Yossie Galindo se sincera sobre la edad, sus recuerdos de Cuba y su distanciamiento de Manolín

Yossie Galindo se mueve con naturalidad lo mismo entre los jugadores del parque del dominó, uno de los lugares en que transcurre un video de promoción de su programa, que en el set de Mi hora favorita, el espacio diario de variedades que conduce a las 2 p.m. por América Tevé.

Lleva un vestido de flores entallada y pregunta si está muy corto, mientras se lo arregla, mirando con esos ojos grandes y oscuros que delatan a una persona optimista. Unos minutos después cuenta sobre los paseos en bicicleta que solía dar por las cercanías del antiguo zoológico de Crandon Park, y se refiere a la importancia de estar al aire libre, de disfrutar la naturaleza.

No es difícil entender su éxito con el público. Tiene el don de la empatía. Después de estar 20 años en las noticias, de formar una mancuerna con Juan Manuel Cao en el noticiero de América Tevé, Galindo está más cerca de lo que fue su primer amor, la actuación.

Cada tarde ella crea un mundo entretenido, que fluye entre el Miami que avanza rápido en el tráfico, que se estresa y se calienta en esas latas elegantes que son los autos.

Galindo creció en un set de televisión porque su mamá es Gretchen Galindo, una voz importante de las noticias en Cuba, antes de dejarlo todo y empezar de nuevo en Miami en otros campos.

Muchas personas conocen que Yossie es la hija de Gretchen, pero pocos saben que viene de una familia de artistas en la que destaca sobre todo su abuela, la violinista Ana Martínez de la Junquera, que tocó en la Orquesta Sinfónica Nacional de su Cuba, y su violín es uno de los que se escucha en el disco Unicornio (1985), de Silvio Rodríguez.

Yossie llegó a Miami en uno de esos viajes de intercambio cultural que se daban en los 1990, con quien era su esposo entonces, el músico Manolín, el Médico de la Salsa, quien se fue a vivir a Cuba y recientemente hizo declaraciones de que “nunca volverá a Miami”.

Los sueños de Yossie Galindo

Dos décadas y dos Emmys después, Yossie Galindo puede compartir consejos de cómo cogerle la vuelta al mundo de la televisión en Miami, y de cómo empezar haciendo cualquier trabajo porque al final están los sueños.

“Tengo aún muchos sueños por cumplir, personales y profesionales. Y me gustaría escribir un libro. Espero poder hacerlo pronto”, dice la conductora, que contestó este cuestionario para el Nuevo Herald, para que el público conozca más de su infancia, sus querencias y sus logros.

Creciste en el mundo de los medios. ¿Pensaste alguna vez dedicarte a otra carrera?

Quería ser actriz. El destino me impulsó hacia otro lado y terminé estudiando dirección de cine, radio y televisión.

¿Qué atesoras y qué quisieras borrar de tus recuerdos de Cuba?

Atesoro de Cuba momentos de niñez y juventud, por las personas con las que viví. Amigos y amores que nunca olvidaré. Primos, abuelos y tíos que ya no están y que recuerdo con gran nostalgia.

De Cuba, si te soy sincera, solo extraño a esa gente. Siempre me sentí un poco extranjera allí. Sabía que no era mi lugar en el mundo y me ahogaba. El sistema de “confórmate con lo que te doy“ nunca fue para mí. Necesitaba volar, y gracias a Dios, pude hacerlo y escapar de esa prisión. Hoy agradezco cada día la bendición de vivir en este país.

¿Cuáles fueron tus primeros empleos en Miami?

Antes de entrar a la televisión local, trabajé como bartender, en un telemarketing como vendedora y también en el censo del 2000, que en aquel momento se hacía visitando casa por casa en la zona que te asignaran. No tenía auto, así que tenía que hacerlo caminando. Mientras tanto estudiaba inglés en el English Center y luego tomé otros cursos para ir mejorando el idioma. Eso es muy importante para el que acaba de llegar.

¿Qué consejos tienes para tantos cubanos que están llegando ahora a la ciudad?

Empezar a estudiar ingles lo antes posible. De esa forma podrás integrarte mucho más rápido a esta sociedad. Y la actitud para enfrentar esos momentos difíciles. Hay que ponerle muchas ganas y corazón, convencidos de que van por el camino correcto, y poco a poco, sin darse cuenta, se irán integrando y conociendo sus propias capacidades.

Este sistema te empuja a avanzar, a crecer y a luchar, y no hay sueños que no puedas alcanzar, si te lo propones. Aquí el techo eres tú. Y para los jóvenes, por supuesto, estudiar. Y tendrán el mundo a sus pies.

En 20 años de experiencia frente a las cámaras, ¿qué puedes contar al público de lo que pasa detrás de cámara que quizás no se imagine?

Detrás de cámara pasa todo lo que hace de la televisión el lugar más mágico del mundo para mí. Como decías, crecí corriendo por los pasillos de la televisión en Cuba y jugando con las cintas de vídeo o en la cabina de la emisora Radio Reloj.

Disfruto cada proceso para lograr el resultado en pantalla. Que el televidente sienta real todo lo que ve, cómo se va armando una escenografía, cómo se montan las luces, las cámaras. La familia que creas con todos los que participan, técnicos, productores, artistas. Es mi mundo, sin dudas, y lo amo.

En abril cumpliste 50 años, ¿eres de las que se obsesiona con el paso del tiempo? Y desde el punto de vista emocional, ¿notas algún cambio?

No, no me obsesiona el paso del tiempo, pero sí noté un cambio muy grande en mí el mismo día que cumplí 50 años. Unas ganas de vivir y comerme el mundo. Quería celebrar por lo alto. Por primera vez sentí el valor del tiempo y las ganas de aprovecharlo al máximo como nunca antes. Y eso trato de hacer ahora.

Tu programa ‘Mi hora favorita’ ya cumplió un año, ¿qué ha sido lo más emocionante y lo más difícil de este nuevo reto?

Mi hora favorita llegó a mi vida como una gran bendición en un momento profesional en que necesitaba un cambio que buscaba hacía un tiempo. Un reto grande, sin dudas. Algo muy diferente a lo que llevaba haciendo por 20 años en las noticias. Pero ahí voy. Siempre aprendiendo.

Es muy bonito además porque estoy trabajando para un público de personas mayores particularmente, que me obliga a esforzarme mucho más. Es una audiencia exigente, que pide un contenido de peso. Tengo mucho que agradecerle a Cano Health, patrocinador del show, por haberme dado esta nueva oportunidad profesional, especialmente a su CEO, el doctor Marlow Hernández.

Cuéntanos de la experiencia de ser madre de una hija tan grande y cómo la ayudas a sobrellevar la distancia con su padre, Manolín, el Médico de la Salsa, que ahora vive en Cuba.

Mi hija tiene 25 años. Aunque la sigo viendo como mi bebé, es una mujer adulta que tiene su propia relación con su papá. No me meto para nada en eso ni pregunto mucho. Yo con Manolín ya no tengo relación de ningún tipo. El tiempo y las formas de pensar y ver la vida nos han alejado demasiado. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que hablamos.

Yossie Galindo, conductora de ‘Mi hora favorita’, de América Tevé, habla con el Nuevo Herald de sus primeros empleos en Miami, lo que extraña de Cuba, cómo se sintió al cumplir 50 años y confiesa que no tiene comunicación con el padre de su hija, el controversial Manolín, el Médico de la Salsa.
Yossie Galindo, conductora de ‘Mi hora favorita’, de América Tevé, habla con el Nuevo Herald de sus primeros empleos en Miami, lo que extraña de Cuba, cómo se sintió al cumplir 50 años y confiesa que no tiene comunicación con el padre de su hija, el controversial Manolín, el Médico de la Salsa.