La historia de un volcán hace 2500 años en Fuji que ha perdurado oralmente durante cien generaciones

La erupción y el posterior tsunami fueron tan dramáticos que han perdurado en canciones y cuentos miles de años

Volcán Nabukelevu | imagen Patrick Nunn
Volcán Nabukelevu | imagen Patrick Nunn

Los relatos e historias han sido la principal fuente de conocimiento transmitida de padres a hijos durante milenios. Sentados junto a un fuego, resguardados de la intemperie en algún recoveco, los humanos pronto aprendimos que contar cuentos era una buena manera de pasar experiencias, aventuras y descubrimientos a las siguientes generaciones. Antes de que llegara la escritura, la tradición oral mantenía vivos muchos conocimientos necesarios para sobrevivir y entender el entorno. Leyendas, mitos, cantos épicos e incluso canciones infantiles que hablaban de diluvios, de grandes guerreros y batallas sangrientas, de eclipses, cometas o fenómenos extraños en los cielos.

Por supuesto, después de tantos siglos, resulta muy complicado decir cuanta verdad encierran estas leyendas. Diferenciar lo real de la exageración, de la fantasía, de la imaginación o de la simple distorsión de versiones con el paso del tiempo supone todo un reto para los valientes investigadores que dedican su trabajo a descifrar el pasado a través de las pocas pistas que han llegado hasta nosotros. En este sentido, para mí ha sido todo un grato descubrimiento conocer “Oral Tradicion”, una revista científica de acceso abierto dedicada al estudio de las tradiciones orales del mundo, pasadas y presentes.

Durante mucho tiempo este tipo de fuentes orales fueron ignoradas y descartadas como mitos o leyendas pero, en las últimas décadas, numerosas investigaciones han dejado claro que las historias con base cultural a menudo “contienen información que sugiere que están basadas en observaciones de eventos memorables, como inundaciones costeras, erupciones volcánicas, terremotos y caídas de meteoritos”.

Comienza aquí un proceso científico poco frecuente con una doble función y utilidad. Por un lado nos sirven para dar inicio a una investigación retroactiva sobre el evento en sí y sus efectos en el paisaje o en sus habitantes, pero también nos permiten comprender las formas en la que nuestros antepasados explicaban eventos extraordinarios y como transmitían estas explicaciones oralmente.

El volcán Nabukelevu visto desde el noreste en la actualidad | En el recuadro: Nabukelevu desde el oeste en 1827 según los dibujos de la expedición de Dumont d'Urville a bordo del Astrolabe . | Wikimedia Commons, The Conversation, Museo Marítimo Nacional de Australia , CC BY-SA
El volcán Nabukelevu visto desde el noreste en la actualidad | En el recuadro: Nabukelevu desde el oeste en 1827 según los dibujos de la expedición de Dumont d'Urville a bordo del Astrolabe . | Wikimedia Commons, The Conversation, Museo Marítimo Nacional de Australia , CC BY-SA

Uno de los ejemplos más curiosos de este tipo de análisis científico se ha publicado hace tan solo unos días e indaga sobre las tradiciones orales que se han conservado durante más de 2500 años describiendo una gran erupción volcánica en Fiji. "Los acontecimientos asociados con esta erupción fueron tan dramáticos y tan transformadores que las personas que la presenciaron contaron historias al respecto. Estas historias han perdurado más de dos milenios y se han transmitido fielmente a lo largo de aproximadamente 100 generaciones hasta llegar a nosotros hoy”, explica Patrick Nunn, profesor de Geografía en la University of the Sunshine Coast (Australia) y autor principal del estudio.

Mapas de Fiji y las islas Kadavu. A) Archipíelago de Fiji que muestra la ubicación del grupo Kadavu. B) Geografía de Kadavu que muestra ubicaciones clave. C). Fuentes de las historias de Nabukelevu | Loredana Lancini, Patrick Nunn, et al. Oral Tradition (2023)
Mapas de Fiji y las islas Kadavu. A) Archipíelago de Fiji que muestra la ubicación del grupo Kadavu. B) Geografía de Kadavu que muestra ubicaciones clave. C). Fuentes de las historias de Nabukelevu | Loredana Lancini, Patrick Nunn, et al. Oral Tradition (2023)

La gran batalla de los dos dioses

Todo comenzó hace unos 2.500 años, en el extremo occidental de la isla de Kadavu, en la parte sur de Fiji. Fue entonces cuando el suelo empezó a temblar, el océano se agitó y nubes de humo y ceniza cubrieron el cielo. “Cuando las nubes se aclararon, la gente vio que se había formado una nueva montaña, cuya forma se asemejaba a un montículo de tierra en el que se cultivan ñames. Esto le dio a la montaña su nombre: Nabukelevu, el montículo gigante de ñame”.

Aquellos que presenciaron aquella dramática erupción iniciaron una tradición oral con cuentos y leyendas que ha llegado hasta nuestros días y que, a grandes rasgos, dice que un dios llamado Tanovo de la isla de Ono (a unos 56 kilómetros del volcán) se enfadó porque aquella gran montaña le bloqueaba la vista de la puesta del sol. Los investigadores identifican este pasaje en referencia a la cúpula volcánica que se creó durante la erupción.

Tanovo voló a Nabukelevu para derribar la montaña que le entorpecía la vista pero entonces apareció el dios de Nabukelevu, llamado Tautaumolau, para defender su territorio. Los dos dioses comenzaron a pelear en el cielo, formando un gran estrépito, girando y lanzando tierra hacia el suelo, donde empezaron a “crearse islas”. El estudio concluye que esta secuencia de la historia en la que se habla de tierra que cae al suelo desde el cielo representa el movimiento de la columna de cenizas de la erupción, como se muestra en el mapa a continuación.

Pequeñas islas mencionadas en siete versiones de la historia de Nabukelevu se formaron después de la erupción de Nabukelevu. El recuadro muestra el posible rastro de la nube de ceniza según las historias|Loredana Lancini, Patrick Nunn, et al. Oral Tradition (2023)  CC BY-ND
Pequeñas islas mencionadas en siete versiones de la historia de Nabukelevu se formaron después de la erupción de Nabukelevu. El recuadro muestra el posible rastro de la nube de ceniza según las historias|Loredana Lancini, Patrick Nunn, et al. Oral Tradition (2023) CC BY-ND

Los numerosos eventos y consecuencias que llegaron tras la erupción del volcán Nabukelevu también tienen su reflejo en diferentes versiones orales de la historia. Así por ejemplo, en algunas islas se cuenta que uno de estos dioses se asustó y se escondió bajo el mar. Para descubrirlo, el rival bajó al mar y comenzó a beberse toda el agua hasta que apareció… un detalles que los investigadores interpretan como el recuerdo de la retirada del océano antes del impacto del tsunami.

Otros detalles en las tradiciones orales recuerdan cómo uno de los dioses arrojó una enorme lanza a su rival pero falló, dejando un enorme agujero en una roca. Este es un buen ejemplo de cómo los accidentes geográficos, que probablemente fueron anteriores a la erupción, pueden adaptarse a una narrativa.

El agujero que quedó después de que uno de los dioses arrojara su lanza, en la costa norte del este de Kadavu | Patrick Nunn, The Conversation
El agujero que quedó después de que uno de los dioses arrojara su lanza, en la costa norte del este de Kadavu | Patrick Nunn, The Conversation

En definitiva, en los últimos tiempos estamos asistiendo a un renovado interés por el folklore y las tradiciones orales desde un punto de vista científico, con el que analizar de nuevo leyendas y cantos épicos del pasado. Muchas de estas aventuras están repletas de imaginación, de añadidos posteriores y de engaños, pero también existen elementos reales que han logrado sobrevivir durante cientos e incluso miles de años.

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Referencias científicas y más información:

Loredana Lancini, Patrick Nunn, et al. “Driva Qele / Stealing Earth: Oral Accounts of the Volcanic Eruption of Nabukelevu (Mt. Washington), Kadavu Island (Fiji), ~2,500 Years Ago” Oral Tradition (2023)

Patrick Nunn “A dramatic volcano eruption changed lives in Fiji 2,500 years ago. 100 generations have kept the story alive” The Conversation