Bayer Leverkusen ganó en el última fecha y se convirtió en el primer campeón invicto de la historia de la Bundesliga

Bayer Leverkusen, campeón de la Bundesliga, se convirtió este sábado en el primer equipo en completar una temporada de la liga alemana sin perder. Con goles del nigeriano Victor Boniface y Robert Andrich, venció por 2-1 a Augsburg por la última fecha del torneo. Fue su 28ª victoria en 34 jornadas. Exequiel Palacios fue titular y salió reemplazado a 20 minutos del final.

El Leverkusen, que se aseguró el primer lugar ya en abril y con lo que puso fin a la racha de 11 títulos seguidos del Bayern Munich, es además el primer conjunto de las cinco principales ligas europeas en terminar una campaña invicta desde que lo había logrado Juventus en la Serie A italiana en 2011/2012. Los alemanes tienen un plus: no perdieron ningún duelo contando todas las competencias, por lo que su racha se mantiene en 51 encuentros, con dos finales por delante para culminar la temporada.

Este sábado, tuvo una clara ventaja sobre el Augsburg, pero Mert Komur acercó a los visitantes a poco más de media hora para el pitazo final. Eso llevó a que el DT del Leverkusen, el español Xabi Alonso, enviara al campo a Florian Wirtz y Granit Xhaka a pesar de que intentaba darles descanso antes de los juegos decisivos de la Europa League, el martes próximo con Atalanta, y de la Copa Alemana, ante Kaiserlautern, de la segunda división, el 25 de mayo.

El triunfo y los festejos de Bayer Leverkusen

Su clásico rival, Colonia, descendió. Y el gol de Janik Haberer en el descuento para Unión Berlín fue vital para confirmar su permanencia en la categoría con la victoria por 2-1 ante Freiburg. Por ese triunfo, Bochum cayó a la zona de repechaje tras perder por 4-1 con Werder Bremen. Mainz se quedará en la primera luego de su victoria por 3-1 ante Wolfsburg.

Con una victoria por 4-0 ante el Borussia Monchengladbach, Stuttgart terminó segundo, por delante de Bayern Munich, que perdió por 4-2 con Hoffenheim en el último encuentro de Thomas Tuchel al frente de los multicampeones bávaros.

Lo de Bayer Leverkusen esta temporada roza la perfección. A pesar de que ese invicto se vio en peligro en varias ocasiones en el último tiempo, siempre tuvo la entereza y el deseo de seguir manteniéndolo. Además de lo logrado en la Bundesliga, no le resultó nada fácil a Leverkusen el camino para alcanzar el invicto en todas las competencias. En los últimos dos meses fueron seis los encuentros en los que estuvo al borde de perder el invicto, cuatro de ellos por la Europa League.

En los octavos de final de la competencia europea apareció Qarabag, un pequeño equipo de Azerbaiyán que en la ida, disputada el 7 de marzo, le ganaba por 2 a 0, en Eurasia, pero aparecieron Wirtz y Patrik Schick para igualarlo en el descuento. En la vuelta, una semana más tarde en Alemania, pasó algo similar. Los azerbaiyanos lo ganaban 2 a 0, pero revirtieron el marcador con la aparición de Jonas Hofmann y los dos goles agónicos de Schick a los 93 y a los 97.

En los cuartos de final de la misma competencia, fue el turno de West Ham. El 2 a 0 en Alemania había sido suficiente, pero los ingleses ganaban por 1 a 0 en Londres el 18 de abril. Sin embargo, Jeremie Frimpong lo igualó a uno del final. A los tres días, por la Bundesliga, Borussia Dortmund lo sorprendía a los 36 de la segunda etapa, pero Josip Stanisic puso el 1 a 1 definitivo en el séptimo minuto adicionado. El 27 de abril, por la fecha 31 del torneo local y ya siendo campeones volvió a suceder el milagro. Stuttgart lo ganaba 2 a 0, rápidamente llegó el descuento y a los 96, la igualdad.

Y faltaba uno más: frente a Roma, en el desquite de la semifinal de la competencia continental. Los dos tantos de penal de Leandro Paredes para los italianos estiraban la serie de semifinales de la Europa League al alargue y liquidaban el invicto de los alemanes. Sin embargo, un tanto en contra de Gianluca Mancini a nueve del final les dio la tranquilidad del pase a la final. Pero no quisieron que la clasificación fuera el único motivo de la alegría y con esa mística ganada de los festejos en los últimos suspiros, Josip Stanisic puso el 2 a 2 siete minutos superado el tiempo reglamentario.

Pocos hubieran apostado al principio de la temporada que el Bayer Leverkusen iba a ser el campeón de la Bundesliga, a la que se presentó con la etiqueta de ‘outsider’ y acompañado por su particular historia de desgracias, que en su momento le hicieron ganarse el apodo jocoso de “Neverkusen” (a partir de la palabra inglesa “never”, nunca) por su incapacidad para aprovechar situaciones favorables para ser campeón en 2000 y 2002, principalmente. Hoy, el contexto es otro y el equipo de Westfalia disfrutar de haber hecho historia.