciones, independientemente de si el comentario lo pronuncia un aficionado del Valencia o el propio presidente de Brasil.

Es intolerable que en los campos de fútbol españoles haya mensajes racistas, pero la sociedad brasileña no puede dar lecciones a nadie. Primero porque casi 60 millones de personas votaron en 2018 a un presidente abiertamente racista y segundo porque en el país se viven a diario multitud de situaciones racistas, que incluso han llegado a causar víctimas mortales.

Los casos de Marielle Franco, João Alberto Silveira Freitas o Moïse Mugenyi Kabagambe son el recordatorio perfecto de que Brasil debería arreglar lo suyo antes de cuestionar lo de los demás. Y, por supuesto, siempre con el no al racismo como bandera.

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