Biden establece límites de asilo ante la llegada de gran número de migrantes a la frontera

Los migrantes que se embarcan en la peligrosa travesía hasta la frontera estadounidense ahora tendrán menos posibilidades de entrar al país luego de que el gobierno de Joe Biden anunciara el martes un límite al número de migrantes indocumentados que pueden solicitar asilo en la frontera.

Tras una nueva proclamación presidencial, el gobierno federal no procesará los casos de asilo de inmigrantes indocumentados si hay un promedio diario de 2,500 o más encuentros con migrantes en la frontera con México y estados costeros del sur, como la Florida por una semana.

Esto significa que mientras el límite esté vigente, cualquier migrante que intente cruzar la frontera entre Estados Unidos y México o que llegue en barco o balsa a través del Estrecho de Florida será enviado rápidamente de regreso a México o deportado a sus países de origen, a menos que tenga autorización previa para presentar sus casos de asilo o se acogen a excepciones muy limitadas.

“Por la presente queda suspendida y limitada la entrada de cualquier no ciudadano a Estados Unidos a través de la frontera sur”, según las restricciones anunciadas, dijo el presidente Biden en una proclama el martes. “Esta suspensión y limitación de entrada entrará en vigor a las 12:01 a. m., hora del este, del 5 de junio de 2024”.

Los límites de asilo se aplicarán sólo para las personas que crucen la frontera ilegalmente, es decir, aquellos que intenten cruzar la frontera sin visa entre los puertos de entrada.

Las nuevas medidas otorgan a los agentes fronterizos el poder de determinar el destino de un migrante en lugar de un juez de inmigración. Actualmente, a muchos inmigrantes se les permite ingresar a Estados Unidos después de pasar una entrevista en la que demuestren que tienen un “temor creíble” de ser perseguidos o torturados si regresan a casa. Una vez bajo parole, deben convencer a un juez de inmigración de que tienen derecho a protección en Estados Unidos, un proceso que puede tardar hasta siete años debido a los retrasos en el sistema migratorio americano.

Las nuevas reglas están destinadas a controlar el retraso, pero los críticos dicen que también conducirán a que aquellos con miedo genuino sean rechazados y enviados de regreso a países donde enfrentarán represalias.

Según la nueva norma, los inmigrantes serán sometidos a procedimientos de deportación acelerados. Sólo se les ofrecerá una “entrevista de miedo creíble” si dicen explícitamente que tienen miedo de regresar a casa o que podrían enfrentar persecución o tortura. Los funcionarios dijeron que los inmigrantes que afirmen tener una “probabilidad razonable de persecución o tortura” tendrán que cumplir con estándares más altos para ingresar a Estados Unidos que los que se aplican actualmente.

El límite promedio diario de 2,500 no afecta a quienes reservan citas para presentar su caso de asilo a través de la aplicación CBPOne, una aplicación telefónica que los inmigrantes utilizan para programar citas con las autoridades de inmigración en la frontera. Tampoco se cuentan para el límite diario de 2,500 a los residentes permanentes legales, personas con visas, menores no acompañados, aquellos que enfrentan una emergencia médica o una amenaza a su vida y las víctimas de tráfico humano.

El límite no es permanente y se levantará dos semanas después de que el Departamento de Seguridad Nacional considere que el número de encuentros diarios cae a un nivel más manejable, fijado en un promedio de 1,500 o menos durante siete días consecutivos.

La política, dijeron los funcionarios estadounidenses, responde a la falta de acción del Congreso y al arribo de un volumen abrumador de inmigrantes indocumentados que el gobierno federal no puede gestionar eficazmente. Las nuevas medidas permitirán a las autoridades de inmigración expulsar a las personas más rápidamente, dijo un funcionario de alto rango de a administración.

El anuncio del martes se produce en medio de un año electoral en el que la inmigración está en el centro de las campañas presidenciales. Tanto los activistas por los derechos de los inmigrantes como los republicanos han criticado a Biden por su manejo de la inmigración.

El martes, funcionarios del gobierno de Biden criticaron a los republicanos en el Congreso por no aprobar un acuerdo bipartidista sobre la frontera y enfatizaron que la medida recién promulgada no asignaría personal ni recursos a la frontera suroeste.

“El presidente Biden cree que debemos asegurar nuestra frontera”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. “Es por eso que hoy (martes) anunció acciones ejecutivas para impedir que los inmigrantes que cruzan nuestra frontera sur ilegalmente reciban asilo… Pero debemos ser claros: esto no puede lograr los mismos resultados que la acción del Congreso, y no proporciona el personal y los fondos críticos necesarios para asegurar aún más nuestra frontera sur”.

Activistas que han criticado a la administración Biden antes del anuncio dicen que la medida tiene, al menos en parte, una motivación política y que pondrá a los migrantes en peligro e impedirá que algunas personas con solicitudes legítimas de asilo busquen refugio en Estados Unidos.

“Los votantes no votaron para sacar a Trump del cargo sólo para que las políticas de inmigración de la era Trump se mantuvieran bajo una administración demócrata. En lugar de intentar ineficazmente ser más antiinmigrante que Trump, la administración Biden debería invertir más en políticas que hayan demostrado que funcionan”, dijo Yareliz Méndez-Zamora, de la Coalición de Inmigrantes de Florida.

Los funcionarios de Biden rechazaron el martes las comparaciones con las políticas fronterizas de Trump, diciendo que no separarían a las familias y se refirieron a excepciones a la medida que la administración anterior no hizo.

La Alianza Puente Haitiano, que aboga por los derechos de los inmigrantes haitianos, describió la orden como un “ataque directo al derecho humano fundamental a solicitar asilo”. La organización dijo que la política “afectaría desproporcionadamente a quienes huyen de países con altos niveles de violencia e inestabilidad, en América Latina, el Caribe y el continente africano”.

El director de Estudios de Inmigración del Libertarian Cato Institute, David Bier, dijo que la orden sólo generará más caos en la frontera entre Estados Unidos y México.

Biden “exige que todos los solicitantes de asilo entren legalmente, pero mantiene su límite artificialmente bajo para los solicitantes de asilo que ingresan por puntos de cruce legales. Esto significa que esta acción no provocará que una sola persona adicional ingrese legalmente. En cambio, más personas intentarán evadir la detección, socavando la seguridad”, dijo Bier.

Cubanos y haitianos toman caminos legales

Las autoridades dijeron que el número de encuentros en la frontera entre Estados Unidos y México ha disminuido, pero el volumen sigue siendo alto. La inmigración de Cuba, Venezuela y Haití va camino de igualar o superar cifras récord de años anteriores, pero muchos están aprovechando las nuevas vías legales establecidas por la administración Biden el año pasado para ciudadanos de esos países.

Un nuevo programa que permite a ciudadanos de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua ingresar y trabajar en Estados Unidos durante dos años prometió detener el flujo de inmigrantes de esos países que cruzan la frontera. Alrededor de 439,000 personas de los cuatro países han llegado a Estados Unidos a través de procesos de parole hasta abril de este año, según datos del gobierno federal. Pero a medida que crece la acumulación de casos, dejando a algunos solicitantes esperando más de un año, y la situación en sus países de origen se deteriora aún más, el número de personas que prueban suerte en la frontera ha aumentado.

El número de venezolanos y haitianos que llegan a la frontera de Estados Unidos en el año fiscal 2024, que comenzó en octubre, ya supera las cifras de 2022, según datos de abril publicados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

El número de encuentros con ciudadanos cubanos ha aumentado significativamente este año fiscal después de una caída tras el anuncio del nuevo programa de parole en enero del año pasado. De octubre a abril, casi 100,000 cubanos han sido procesados en la frontera. De continuar la tendencia, la cifra anual podría superar la del año pasado, cuando llegaron a la frontera 142,352 cubanos.

Pero un portavoz del Departamento de Seguridad Interna dijo que la mayoría de los inmigrantes de esos países vienen con citas autorizadas reservadas a través de la aplicación CBPOne. Aún así, la mitad de los venezolanos encontrados en la frontera cruzaron ilegalmente.

Los funcionarios de la administración Biden reconocen que la nueva regla probablemente será impugnada en los tribunales. La ley de inmigración actual establece que los inmigrantes pueden solicitar asilo incluso si ingresan al país ilegalmente.

Quedan preguntas

También hay dudas sobre cómo las autoridades de inmigración podrán devolver a lo que probablemente será un gran número de migrantes, sin más recursos y sin una mayor cooperación de terceros países para aceptar más vuelos de deportación. También hay preocupaciones sobre cómo manejaría el gobierno federal la llegada de personas provenientes de países en otros continentes, como China y Afganistán.

El gobernante venezolano Nicolás Maduro dejó de aceptar vuelos de deportación desde Estados Unidos después de la reciente reimposición de algunas sanciones petroleras por parte de la administración de Biden. Por su parte, los vuelos de deportación a Cuba se reanudaron el año pasado y las autoridades cubanas dijeron que estarían dispuestas a aceptar más. A pesar de la agitación en Haití, donde las pandillas amenazan con tomar el gobierno, los vuelos de deportación se reanudaron en abril después de una pausa temporal en medio de la inestabilidad política.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que el gobierno continuará deportando mensualmente hasta 30,000 cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses a México como parte de un acuerdo previamente negociado con el país vecino.