Boxeo de nivel y nocauts de miedo, promotora de Miami cierra a todo tren su temporada en el Miccosukee

Jordan Orozco celebra con el equipo de trabajo de M&R Boxing tras conquistar dos fajas regionales de la AMB y el CMB.

La temporada de la promotora más activa de boxeo en Miami cerró por todo lo alto. M&R despidió el 2024 con una velada en el Hotel y Casino Miccosukee que resumió todo lo que ha avanzado en el año y la promesa de que el próximo será mucho mejor.

Desde un Jordan Orozco que conquistó dos títulos regionales para posicionarse de manera interesante como uno de los mejore prospectos del boxeo nicaragüense, hasta un filipino Mike Plania que no ha olvidado su potencia y un cubano Brayan Fonteboa que crece de pelea en pelea, la noche del sábado dejó muchos elementos positivos.

Sin duda, la capacidad de la empresa para reunir talento de varias partes del mundo y de trabajar con figuras en varios momentos, desde debutantes a veteranos, ha conformado una fuente de talento que le permite desarrollar entre cinco y seis veladas anualmente, algo que ninguna otra puede hacer.

Este que cierra ha sido un año de consolidación y desde ya se esperan las próximas jornadas del 2025 para ver hasta dónde puede llegar la entidad que dirige Laura Ching de conjunto con el manager William Ramírez y el entrenador Osmiri Fernández.

RESUMEN DE LA NOCHE

Jordan Orozco es, sin duda, una de las mejores figuras en ascenso del boxeo nicaragüense y lo demostró al imponerse por nocaut técnico en el segundo asalto a un hombre que venía con buen record como el puertorriqueño Charlie Clemente, quien había enfrentado, entre otros, a Guillermo Rigondeaux.

El boxeo de Orozco se ve muy depurado y lo acompaña con una potencia en las combinaciones que abrumaron a Clemente, al punto de propinarle dos conteos y obligaron al árbitro a detener las acciones en el segundo asalto.

El cubano Brayan Fonteboa exhibió una mejoría tremenda y aunque se echan de menos sus nocauts iniciales, su triunfo por decisión unánime ante el mexicano Mario Aguirre dejó muy buena impresión por la calidad de sus movimientos y ataques, así como su capacidad para boxear en reversa, algo que suele ser muy difícil para los peleadores jóvenes.

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Ya todos conocen al filipino Mike Plania y su presencia en el ring es sinónimo de explosividad y potencia, algo que volvió a reafirmar con su triunfo por nocaut en el tercer asalto ante el colombiano Deivi Julio. Alguna vez estuvo muy cerca de un título mundial y ahora está en el camino de regreso a los planos estelares.

Carlos Frómeta luce a gusto en el peso bridgerweight, con límite en las 224 libras, y su victoria por nocaut en el tercer asalto ante el estadounidense Deshon Webster dice a las claras que M&R acertó al subirlo de la categoría crucero. El cubano todavía es joven y habrá de crecer mucho más.

Yoanki Urrutia es poseedor de un boxeo fino y elegante, lo que se pudo apreciar ante el filipino Adam Abdulhamid, un hombre que fue superado por la clásica milla, pero que se convirtió en mitad púgil mitad payaso, mientras que el cubano no se apartaba de su guion. Este es otro listo ya para cosas mayores.

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Había mucho interés por ver el debut del joven Miguel Paredes, un chico de raíces boricuas entrenado por el profesor Jorge Rubio, y aunque lidió con la adversidad al recibir un conteo en el primer round de parte de Ulises Carvajal, supo reaccionar a tiempo e imponerse por la vía del nocaut técnico en el segundo asalto.

EN OTRAS PELEAS DE LA NOCHE

Alex Bray venció por nocaut técnico en el tercer round al argentino Ricardo Villalba, el kazajo Timur Pirnazarov superó por nocaut técnico en el primer asalto a Antonio García, Kamar Bray se impuso por decisión unánime al también argentino Alfredo Blanco y Joshua Amill ganó por nocaut técnico en el primer round a Javier Elechi.