Arabia Saudí no engaña a nadie con el fútbol: el país sigue siendo un infierno

Cristiano Ronaldo. Karim Benzema. Sadio Mané. Neymar. Estos son solo cuatro, posiblemente los más conocidos, de las decenas de futbolistas de élite que han desembarcado en la liga de Arabia Saudí en los últimos meses.

El país, sin tradición futbolística y con un campeonato de nivel bajo hasta el momento, ha atraído con sueldos millonarios a algunas de las grandes estrellas de Europa. Un intento de lavado de cara de un régimen que sigue siendo noticia por la falta de derechos humanos y las atrocidades cometidas.

Cristiano Ronaldo ha sido uno de los grandes fichajes de la liga de Arabia Saudí. (Photo by Mohammed Saad/Anadolu Agency via Getty Images)
Cristiano Ronaldo ha sido uno de los grandes fichajes de la liga de Arabia Saudí. (Photo by Mohammed Saad/Anadolu Agency via Getty Images)

Todos los esfuerzos puestos en el deporte

Hace algunos años habría resultado imposible imaginar que estos deportistas cambiaran el Real Madrid, el PSG o el Bayern de Múnich por el Al-Nassr, Al-Ittihad o Al-Hilal, pero el dinero ha obrado el milagro. Detrás de estos conjuntos se encuentra el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, que ha tomado el control de todos ellos (posee el 75%), así como del Al-Ahli.

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Pero, ¿por qué querría el propio país controlar a sus principales clubes de fútbol? Lógicamente, uno de los objetivos es convertir su campeonato en uno de los más populares del mundo y por eso no están escatimando en la llegada de grandes fichajes. Conseguir atención internacional y que su liga sea una de las mejores del planeta es la principal razón, pero no solo.

Cabe recordar que desde el año 2020, la Supercopa de España se celebra en el país saudí, a excepción del 2021 que se disputó en suelo español debido a la pandemia.

La idea de las autoridades es también organizar un Mundial de fútbol en un plazo de tiempo cercano. Arabia Saudí era candidata a albergar el de 2030, aunque retiró su candidatura ante la dificultad de doblegar a sus rivales: por un lado, España, Portugal y Marruecos; por el otro, Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. Tiene sentido, por tanto, ir potenciando el campeonato propio y las infraestructuras de cara a estar preparados en el futuro para la celebración de un evento de estas características.

Pero además, probablemente Arabia Saudí está promocionándose a nivel internacional con el deporte para conseguir dejar atrás su nefasta reputación internacional. El asesinato salvaje del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, el lamentable papel que tienen las mujeres en su sociedad, donde no tienen apenas derechos o las torturas a los prisioneros en la cárcel, son algunas de las situaciones por las que se ha dado a conocer el país en las últimas décadas.

El periodista Jamal Khashoggi fue asesinado de manera brutal en el consulado saudí en Estambul. (Middle East Monitor/Handout via REUTERS)
El periodista Jamal Khashoggi fue asesinado de manera brutal en el consulado saudí en Estambul. (Middle East Monitor/Handout via REUTERS)

Con el deporte intenta transmitir ahora una cara más amable a nivel internacional, que oculte o, al menos, equilibre todo ese aluvión de noticias negativas que se han publicado y se siguen publicando sobre las barbaridades cometidas por uno de los regímenes más represores del planeta.

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¿Significa que con este lavado de cara deportivo en Arabia Saudí han mejorado los derechos humanos? La respuesta es rotunda: no.

Crímenes contra la humanidad

Un extenso informe que acaba de ser publicado por Human Rights Watch (HRW) documenta que los guardias fronterizos saudíes han matado a cientos de inmigrantes entre marzo de 2022 y junio de 2023, unos asesinatos que serían un crimen contra la humanidad, según la organización.

Con un patrón generalizado y sistemático de los ataques, se han usado armas explosivas, se les ha preguntado a las víctimas dónde querían recibir los disparos antes de disparar a quemarropa y se ha ejecutado también a aquellos que trataban de huir de regreso a Yemen.

De hecho, Nadia Hardman, investigadora de derechos de refugiados y migrantes de HRW, apunta claramente a la intención saudí con el deporte.

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"Gastar miles de millones comprando golf profesional, clubes de fútbol y grandes eventos de entretenimiento para mejorar la imagen de Arabia Saudita no debería desviar la atención de estos crímenes horrendos", ha señalado.

Las mujeres apenas tienen derechos en Arabia Saudí. (Photo by FAYEZ NURELDINE/AFP via Getty Images)
Las mujeres apenas tienen derechos en Arabia Saudí. (Photo by FAYEZ NURELDINE/AFP via Getty Images)

Arrestos, violencia y muerte

No hay más que recurrir al informe 2022 de Amnistía Internacional sobre la situación del país para darse cuenta de que la vida sigue igual lejos de los brillantes focos del fútbol.

Las autoridades han perseguido a aquellas personas que han intentado ejercer la libertad de expresión. Los tribunales han aplicado la pena de muerte tras juicios manifiestamente injustos, incluso a menores de edad, y se han llevado a cabo ejecuciones por una gran variedad de delitos. Miles de personas han sido detenidas y torturadas. Y un larguísimo etcétera.

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Mención aparte merece la situación de las mujeres, que necesitan el permiso de un tutor varón para casarse y, una vez casadas, están obligadas a obedecer al marido.

Y es que más allá de los goles de Cristiano, de las asistencias de Neymar o las celebraciones de Benzema, se encuentra un país sin ningún tipo de derechos para sus habitantes, donde puedes morir solo por decir lo que piensas. Que el terreno de juego no tape las atrocidades del régimen.

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