El XIX Festival Internacional de Ballet de Miami premia a un español que le dio casa a la danza en Logroño

Llamarse Perfecto no es lo mismo que serlo, pero el afán del español Perfecto Uriel por la perfección a la hora de conservar y promover el patrimonio de la danza son evidentes en su Casa de la Danza de Logroño, en La Rioja, y en la revista que allí edita, “Danza en Escena”.

El XIX Festival Internacional de Ballet de Miami, bajo la dirección de Eriberto Jiménez, ha querido reconocer ese trabajo de más de dos décadas, y le concederá este año el Premio a la Trayectoria “Crítica y Cultura del Ballet” durante la Gala de Clausura del evento programada para el domingo 11 de agosto ,a las 5 de la tarde, en el Jackie Gleason Theater de The Fillmore Miami Beach.

Una de las primeras portadas de la revista “Danza en Escena”, que publica la institución fundada por Perfecto Uriel.
Una de las primeras portadas de la revista “Danza en Escena”, que publica la institución fundada por Perfecto Uriel.

Lo primero que puede pensarse de un español apasionado por la danza es que su motivación más temprana haya sido el flamenco. En este caso, no fue así.

“Estamos hablando de hace mucho tiempo, y yo entonces vivía en un pueblo muy pequeño donde había costumbre de bailar en las festividades, y de bailar los domingos en la plaza”, nos cuenta el premiado desde Logroño. “Digamos que la danza entra en mí a partir de esos bailes públicos en comunidad”. Ese pueblo es Torrecilla en Cameros, enclavado en la Sierra de Cameros, en La Rioja.

“Empecé en la danza bastante tarde”, dice, “porque venía del mundo del teatro. La danza me llega por indicación de mis tutores, que vieron en mí aptitudes para el movimiento y me encaminaron al mundo de la danza clásica y de la pantomima. Digo que nunca bailé profesionalmente porque en Inglaterra, donde estudiaba, no podías hacerlo sin haberte graduado, y cuando me gradué me decidí por el mimo y la pantomima”.

A esa disciplina dedicó profesionalmente varios años de su vida, y llegó a ser ayudante en escena del mimo argentino Julio Castronuovo (1932-2013), que se había establecido en Madrid en 1969.

 Perfecto Uriel, flanqueado por Antonio Najarro y Tania Martín sobre el escenario del Auditorio Riojaforum de Logroño, en tiempos de pandemia.
Perfecto Uriel, flanqueado por Antonio Najarro y Tania Martín sobre el escenario del Auditorio Riojaforum de Logroño, en tiempos de pandemia.

La pregunta es entonces cómo llega Perfecto Uriel al mundo de la museología dedicada a la danza. “Todo es el recorrido que la vida va planteando”, responde. “Mi esposa, María Victoria Romanos, que es bailarina, queda embarazada, y decidimos mudarnos a una ciudad pequeña para disfrutar el crecimiento de esa bebé que estaba en camino. Llegamos a Logroño, y allí entra ella a trabajar en una escuela privada de danza, y yo en una escuela de teatro. Entonces me propuse crear algo para ir formando una identidad danzaria local, en un sitio donde no hay actividad de danza profesional; era un páramo, un desierto”.

Nace la Casa de la danza de Logroño

Así las cosas, Uriel reúne “a los pocos maestros que había” en Logroño “y a los amantes de la danza”, con quienes crea una pequeña asociación y funda un espacio en el cual presentan y comentan videos de danza.

“Así empiezo a compaginar la docencia en la danza y el teatro con la creación de este espacio, La Casa de la Danza de Logroño, que al cabo de 20 años de andadura tiene un museo con más de 150 trajes de bailarines del mundo entero, una biblioteca y una videoteca”, explica. “Hemos convertido lo que era un sitio inhóspito para la danza en, cuando menos, un espacio amable para la danza”.

Horas antes de sostener la conversación con Uriel llega la noticia sobre dos grandes bailarinas radicadas en Miami (la española Estrella Morena y la cubana Rosario Suárez, Charín) que donarán de manera individual uno de sus trajes a la colección de La Casa de la Danza.

“Para nosotros no es solo una gran noticia: es un tremendo honor”, asegura Uriel. “Muy pocas veces los artistas del otro lado del gran océano se muestran con esta generosidad. Si mal no recuerdo, lo único que tenemos de aquella parte son trajes de Pilar Rioja, y del gran Ángel Pericet, cuya familia siempre ha compartido entre Argentina y España”.

Para hacer entrega de las donaciones, Estrella y Rosario estarán presentes el viernes 9 de agosto a las 7 de la noche en el Miami Hispanic Cultural Arts Center (MHCAC), donde Uriel ofrecerá una conferencia precisamente sobre La Casa de la Danza.

Póster promocional de la conferencia de Perfecto Uriel sobre la Casa de la Danza el viernes 9 de agosto en MHCAC.
Póster promocional de la conferencia de Perfecto Uriel sobre la Casa de la Danza el viernes 9 de agosto en MHCAC.

En este momento de la entrevista ocurrió algo muy significativo. Como si fuera la cosa más obvia del mundo, Uriel comentó que la donación lo ilusionaba “sobre todo, porque viene de un lugar muy emblemático para la danza como lo es Miami”. No están muy lejanos los tiempos en los que semejante afirmación proveniente de otras latitudes habría parecido una quimera.

Que hoy tenga sentido se debe, no solo al nivel alcanzado por la danza local en general, sino también a la existencia de una compañía sobresaliente como Miami City Ballet, al esfuerzo fundacional de Pedro Pablo Peña (1944-2018), creador de la institución que ahora premia a Uriel; y al lúcido y sostenido trabajo crítico de Orlando Taquechel (que recibió este mismo premio en 2014) promoviendo la danza de Miami desde las páginas de El Nuevo Herald y ahora, con Artburst Miami.

La conexión Artburst Miami-Danza en escena

Precisamente gracias a Uriel y a “Danza en Escena”, las reseñas de Taquechel y los contenidos de Artburst Miami han cruzado “el gran océano” en busca del público ibérico.

En su pueblo natal “había costumbre de bailar en las festividades y de bailar los domingos en la plaza”, cuenta Uriel, y agrega: “Digamos que la danza entra en mí a partir de esos bailes públicos en comunidad”.
En su pueblo natal “había costumbre de bailar en las festividades y de bailar los domingos en la plaza”, cuenta Uriel, y agrega: “Digamos que la danza entra en mí a partir de esos bailes públicos en comunidad”.

Fue leyendo en internet lo que ocurre en el mundo de la danza fuera de España que Uriel dio con las críticas de Taquechel en Artburst Miami.

“Le escribí un email y le expliqué nuestro proyecto de voluntariado social, porque en todas las actividades que hacemos en la Casa de la Danza de Logroño nadie cobra un euro”, cuenta. “Contestó agradecido de que pensáramos en él y empezó a colaborar con un artículo. Hoy llevamos ya varios años, y Orlando proporciona [para cada edición trimestral] dos grandes artículos sobre lo que ocurre en nuestra comunidad de habla hispana en Miami. Para mí es muy importante tener esa conexión”.

La respuesta que tiene de sus lectores españoles, comenta Uriel, es que les encanta ponerse al tanto de las funciones del Miami City Ballet, del Festival Internacional de Miami y de lo que acontece de este lado, tanto en danza clásica como en contemporánea y, no faltaba más, flamenco.

“Además de lo bien planteadas, las reseñas que hace Orlando nunca son hirientes hacia el espectáculo, los bailarines, los artistas”, comenta. “Leyéndolas, la gente aprende a convertirse en un espectador un poco más crítico, con más criterio. Son escritos didácticos, muy respetuosos, incluso cuando –como decimos por aquí— tiene que dar un capón porque algo no ha salido bien. Siempre hay una dulzura, siempre hay un respeto por un trabajo que, hasta cuando no ha salido como uno esperaba, merece un comentario amable. Nunca es destructivo”.

Memoria, vocación y patrimonio

La museología es uno de esos oficios que cultivan la memoria, y Uriel confiesa que los afanes para practicarla le vienen de su formación en Inglaterra.

 Uriel junto a la placa del “Bosque de la Danza”, creado en 2009 por la Casa de la Danza de Logroño en un espacio urbano local, donde crecen varias especies de árboles donados por artistas e instituciones que se vinculan con la institución. “Las hojas del Gingko Biloba semejan la silueta de la falda de una bailarina”, puede leerse en la placa.
Uriel junto a la placa del “Bosque de la Danza”, creado en 2009 por la Casa de la Danza de Logroño en un espacio urbano local, donde crecen varias especies de árboles donados por artistas e instituciones que se vinculan con la institución. “Las hojas del Gingko Biloba semejan la silueta de la falda de una bailarina”, puede leerse en la placa.

“Los ingleses son muy conservadores de su patrimonio; son muy amantes de sus artistas, y me preocupó mucho que aquí en España no tuviéramos un pozo de la historia para las próximas generaciones”, explica. “Es curioso que, al visitar el Museo, la gente se extrañe de que uno de los trajes sea el de Carmen Amaya, a quien todo el mundo conoce, pero también desconoce, porque no se le ha dado la importancia que tiene”.

Al crear La Casa de la Danza en Logroño, su propósito era, dice Uriel, crear ese patrimonio cultural.

“Convertir el espacio en un referente histórico de todo lo que venga de la danza, donde las nuevas generaciones puedan encontrar información del pasado y del presente para acercarse de otra manera, o con otra preparación, al futuro”, manifiesta Uriel.

El fundador y director de este museo es a la vez el editor de la revista que publica. Uriel apenas titubea cuando se le pregunta qué no puede faltarle en estos tiempos al editor de una revista de danza.

No es imprescindible viajar a Logroño para tener una idea de las joyas que atesora la Casa de la Danza fundada por Uriel. Al visitar la página https://casadeladanza.com/, también podrán verse ‘zapas’ como estas en las vidrieras del museo.
No es imprescindible viajar a Logroño para tener una idea de las joyas que atesora la Casa de la Danza fundada por Uriel. Al visitar la página https://casadeladanza.com/, también podrán verse ‘zapas’ como estas en las vidrieras del museo.

“Entusiasmo, fuerza de voluntad, amor por la danza”, responde. “Es difícil. En 2008 había aquí en España siete u ocho revistas impresas de danza, que es la gran desconocida del público y la gran ignorada por los estamentos que rigen el país. Aquellas revistas se redujeron a la mitad con la crisis del 2008, y con la pandemia prácticamente desaparecieron. En estos momentos solamente quedan dos, y una de ellas es ‘Danza en Escena’, que sigue saliendo cada tres meses y puede encontrarse en el catálogo universitario Dialnet (https://dialnet.unirioja.es/). Cualquier persona que se dedique a la investigación, o alguien que simplemente quiera conocer más a fondo la danza y sus protagonistas, puede encontrar en ‘Danza en Escena’ lo que busca”.

Al llegar hasta aquí, y para no dejar cabos sueltos, se imponía saber si aquella “bebé que estaba en camino” cuando decidieron establecerse en Logroño ha seguido la vocación familiar. “Se dedica a la danza, en estos momentos es la directora de la escuela que fundó su madre aquí”, dice Uriel con orgullo, “y se llama Ana, como la Pávlova”.

Participación de Perfecto Uriel en el XIX Festival Internacional de Ballet de Miami, MHCAC, 111 SW 5 Ave., Miami, FL 33130 y Jackie Gleason Theater, 1700 Washington Ave. Miami Beach, FL 33139. Charla sobre la Casa de la Danza, el viernes 9 de agosto a las 7 de la noche (en MHCAC) y entrega del Premio Crítica y Cultura de la Danza al inicio de la Gala de Clausura del festival, el domingo 11 de agosto a las 5 p.m. (Jackie Gleason). (Charla) entrada gratis; (Gala de Clausura) $58 - $92. Más: https://www.internationalballetfestival.org/tickets-page-3-classical-ballet-galas, https://www.internationalballetfestival.org o https://casadeladanza.com/

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