Rusia ataca Kiev con al menos cinco misiles que provocan incendios y grandes daños
Las explosiones comenzaron alrededor de las 7:00, hora local, mientras las defensas aéreas de la ciudad trabajaban intensamente para proteger la infraestructura civil, de la llegada de los misiles rusos, según confirmó el alcalde Vitali Klitschko.
Los informes preliminares indican que Rusia empleó una combinación de misiles balísticos Kinzhal, lanzados desde el aire, y misiles Iskander-M o KN-23. Este arsenal de alta tecnología demuestra una clara escalada en la sofisticación de los ataques contra la capital ucraniana, evidenciando la continua modernización del arsenal ruso empleado en el conflicto.
La gravedad del ataque se manifestó especialmente en el distrito de Holosiivskyi, donde los restos de los misiles causaron daños sustanciales en edificios de oficinas, infraestructura de gas y vehículos civiles. Un incendio particularmente preocupante se desató en el piso 15 de un edificio de oficinas, generando una situación de emergencia que requirió una respuesta inmediata de los servicios de emergencia, tal y como describe 'Kyiv Independent'.
Conflicto en las cifras de víctimas, no así con los daños
La información sobre las víctimas ha generado discrepancias significativas entre las diferentes autoridades ucranianas. Mientras la Administración Militar de la Ciudad de Kiev reportó preliminarmente tres heridos y una víctima mortal en el distrito de Holosiivskyi, el alcalde Klitschko presentó cifras diferentes, informando de siete heridos en toda la ciudad sin mencionar fallecimientos.
Los equipos de emergencia continúan trabajando en las zonas afectadas, evaluando los daños y asistiendo a las víctimas. El impacto del ataque se extendió más allá del distrito de Holosiivskyi, con incendios reportados en edificios no residenciales en los distritos de Solomianskyi y Shevchenkivskyi, ampliando el radio de destrucción y complicando los esfuerzos de respuesta a emergencias.
Intensificación del conflicto y respuesta Internacional
Este ataque se produce en un momento de creciente tensión internacional, con Rusia intensificando sus ataques con drones y misiles contra diferentes regiones de Ucrania en los últimos meses. La situación se volvió particularmente alarmante cuando el presidente ruso Vladímir Putin propuso "experimentar" con las defensas aéreas occidentales mediante el lanzamiento de un misil balístico Oreshnik contra Kiev.
La comunidad internacional observa con preocupación esta escalada, mientras el presidente ucraniano Volodímir Zelenski continúa solicitando activamente apoyo adicional en materia de defensa aérea. Durante su reciente visita a Bruselas el 18 de diciembre, Zelenski realizó un llamamiento urgente para la provisión de 19 sistemas adicionales de defensa aérea, fundamentales para proteger la infraestructura crítica del país.
La magnitud de este último ataque subraya la urgente necesidad de fortalecer las capacidades defensivas de Ucrania, especialmente considerando la vulnerabilidad de sus centros urbanos frente a los sofisticados sistemas de armamento rusos.
La embajada portuguesa en Kiev, afectada por las explosiones
Paulo Rangel, ministro de exteriores de Portugal, ha confirmado a 'Euronews' que ha habido "un ataque muy intenso por parte de la Federación Rusa a la ciudad de Kiev" y añade que, en una de las explosiones, se registraron daños "en las instalaciones diplomáticas de varios países" que operan en el mismo edificio: Portugal, Argentina, Albania o Montenegro. Rangel afirma que la explosión causó "sólo daños materiales relativamente menores", subrayando, sin embargo, que el ataque "es absolutamente inaceptable".
"Es absolutamente inaceptable que cualquier ataque pueda tener como objetivo o afectar zonas de instalaciones diplomáticas", se lee en una nota emitida por el MNE, que presentará una protesta formal ante Rusia.
"El Encargado de Negocios de la Federación Rusa ya ha sido llamado al Ministerio de Asuntos Exteriores para presentar una protesta formal ante la Federación Rusa", se lee en el comunicado. Sin embargo, la Unión Europea ya ha reaccionado al ataque. Ursula von der Leyen lo calificó de ataque "atroz" y expresó "solidaridad con Portugal":