Analizan expertas el ejercicio del poder en las mujeres

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Aunque la lucha por la equidad de género ha logrado avanzar con mayor rapidez en los últimos años, la meta se encuentra lejos de ser alcanzada. De hecho, de acuerdo con el Índice Global de la Brecha de Género 2023, publicado por el Foro Económico Mundial (FEM), se calcula que tendrían que pasar 131 años.

Al respecto, y con la relevancia de este tema para las próximas elecciones en nuestro país, Animal Político y Newsweek abrieron el foro Mujeres en el poder, donde reunieron a expertas y activistas para debatir y reconocer tanto los errores como los aciertos hasta ahora alcanzados.

Así como la igualdad no necesariamente significa equidad, la paridad en números entre hombres y mujeres en cargos representativos no garantiza o es suficiente para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Sin embargo, algo seguro es que la introducción de las mujeres en estos entornos refresca y trae consigo una nueva forma de ver las cosas, una que muchas veces va acompañada de mayor empatía, pero no necesariamente.

“Muchas desde hace tiempo pensamos que liderazgo femenino por ser femenino ya trae consigo una dosis de humanidad, de empatía, una forma distinta de concebir la función pública, pero lo que hemos descubierto en estos cinco años es que traer falda o huipil, o estar en el Gabinete de un hombre al que mimetizas pero al que nunca contradices, o que no te ayuda a impulsar la agenda de género, eso no ha ayudado a la causa de las mujeres”, argumentó Denise Dresser, politóloga y analista quien abrió el foro.

Asimismo, habría que agregar que culturalmente se han destinado los cuidados de manera general a las mujeres, lo cual ha llevado a pensar que por ende estas gobernarán de forma maternal, y “las faldas también pueden ser autoritarias”, como comentó Dresser.

Pero lo que sí hay que reconocer es que las mujeres, sin políticas públicas que las ayuden a aminorar o equilibrar estas responsabilidades de cuidado con su vida profesional, tienen una carga extra en su carrera por obtener las mismas oportunidades.

Una mujer para presidente de México

Este 2024, se llevarán a cabo las primeras elecciones donde dos mujeres son las principales contendientes para la Presidencia de la República mexicana pero, a pesar de reconocer que es un gran avance, este cambio no se debió a un cambio de fondo en el pensamiento de la gente, sino más bien a una imposición.

“Tenemos que aceptar que no es algo que pasó por la sociedad ni por una evolución ni por una exigencia de los partidos […] Quienes hemos estado en campañas, todas las campañas lo ves, todas las encuestas te dicen ‘oye, ¿quieres que una mujer sea presidente?, ¿México está listo para una mujer presidente?: Sí, claro’. ‘Oye, ¿quién crees que lleva mejor la economía?: los hombres, ¿y quién crees que lleva mejor la seguridad?: los hombres’”, comentó Jaina Pereyra, politóloga y directora de Discurseros.

Aunado a esto, algunas mujeres al estar en el poder no sólo tienen reservas para ejercerlo, pues se sienten inseguras de ser una autoridad en estos nuevos ámbitos, sino que muchas veces se adecúan a los modos del patriarcado.

“Creo que uno de los problemas de las mujeres en el poder es cómo replican el padrón del patriarcado a la hora de comunicar una instrucción, a la hora de verificar que la instrucción esté concluida. Pareciera que si no me porto como hombre no soy jefe”, sostuvo Maite Azuela, politóloga y analista.

Foro Mujeres
Foto: Alejandra Sousa

Por otra parte, precisamente debido a las escasas oportunidades, hay una gran presión sobre las mujeres cuando cometen un error pues para algunas personas es la justificación para restarles poder, errores que no suelen ser señalados con tanta severidad en los hombres.

“No sé ustedes, pero yo creo que hay como una tolerancia a la mediocridad cuando se trata de un político hombre […], pero si una política mujer es mediocre, entonces hijo, se nos pone el pelo de punta a nosotras mismas, como de ‘estamos perdiendo las poquitas oportunidades que ganamos’, y entonces se abre mucho la oportunidad a que los hombres digan ‘ah… ¿para eso querían a las mujeres?, pues si son ellas las que están aprobando la militarización’”, agregó Azuela.

Avances tangibles

Acabar con la brecha de género no sólo contribuirá al bienestar social y la economía de todo México, sino que abrirá nuevas y necesarias perspectivas. Si bien ya hay más espacios para las mujeres, estos no son suficientes y unas cuantas no representan a todas.

La lucha va más allá de los colores, las y los candidatos y los partidos políticos, y claro que ha habido avances y mucho aprendizaje, sobre todo impulso y organización desde la sociedad civil.

“Sí crecimos en un mundo donde nos dijeron que las mujeres juntas ni difuntas, y donde nos enseñaron a decir, a competir entre nosotras, a pensar que había una sola zanahoria para muchos, por así decirlo, y todavía pues a mí me tocó pertenecer, y todavía pertenezco, desgraciadamente, a muchos lugares donde soy la de la foto, no, la única mujer en la mesa, cuando lo que nos beneficiaría a todas es que hubiera muchas más mujeres en la mesa”, finalizó Katia D’Artigues, periodista política y activista.

Aun con retrocesos y decepciones por parte de integrantes que solían defender la causa, las mujeres y la sociedad civil organizada hoy saben que las y los políticos van y vienen, pero ellas y sus derechos llegaron para quedarse. Su influencia ya no se limita al voto, a la Presidencia, a la asesora del presidente, sino a la ciudadanía, a la juventud.

“Hace poco estaba en un foro con muchas personas de las organizaciones, y sí decían, o sea, la desesperanza era brutal, no, yo les decía ‘a ver, nosotros nos dedicamos a esto y si nosotros no tenemos esperanza de que todavía podemos seguir empujando, pues obviamente la gente allá afuera que está desmotivada, despolitizada, menos. Entonces nosotros que sí sabemos y que sí tenemos pues toda esa historia en nuestra cabeza, tenemos que empujar’”, platicó Ixchel Cisneros, periodista y conductora.

Finalmente, la invitación a fomentarle a las niñas y niños que pueden tener las mismas oportunidades que cualquiera, una ambición sana, y sobre todo fortalecer a las niñas en que pueden hacer de todo ahí está.

“Todo eso tiene un valor que se va acumulando y yo necesito seguir creyendo que las cosas no cambian hasta que cambian. Quizá ustedes piensan que la labor que están haciendo es fútil, pero las cosas no cambian hasta que cambian, y si alguien no las está cambiando o no creen eso, nunca van a cambiar”, puntualizó Dresser.

Nuestro país ha avanzado en materia de equidad, pero ha tenido retrocesos. La brecha persiste y por desgracia, en contraste con el año antepasado (2022), México cayó dos lugares en la lista global según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Tal vez nuestra generación no podrá ver al patriarcado caer, sin embargo, sí podrá acelerar el proceso y defender la equidad en los derechos.

 

 

Nota del editor: Esta publicación se realiza a partir del foro Mujeres en el Poder, realizado con la colaboración de Organon como parte de las alianzas estratégicas de Grupo Editorial Criterio.