Los archivos secretos de Rusia revelan en qué escenarios usaría armas nucleares
En el mundo, hay nueve países que tienen armas nucleares, según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo. Sin embargo, su reparto es muy desigual. Concretamente, el 90% de ellas pertenecen a solo dos naciones: Rusia y Estados Unidos. Teniendo en cuenta que la primera se halla actualmente en guerra con Ucrania, nos encontramos en un momento crítico de la historia.
Hace poco una filtración puso en relieve en qué circunstancias Putin haría uso de esas armas nucleares, tal y como señala el Financial Times. Se trata de 29 archivos militares rusos que se elaboraron entre 2008 y 2014. Y aunque ha pasado una década desde entonces, sí que refleja la manera de pensar de Rusia y dónde siente que hay amenazas para su seguridad.
Una de las principales no deja de ser sorprendente: China. El gigante asiático es un importante aliado comercial de Moscú y así ha sido durante todo el conflicto con Ucrania. Mientras que los países occidentales han apostado por las sanciones, Pekín ha sido un auténtico salvavidas económico para ayudar a evitarlas. Sin embargo, esos documentos muestran que Putin alberga recelos.
No es para menos porque hablamos de la segunda economía más grande del mundo y de un país con un Ejército poderoso que, además, comparte frontera con Rusia. Es decir, simplemente por la cercanía y por la potencial capacidad para hacer daño, Moscú siempre va a vigilar a su socio de una manera muy especial.
Los archivos muestran que, pese a los acercamientos de los últimos años, el distrito oriental militar ruso ha estado ensayando distintos escenarios en los que se producía una invasión por parte de China. Concretamente, se contempla que ante un eventual ataque, Moscú respondería con un ataque nuclear táctico para impedir una segunda ofensiva.
En este sentido, hay que distinguir entre armas nucleares tácticas y estratégicas. Las primeras están limitadas a un corto alcance en Europa y Asia, mientras que las segundas son de un alcance mayor y apuntarían a Estados Unidos. Estas filtraciones han mostrado que el umbral para usar las tácticas es mucho más bajo de lo que se creía.
Existe un Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación entre China y Rusia, pero desde que empezó la guerra de Ucrania, Moscú ha seguido reforzando su frontera oriental ante el temor a que los chinos aprovecharan su debilidad para atacar. De hecho, muchas de esas armas nucleares solo tienen alcance para defenderse del gigante asiático. Es decir, de puertas para afuera hay una amistad consolidada (probablemente con la idea de mostrar fortaleza frente a Estados Unidos), pero para dentro hay bastantes temores y desconfianza.
Más allá de su poderoso vecino, Rusia también contempla otros escenarios para hacer uso de armas nucleares. Es, por ejemplo, el caso de que se produjera la destrucción del 20% de sus submarinos con misiles balísticos estratégicos. También, el 30% de sus submarinos de ataque de propulsión nuclear, tres o más cruceros, tres aeródromos o un ataque simultáneo a los centros de mando principales o de reserva, Cualquiera de estas situaciones supondría una amenaza grave para la seguridad de Rusia y obligaría al país a una escalada militar que incluiría armas nucleares.
Hay más circunstancias contempladas: para contener que los estados utilicen la agresión, para detener una agresión, para evitar que Rusia pierda batallas o territorio o para hacer más eficaz la Marina.
En este sentido, Estados Unidos estima que el país liderado por Putin dispone de al menos 2.000 armas nucleares tácticas (más que nadie), aunque es bastante improbable que las utilice en Ucrania.
La excepción de Ucrania
Tal y como señalan los expertos, un ataque nuclear contra Ucrania (país que no dispone de este tipo de armas), probablemente ayudaría a intensificar el conflicto y probablemente provocaría la intervención inmediata de Reino Unido o Estados Unidos, también países con armamento nuclear. Lo último que querría Putin es una internacionalización del conflicto, por lo que este escenario está descartado.
Entonces, ¿cuándo podría usar estas armas tácticas? Pues, por ejemplo, para apaciguar a grandes potencias y evitar una escalada mayor. Simplemente, la amenaza de uso ya hace que cualquiera que piense en atacar a Rusia se lo piense dos veces. Es la incitación al miedo: mediante el uso de armas nucleares pequeñas, puede sorprender al adversario o conseguir un acuerdo beneficioso para que las cosas no vayan a más.
El Kremlin ha negado la autenticidad de estos documentos, pero la realidad es que lo reflejado ha sido bastante similar a la política militar que ha aplicado Rusia en los últimos años: reforzamiento de su frontera con China, evitar la internacionalización en Ucrania o amenazar con represalias nucleares, pero sin llegar a dar al botón rojo. Y si lo termina haciendo, será midiendo mucho las consecuencias y como último recurso.
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